Entrena con los ejercicios físicos de fuerza que no pueden faltar si quieres perder grasa

Aunque normalmente asociamos ponernos en forma con ejercicios de cardio, como correr o montar en bici, lo cierto es que lo mejor para conseguirlo es variar el tipo de entrenamiento que hacemos y alternar este tipo de rutinas con otras que nos ayuden a trabajar la fuerza.

Si tenemos unos músculos fuertes, podremos realizar el resto de ejercicios con mayor facilidad y también seguridad, porque ayudan a prevenir lesiones. Una musculatura desarrollada protege las articulaciones ante posibles daños.

Muchas veces se tiende a evitar este tipo de entrenamientos porque tememos que un aumento de la masa muscular pueda suponer un gran volumen en el cuerpo, pero nada más lejos de la realidad, los ejercicios de fuerza son estupendos para tonificar nuestros músculos y ayudarnos a adelgazar.

Están pensados para fomentar el crecimiento muscular, de esta forma además conseguiremos aumentar el metabolismo basal, es decir nuestro cuerpo consumirá más calorías simplemente por existir, lo que favorece la pérdida de grasa.

Para entrenar los ejercicios de fuerza puedes hacerlos con el propio peso de tu cuerpo o con la ayuda de elementos externos, como mancuernas o pesas.

Entrena la fuerza

Los clásicos no lo son por nada, sino porque se ha demostrado su eficacia, por eso uno de los ejercicios que no deben faltar en tus rutinas de fuerza son las sentadillas, sobre todo si quieres trabajar el tren inferior.

Para hacerlas correctamente solo tendrás que ponerte de ponerte de pie, con las piernas ligeramente abiertas. Manteniendo la espalda recta y la mirada al frente, flexiona las rodillas como si te estuvieras sentando en una silla imaginaria.

¿Quieres seguir trabajando las piernas? Puedes probar con las zancadas. Para hacerlas bien solo tienes que dar un paso hacia delante mientras flexionas la pierna adelantada hasta que forme un ángulo de 90º.

Recuerda mantener la espalda recta y cambiar de pierna en cada zancada. Puedes añadirle un poco de peso si sujetas una mancuerna en cada mano y mantienes los brazos extendidos a ambos lados de tu cuerpo.

Para trabajar los bíceps y la espalda puedes practicar los remos horizontales. Para realizarlos necesitarás una mancuerna y una superficie sobre la que apoyarte, como el sofá o los pies de la cama.

Apóyate sobre uno de tus brazos y la rodilla del mismo lado, con el brazo que queda libre sujeta la mancuerna perpendicular al suelo. Con la espalda recta, flexiona el codo elevando la mancuerna hasta el pecho.

Con los press de hombros tonificarás esta zona, a menudo olvidada en favor de otros ejercicios de brazos. Para ello tendrás que sentarte manteniendo la espalda recta y sujetar una mancuerna en cada mano, con los brazos extendidos por encima de tu cabeza.

Desciende las mancuernas hasta que los codos queden en línea con tus hombros. Comienza haciendo unas 15 repeticiones, si te cuesta demasiado, tendrás que disminuir el peso de las mancuernas.

La clave de estos ejercicios está en la repetición, puedes comenzar haciendo dos series de 15 repeticiones de cada uno de ellos, dejando un descanso de 45 segundos entre serie. Ve aumentando cuando notes que eres capaz de hacerlo.