Por qué el desayuno NO es la comida más importante del día

Probablemente en más de una ocasión has escuchado que el desayuno es la comida más importante del día, puede incluso que hayas creído en ella a pies juntillas durante muchos años de tu vida. Sin embargo parece que la realidad científica tiene algo que decir sobre esto.

Lo que es innegable es que el desayuno es la primera comida del día, la propia palabra lo dice, son los alimentos que empleamos para romper el ayuno que hemos mantenido durante las horas de la noche.

Sin embargo, que se sea la primera no la convierte en la más importante, como afirmó en su día el nutricionista Juan Revenga. Todas las comidas que haces a lo largo del día son relevantes, sobre todo cuando queremos llevar una alimentación equilibrada y saludable.

Cada persona debe consumir la cantidad de alimentos que se adapte a sus necesidades, intentando que su dieta sea lo más equilibrada posible. No existe una fórmula única que sea perfecta para todas las personas.

La importancia del desayuno

Los expertos señalan que esta importancia que le damos al desayuno está potenciada por la industria alimentaria, empujándonos a consumir productos diseñados específicamente para la hora del desayuno, tales como cereales, galletas o bollería industrial.

Gracias a sus campañas publicitarias, hemos interiorizado que no podemos salir de casa sin tomar algo y las prisas a menudo nos empujan hacia productos poco saludables.

A pesar de ello, podemos establecer que la importancia del desayuno es relativa y depende de cada persona. Si te levantas con hambre o si planeas hacer ejercicio físico, un buen desayuno será esencial para ti.

Desayunar para bajar de peso

Otro de los mitos que se asocian con el desayuno es que ayuda a bajar de peso, algo de lo que de momento no habría evidencia científica que avale esta afirmación.

Un desayuno poco saludable que se base en productos de escasa calidad nutricional es muy complicado que pueda ayudarnos a bajar de peso. Además señalar al desayuno como único causante de ello es simplificar demasiado.

Puede suceder que, en el marco de una dieta equilibrada, alguien que apenas desayunaba o lo hacía de forma inadecuada haya cambiado sus hábitos y conseguido por tanto adelgazar. Esto no es mérito en exclusiva de la primera ingesta del día.

Mejor un buen desayuno

Cada persona tiene sus propias necesidades y, mientras hay quien prefiere comer cada pocas horas para no llegar a las comidas importantes demasiado hambriento, también existen quienes prefieren no pasar todo el día comiendo.

De ahí la importancia de que sea un nutricionista o un experto en la materia quien nos ayuda a encontrar la fórmula personalizada que necesitamos para mejorar nuestra alimentación.

Eso sí, en caso de querer desayunar, siempre se recomienda que sea una comida saludable, con los nutrientes que nuestro cuerpo necesita para funcionar, por ejemplo con una base de cereal y algún tipo de proteína y fruta.