La vida de Sara Carbonero e Iker Casillas, contada a través de sus casas
Repasamos algunas de las viviendas que han marcado la vida de la pareja, un recorrido que empieza en Móstoles y Corral de Almaguer y termina en una de las calles más caras de Madrid
La vida de una pareja está repleta de recuerdos, y muchos de ellos están vinculados al hogar en el que viven. Por eso, una mudanza o una reforma no son solo un cambio de decoración, también es un momento muy emotivo en el que despedirse del escenario de muchas alegrías y alguna tristeza.
Unas sensaciones que estarán viviendo ahora mismo Sara Carbonero e Iker Casillas. La pareja y sus dos hijos, Martín y Lucas, se mudarán de Oporto a Madrid para el nuevo curso. Un cambio de residencia que nos ha hecho recordar algunas de las casas en las que ha crecido la familia.
Sus orígenes nos llevan hasta Móstoles (Madrid) y Corral de Almaguer (Toledo), aunque sería la propia capital la que marcaría el destino profesional y personal de ambos. Centrándonos en su etapa como novios, al comienzo de su relación vivían separados (como es habitual).
El deportista lo hacía en un espectacular chalé de Boadilla del Monte y la periodista en un piso en el centro de Madrid. Sin embargo, en el 2010 decidieron dar el paso de mudarse juntos a la vivienda de Iker Casillas en la localidad madrileña.
Valorada entonces en unos 2 millones de euros, contaba con unos 480 m² distribuidos en cuatro alturas, un jardín de 100 m² y piscina privada. Sin embargo, este chalé de lujo pronto dio paso a una vivienda aún más espectacular.
Iker Casillas y Sara Carbonero compraron una lujosa casa unifamiliar en la urbanización de La Finca, en Pozuelo de Alarcón (Madrid), por 2,5 millones de euros en 2014. Un hogar con más de 1.000 m², 6 dormitorios, 7 baños, spa, gimnasio y una piscina interior climatizada (entre otros detalles).
Por desgracia no la disfrutaron mucho, ya que en 2015 el futbolista fichó por el F.C. Oporto y la familia se mudó a la ciudad portuguesa. A pesar de volver a apostar por un chalé de corte moderno en una urbanización a orillas del río Duero, quizás conscientes de que gozaban de más privacidad, pronto pasaron a un piso (también espectacular) con vistas al mar a las afueras de la localidad.
Una apuesta por un edificio histórico, más acorde al estilo de vida 'slow' de la pareja, que parece que será la tónica en su regreso a Madrid. Así, con su casa de La Finca alquilada, se espera que se instalen en el centro de la ciudad. Concretamente en Pintor Rosales, una zona residencial muy tranquila, al lado del parque del Oeste, donde residen otros famosos como Rosario, Pedro Almodóvar o Genoveva Casanova.
La vida de una pareja está repleta de recuerdos, y muchos de ellos están vinculados al hogar en el que viven. Por eso, una mudanza o una reforma no son solo un cambio de decoración, también es un momento muy emotivo en el que despedirse del escenario de muchas alegrías y alguna tristeza.