Errores comunes que cometemos en el desayuno y nos impiden adelgazar
Aunque cada persona es diferente, hay algunos errores que todos cometemos y pueden impedirte perder peso
El desayuno es la primera comida del día, la que pone en marcha nuestro metabolismo y nos da energía para afrontar el día que tenemos por delante. Por eso debemos tener mucho cuidado con los que comemos.
Seguro que en alguna ocasión has escuchado eso de que el desayuno es la comida más importante del día, lo cierto es que es tan importante como todas las demás porque alimentarnos de forma adecuada no puede depender solo de esta ingesta.
Debemos cuidar lo que comemos a lo largo de toda la jornada, intentando que sea lo más equilibrado y saludable posible, así conseguiremos no solo mejorar nuestra salud, también nuestro ánimo y energía, y eso lo reflejará nuestro cuerpo.
Errores en el desayuno
Si no tienes hambre cuando te levantas, puede que prefieras no tomar nada a primera hora, no pasa nada, lo recomendable es comer tan pronto como puedas. Pero, ¿saltarte el desayuno porque piensas que así puedes adelgazar más? Esto es un error.
No solo no conseguirás adelgazar, sino que puede que suceda lo contrario. Saltarnos el desayuno puede hacer que lleguemos con mucha hambre a media mañana por lo que será más sencillo que nos dejemos llevar por nuestros deseos y optamos por alimentos poco saludables.
Ese es también uno de los errores habituales, no tenemos mucho tiempo y escogemos soluciones rápidas como bollería industrial, galletas o cereales. Estos preparados a menudo están cargados de harinas refinadas y azúcares añadidos.
No son la mejor opción si lo que queremos es llevar una alimentación adecuada. Si quieres cambiar los cereales típicos del desayuno por una opción más saludable, prueba con los copos de avena o unas tostadas de pan integral con aceite.
Nos recomiendan tomar fruta pero por la mañana caemos en la tentación de cambiar la siempre adecuada pieza de fruta por un zumo, mucho más rápido de tomar. Aunque sea la misma fruta, no obtendremos los mismos beneficios de un zumo de naranja que de la pieza entera.
Cuando tomamos la fruta entera estamos consumiendo también una gran cantidad de fibra que desaparece cuando la exprimimos. La fibra presente en la fruta puede hacer que los azúcares se absorban más lentamente.
Además de todo esto, mientras el zumo nos lo tomamos rápidamente, la fruta necesitamos masticarla, lo que, sumado a la fibra que nos aporta, produce una mayor sensación de saciedad.
Desayunar poco es otro de los errores que más a menudo se cometen. La mayoría de las personas dan por hecho que el desayuno es una comida escasa, que con un café y unas galletas es suficiente.
Si bien es cierto que no todos los días tenemos el tiempo o las ganas de sentarnos a desayunar como deberíamos, no podemos perder de vista que un desayuno completo debe combinar proteínas, hidratos y grasas, así como incluir fruta. Una buena planificación puede ayudarte a conseguirlo.
El desayuno es la primera comida del día, la que pone en marcha nuestro metabolismo y nos da energía para afrontar el día que tenemos por delante. Por eso debemos tener mucho cuidado con los que comemos.