Prometen adelgazar rápido y fácil: aprende a reconocer las dietas peligrosas
Que no te engañen, así puedes aprender a diferenciar las conocidas como dietas milagro
Aunque la mayoría sabemos que para adelgazar y no recuperar el peso perdido la clave es un cambio de hábitos, no siempre es fácil. A menudo nos dejamos convencer por dietas milagrosas que nos aseguran que en poco tiempo y sin hacer demasiado lo conseguiremos.
Una dieta saludable que podamos mantener a lo largo del tiempo, así como una vida un poco más activa, con un poco de ejercicio diario, es la forma más sana para conseguir sacarle el máximo partido a nuestro cuerpo. Pero esto requiere un cambio de mentalidad, no agobiarse con los tiempos y, al principio sobre todo, fuerza de voluntad.
Y de estas flaquezas se aprovechan esas dietas, que a la larga pueden llegar a ser peligrosas para nuestra salud. Por ello es clave aprender a distinguirlas de las que proponen unos cambios sensatos que nos ayuden a sentirnos mejor y cambiar nuestros hábitos.
Así, debemos estar atentas a las señales que anuncian que lo que nos ofrece esa dieta es demasiado bonito para ser cierto.
Mucho peso en poco tiempo
La mayoría de estas dietas prometen que podrás perder una gran cantidad de peso en muy poco tiempo. Y lo cierto es que en ocasiones funciona, pero no de la manera que nosotras esperamos. Se trata de dietas muy bajas en calorías por lo que una pérdida de peso es inevitable.
Pero estas restricciones calóricas tan radicales pueden llegar a alterar nuestro metabolismo. Además como el cuerpo no recibe el aporte calórico que necesita, obtendrá la energía de la masa muscular y no de la grasa, como podría esperarse en un principio.
Esto además suele dar lugar al conocido como efecto rebote una vez finalizada la restricción. Recuperamos el peso perdido, añadiendo un poco más porque nuestro cuerpo empieza a acumular para cuando haya de nuevo escasez.
Por otro lado, muchas veces lo único que perdemos es agua de nuestro cuerpo, por lo que en cuanto volvamos a la normalidad volverá ese peso.
Se basan en un solo alimento
Esto también debería hacer saltar tus alarmas. Hay muchas dietas que, basándose en las cualidades positivas de un producto, lo convierten en la base de la alimentación. Esto puede provocar una carencia de nutrientes que a la larga cause problemas en tu salud.
Por eso suelen realizarse durante un tiempo limitado, tres días o una semana. Además se trata de dietas muy monótonas y por tanto imposibles de alargar en el tiempo. Una dieta o alimentación consciente debe equilibrar lo que comemos para que no nos falte ningún nutriente.
No son personalizadas
Este es otro de los puntos clave. Parece que sirve la misma dieta para todas las personas sin importar la edad, sexo o peso inicial, el ejercicio que suelas realizar o tu ritmo de vida habitual.
Un nutricionista o médico especialista siempre diseñará para ti una dieta personalizada en función de tus características y necesidades. Por eso lo mejor es siempre ponerse en sus manos.
Aunque la mayoría sabemos que para adelgazar y no recuperar el peso perdido la clave es un cambio de hábitos, no siempre es fácil. A menudo nos dejamos convencer por dietas milagrosas que nos aseguran que en poco tiempo y sin hacer demasiado lo conseguiremos.