¿Las patatas engordan? Por qué no hace falta renunciar a ellas si quieres adelgazar

Prestar atención a lo que comemos para que nuestra dieta sea lo más equilibrada posible no siempre resulta sencillo. A menudo la información que recibimos es mucha y nos cuesta saber cuál es la correcta o los verdaderos motivos que llevan a señalar un alimento como poco adecuado.

Puede que te haya pasado en el caso de las patatas, a menudo tachadas de la lista de alimentos que deben formar parte de nuestra alimentación porque se las relaciona con el aumento de peso. ¿Qué hay de cierto en estas afirmaciones? ¿Deberías dejar de tomar patatas porque engordan? Más aún, ¿es cierto que las patatas engordan?

Las patatas han formado parte de nuestra dieta desde que llegaron a nuestras vidas en el siglo XVI. A lo largo del tiempo hemos ido experimentando con ellas, incluyéndolas en diferentes recetas y descubriendo que, en casi todas las preparaciones, resultaban un éxito. Por eso tener que eliminarlas puede resultar complicado y, sobre todo, una pena para el paladar.

Son ricas en fibra, en vitaminas como la B y la C, y en minerales como el potasio, el hierro y el magnesio, y además contienen flavonoides, que pueden proteger el corazón y las arterias, pero también contienen hidratos de carbono, que ha sido lo que las ha convertido en el centro de toda esta polémica.

Los carbohidratos tienen una función energética, por lo que si los consumimos en exceso pueden llegar a acumularse en forma de grasa, por eso en algunas dietas adelgazantes los eliminan por completo. Sin embargo deben estar presentes si lo que quieres es una alimentación equilibrada.

¿Engordan las patatas?

Las patatas no tienen por qué engordar, siempre y cuando emplees la técnica de cocinado adecuada. Por ejemplo, si las haces fritas aumentarás mucho su carga calórica porque absorben una gran cantidad de aceite, mucho más que si las preparas cocidas o al vapor.

Así, mientras una patata cruda aporta unas 84 calorías (por cada 100 gramos), al tomarlas fritas estaríamos consumiendo más de 300 calorías por los mismos gramos. Eso sin contar con lo difícil que es renunciar a las salsas como el ketchup o la mayonesa como acompañamiento. Por eso lo mejor es optar por cocinarlas de manera que no nos aporten un exceso de calorías.

Por ello se recomienda tomarlas cocidas, asadas, al microondas o al vapor, preparaciones saludables que evitan que sus calorías se multipliquen: una patata cocida o asada contiene unas 110 calorías.

La forma más saludable de comerlas

Una de las maneras de prepararlas en la cocina de forma saludable y sin renunciar a su sabor es prepararlas cocidas, estarás aprovechando todas sus propiedades, sobre todo si cuando las sumerjas en agua lo haces sin haberlas pelado antes.

Cocinándolas de esta manera estarás evitando que parte de los nutrientes pasen el agua en lugar de quedarse en el interior de la patata. Eso sí, recuerda que antes tienes que lavarlas con cuidado.