Evita los dolores de rodillas con estos sencillos ejercicios físicos
Antes de que llegue a producirse el dolor, intenta evitarlo fortaleciendo la zona con esta rutina deportiva
Hay muchos motivos por los que podemos sentir dolores en las rodillas, aunque algunos de ellos están relacionadas con enfermedades, otros se producen a causa de una mala postura o un mal hábito a la hora de hacer determinados ejercicios.
Sea cual sea tu caso, lo mejor siempre es contar con la opinión de un experto, un médico que se encargue de darte las mejores pautas para impedir que esos dolores lleguen a incapacitarte en tu día a día, es importante evitar que llegue a convertirse en un dolor crónico.
Por eso, tanto si ya has notado algunas molestias en tus articulaciones como si quieres evitar llegar a sentirlas ahora que comienzas a hacer un poco más de deporte, lo mejor es hacer algunos ejercicios que puedan ayudarte a reforzar la zona.
Uno de los ejercicios que puedes comenzar a practicar para evitar la aparición de este tipo de dolores es caminar. Puede parecer muy sencillo, y de hecho lo es, pero los beneficios que obtenemos gracias a esta práctica hace que sea uno de los más recomendados.
Lo ideal es caminar a paso firme y constante entre 20 y 30 minutos cada día. Además de este ejercicio tan saludable y que puede que ya estuvieras haciendo sin pretenderlo, también hay otros más específicos que puedes poner en práctica.
Puedes reforzar tus rodillas haciendo sentadillas pero mejor si las haces utilizando la pared como apoyo. Colócate de espaldas al muro y flexiona las rodillas como si te sentaras en una silla imaginaria, pero esta vez, tu espalda debe quedar recta y apoyada completamente en el tabique.
Mantén esta postura durante unos 10 o 15 segundos, recupera la posición original y repite el mismo ejercicio otras cinco veces. Recuerda reposar entre una vez y la siguiente.
El siguiente ejercicio que puedes hacer para evitar dolores de rodilla requiere que te tumbes boca arriba. Estira una pierna mientras flexionas la otra, apoyando la planta del pie en el suelo. Ahora eleva la pierna que tienes estirada y mantén la posición durante 10 segundos. Repite el ejercicio pero invirtiendo la posición de las piernas.
Para el siguiente ejercicio, túmbate boca abajo sobre una esterilla de entrenamiento y apóyate sobre los antebrazos. Mientras dejas una pierna estirada, dobla la otra 90º, que la planta del pie quede mirando hacia el techo.
Una vez en esta postura, eleva ligeramente la pierna flexionada hacia el techo, manteniendo la postura 20 segundos. Realiza tres series de 20 segundos con cada pierna.
Puedes acabar la sesión haciendo unos ejercicios de equilibrios, apoyando todo el peso de tu cuerpo sobre una pierna mientras flexionas ligeramente la otra. No la eleves hacia delante, dóblala hacia atrás, como si fueras a dar una patada a un balón o estuvieras protagonizando un beso de película romántica. Realiza tres series de 20 segundos con cada pierna.
Resulta clave en todos estos ejercicios que prestes atención a tus límites y, ante cualquier duda que te surja, consulta con un especialista o con tu fisioterapeuta. No dejes que el dolor se convierta en tu vida.
Hay muchos motivos por los que podemos sentir dolores en las rodillas, aunque algunos de ellos están relacionadas con enfermedades, otros se producen a causa de una mala postura o un mal hábito a la hora de hacer determinados ejercicios.