¿Cansada de las sentadillas? Consigue unos glúteos de escándalo con estas variaciones

Sabemos que para estar lo más saludable posible físicamente tenemos que tener en cuenta los dos pilares básicos de una vida sana, la alimentación y el ejercicio físico. Conviene cuidar lo que comemos para sentirnos bien, dejando de lado las malas costumbres que pueden poner en riesgo nuestra salud.

De igual manera, mantener una vida activa en la que el ejercicio físico sea habitual, puede ayudarnos mucho más de lo que a simple vista parece. No solo es un estupendo rato de desconexión, de dejar los problemas a un lado y centrarnos en nosotras mismas, también pone a punto nuestro cuerpo.

El ejercicio hace que nuestro cuerpo funcione mejor, refuerza nuestro sistema inmune, fortalece nuestro sistema cardiovascular y hasta el digestivo, además de conseguir tonificar nuestros músculos evitando que perdamos fuerza y agilidad con el paso del tiempo.

Un ejercicio completo

Si te has decidido a entrenar para ponerte en forma y poder beneficiarte de todas las ventajas del ejercicio físico, ¡enhorabuena! Siempre es un buen momento para comenzar y seguro que en poco tiempo notas cómo tu cuerpo y tu mente te lo agradecen.

Una buena forma de empezar es dándole una oportunidad a las sentadillas, un ejercicio básico pero eficaz que tiene tantos amantes como detractores, por suerte sus beneficios son tantos que ambos acaban incluyéndolos en sus rutinas.

Las sentadillas son estupendas para tonificar tu cuerpo, sobre todo el tren inferior, pero también para quemar grasa, mejorar tu equilibrio, reducir dolores como el de espalda, prevenir lesiones y aumentar la fuerza y la potencia, lo que se refleja en una mayor velocidad.

Realizar este ejercicio de forma regular puede ayudarte a conseguir unos glúteos de infarto y unas piernas más fuertes, pero para ello tendrás que hacerlas de forma adecuada y con un mínimo de 50 repeticiones cinco días por semana, recuerda dejar que tu cuerpo se recupere y descansar un par de veces por semana.

Tipos de sentadillas

Para realizar las sentadillas de forma adecuada solo tendrás que colocar la espalda recta y las piernas separadas a la altura de los hombros. Flexiona las rodillas como si te sentaras en una silla imaginaria.

Si has llegado al punto de que las sentadillas tradicionales se han convertido en rutina, tal vez puedas introducir alguna de estas variantes para tener una nueva motivación.

Prueba a realizar las sentadillas tradicionales pero, en lugar de regresar a la posición inicial como hasta ahora, hazlo dando un pequeño salto al final. También puedes optar por las sentadillas sumo, donde los glúteos trabajan más. Con las piernas abiertas y las puntas de los pies hacia fuera, mantén la espalda recta mientras flexionas las rodillas y bajas las caderas.

¿Quieres que sea más completo? Cuando bajes todo lo que puedas, eleva los talones quedándote apoyada en la punta de los pies como una bailarina. Regresa a la posición inicial y repite.

También muy eficaz para tus glúteos son las sentadillas búlgaras que además te ayudarán a mejorar tu equilibrio. Consigue un banco y en él apoya el empeine de una de las piernas. Con la espalda bien erguida desciende hasta que la pierna adelantada y apoyada en el suelo alcance los 90º.

Puedes añadirle peso sujetando una mancuerna en la mano contraria a la pierna que flexionas, que es la que se apoya en el suelo, pero siempre con precaución, no fuerces tu cuerpo porque podrías hacerte daño. Ideas para innovar en tu rutina deportiva de forma muy sencilla.