Estos ejercicios y posturas te ayudarán con los tobillos y pies hinchados por el verano

Puede que te haya pasado alguna vez, llegan los meses de verano y comienzas a sentir tus piernas pesadas y un poco hinchadas, sobre todo al final del día o al terminar la jornada de trabajo. Una sensación molesta que suele producirse por acumulación de líquidos en los tejidos.

Hay muchas causas por las que podemos tener los tobillos y los pies hinchados, por eso es conveniente acudir a nuestro médico para poder descartar un problema circulatorio mayor que esté poniendo en riesgo nuestra salud.

Si las causas de la hinchazón que sufres se pueden achacar al verano, al calor, al aumento de la humedad o los cambios bruscos de temperatura, hay algunos consejos que puedes poner en práctica para evitar que al final del día te aprieten más los zapatos.

Huye del sedentarismo

Una de las causas que puede llevar a que se nos hinchen los pies y tobillos, sobre todo en esta época del año, es que pasamos demasiadas horas en la misma postura, por ejemplo cuando trabajamos. Ya sea sentadas o de pie, nos conviene movernos de vez en cuando.

Por ejemplo, puedes dar un paseo de unos 20 minutos una vez termine tu jornada laboral, porque uno de los motivos que puede provocar la hinchazón de pies es el sedentarismo. Mantenernos activas puede resultar muy útil para evitarlo, por lo que no dudes en ejercitar tus piernas.

Entrenar nuestro tren inferior potencia el drenaje y aumenta las pulsaciones, lo que hace que se acelere el movimiento de fluidos. Algo tan sencillo como subir escaleras puede ayudarte a conseguirlo.

Gracias a los saltos puedes conseguir una mayor movilidad en los líquidos del sistema circulatorio y linfático, por lo que incluir unos minutos con la comba o en el trampolín en tu entrenamiento puede resultar muy útil.

No dejes de incluir las sentadillas en tu rutina. Con las piernas un poco abiertas, flexiona las rodillas como si te sentaras en una silla imaginaria. Al finalizar, hazlo con un salto y al caer, flexiona de nuevo las rodillas.

Aunque sumes estos ejercicios a tus rutinas habituales, también hay otros que puedes realizar a lo largo del día cuando notes los tobillos hinchados. Por ejemplo, de pie, ponte de puntillas y baja lentamente.

También puedes elevar una pierna y estirar y encoger el empeine varias veces seguidas, o hacer pequeños círculos con el tobillo, primero hacia un lado y después hacia el otro. Esto reactiva el retorno venoso y mejora la circulación de la sangre.

Además, una vez que llegues a casa, no dudes en poner los pies el alto, levántalos por encima del nivel del corazón. Esta postura te ayudará a drenarlos y a evitar la retención de líquidos. Aprovecha para masajear la zona y darte baños de agua tibia con sal.

No descuides tu alimentación, intenta reducir la ingesta de sal, bebe mucha agua e introduce alimentos hidratantes. Verás que estas sencillas pautas pueden ayudarte a evitar la retención de líquidos.