Consigue unos abdominales de escándalo incluyendo la fitball en tu rutina

La decisión de empezar a hacer ejercicio es fundamental si queremos llevar una vida más activa, sentirnos mejor y más vitales, pero en ocasiones puede llegar a resultar demasiado repetitivo, sobre todo si nos acostumbramos a hacer siempre los mismos ejercicios.

Lo mejor es modificar nuestras rutinas, combinar distintos entrenamientos para que nuestro cuerpo no se acostumbre a ellos y continúe mejorando. Intercalar entrenamientos de fuerza con otros de cardio o probar ejercicios nuevos que nos ayuden a mantener la motivación. Una buena forma de conseguirlo es introducir elementos como la fitball.

Las fitball son pelotas redondas de grandes dimensiones que se emplean en tipos de entrenamiento y que pueden resultar muy útiles para mejorar la fuerza, el equilibrio, la flexibilidad o la coordinación. Puede emplearse como apoyo o para trasladar, y también para incrementar la intensidad del entrenamiento.

Incluir este elemento, que puedes encontrar en Amazon a partir de 15 euros (compra aquí), en nuestro entrenamiento de la zona abdominal nos servirá para ganar tonificación y fuerza en esta parte, así como a mejorar nuestra postura corporal, el equilibrio sele ser más fácil de lograr cuando tenemos una postura correcta.

Ejercicios con fitball

Uno de los ejercicios que no puede faltar en tu entrenamiento para fortalecer los abdominales son los crunch, en este caso con la ayuda de una fitball. Para ello solo tendrás que sentarte sobre ella, con las rodillas separadas a la anchura de los hombros y en línea con los tobillos.

Desplázate sobre la pelota hasta que tu zona lumbar quede perfectamente apoyada, pero sin mover las piernas. Ahora solo tienes que realizar el ejercicio, estirando la espalda sobre la fitball y después elevando el cuerpo mientras mantienes el core activo.

Otro ejercicio que puedes practicar con ayuda de la fitball parte de la posición de plancha y te ayudará a tonificar los abdominales inferiores. Manteniendo las manos en el suelo, a la altura de los hombros y con los brazos estirados, estira las piernas dejando que tus pies se apoyen sobre la pelota.

Cuando tengas la postura adecuada, solo tendrás que hacer rodar la fitball mientras flexionas las rodillas y las acercas al pecho. Intenta mantener el abdomen contraído para evitar dañarte la zona lumbar.

También perfecto es este otro ejercicio, que comienza tumbada boca arriba con las rodillas flexionadas y en línea con la cadera mientras sujetas firmemente la pelota con los tobillos. Mantén los brazos extendidos sobre el suelo, por encima de la cabeza.

Eleva las piernas hasta estirarlas completamente, que queden perpendiculares al suelo, eleva también los brazos, levantando las escápulas del suelo hasta que toques la pelota con las puntas de los dedos. Regresa a la posición inicial.

Puedes comenzar haciendo unas tres series de diez repeticiones de estos ejercicios, siempre asegurándote de que no te haces daño y que mantienes tu core activo, consulta con un profesional si tienes dudas. Recuerda que es necesario calentar antes de hacer ejercicio y estirar después, para que nuestros músculos no sufran.