Este error al irte a dormir puede estar evitando que pierdas peso

Es indiscutible que para llevar una vida sana esta tiene que ser, necesariamente, activa. Una vida sedentaria está llena de riesgos (a nivel de salud), y nos hace un flaco favor tanto para estar como para vernos y sentirnos bien. Tampoco hace falta cambiar de forma de vida de manera radical: con algunos pequeños tips es posible hacer nuestra vida más activa sin grandes esfuerzos: desde utilizar las escaleras en lugar del ascensor, a bajarnos una parada antes del autobús.

La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda hacer unos 150 minutos (dos horas y media) de ejercicio físico a la semana, pero no hay por qué hacerlos todos de una sentada. El resultado será el mismo, y seguramente más llevadero, si los repartimos en diferentes días. Y si encontramos una actividad física que nos motive al tiempo que nos ayude a estar más en forma y más activos ya tendremos gran parte del camino hecho.

Si le dedicas un poco más de tiempo, unos tres o cuatro días por semana, seguro que comienzas a notar los beneficios en tu figura, consiguiendo unos músculos más tonificados, y también agradeces los que obtiene tu salud, sintiéndote más ágil, más ligera y con más energía. Acompañar estas actividades de una dieta equilibrada y variada es otra manera estupenda de ayudar a nuestro cuerpo a sentirse mejor, incluyendo las cantidades diarias recomendadas de frutas y verduras, así como beber el agua que nuestro cuerpo necesita. Una buena hidratación es también esencial.

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Estos son los factores más habituales y los que solemos modificar primero cuando buscamos una mejora en nuestros hábitos, pero no son los únicos que influyen en nuestro peso. Algunos los conocemos y nos resistimos a cambiarlos porque requieren un esfuerzo mayor por nuestra parte y otros ni siquiera sabemos que nos estén haciendo daño e impidiendo adelgazar; por ejemplo, la luz artificial podría estar jugándote una mala pasada.

Mejor dormir a oscuras

Dormir con luz a nuestro alrededor puede dificultar el sueño, nos cuesta mucho más dormirnos y, una vez que lo conseguimos, este es más superficial, de peor calidad. Esto hace que al día siguiente estemos más cansados, nos cueste más concentrarnos e incluso que reaccionemos peor ante las adversidades, haciendo que estemos de peor humor, pero también puede hacernos ganar peso, tal y como señalan diferentes estudios, como los realizados por los investigadores del centro médico National Institut of Health de Estados Unidos.

Los investigadores descubrieron que dormir con luz en la habitación o con la televisión encendida podía producir un aumento de cinco kilos en cinco años en comparación con las personas que dormían completamente a oscuras. Nuestro cuerpo está preparado para asocial luz con vigilia y oscuridad con descanso y si alteramos estos parámetros, modificamos nuestros ritmos circadianos e interferimos en la producción natural de hormonas como la melatonina.

La melatonina se encuentra de forma natural en nuestro cuerpo y regula nuestro reloj biológico: al aumentar la cantidad de melatonina, esto nos produce sueño y nos despierta cuando disminuye. Alcanza su pico de producción más alto durante la noche, con la falta de luz. Además de ayudarnos a conciliar el sueño, la melatonina también interviene regulando nuestro apetito y puede ayudarnos a adelgazar y quemar más calorías porque interviene en la formación de un tipo de grasa que no acumula calorías y regula el peso corporal.

Así las cosas, parece que no nos faltan motivos para prestar atención a nuestro tiempo de descanso, mejorando la calidad del sueño evitando exponernos a luz azul, como las de las pantallas de dispositivos electrónicos, y el estrés. Descansar de una forma adecuada nos ayudará a reducir los niveles de ansiedad, a sentirnos mejor y con más ganas de comernos el mundo, por lo que es mejor hacerlo de una forma adecuada.

No siempre nos resulta sencillo conciliar el sueño, por eso hay algunos tips que podemos poner en práctica para lograrlo. Por ejemplo, irnos a dormir siempre a la misma hora para así crear el hábito, evitar las siestas largas y la cafeína pasada determinada hora de la tarde, no cenar pesado escogiendo recetas un poco más ligeras y adelantando la hora de la ingesta para hacer bien la digestión, regular la temperatura para que sea confortable y, sobre todo, irnos a dormir en un entorno de oscuridad, evitando las pantallas de dispositivos y escogiendo en su lugar un buen libro.

Estos consejos pueden ser de gran utilidad para evitar ganar peso y así conseguir nuestras metas. Esto es más sencillo de lograr si nos ponemos en las manos de expertos y profesionales del sector, que nos ayudarán dándonos las pautas más adecuadas, pues solo durmiendo a oscuras es poco probable que lo logremos.