Mañana, tarde y noche: los trucos que puedes seguir para perder peso sin hacer dieta

La mejor forma de perder un poco de peso es cambiar nuestros hábitos menos positivos por otros que nos acerquen a una vida más equilibrada y saludable. Hay algunos trucos que pueden ayudarnos a adelgazar sin necesidad de tener que contar calorías, solo cambiando algunas de nuestras costumbres habituales y adaptándolas a nuestros objetivos.

Desde que nos levantamos por la mañana hay algunas cosas que podemos hacer para ayudarnos a perder un poco de peso y que no se relacionan directamente con lo que tenemos en el plato. Una de ellas y que suele resultar muy útil es levantarnos un poco más pronto por la mañana.

Madrugar un poco más, aunque pueda parecer un fastidio, nos ayuda a disponer de más tiempo por la mañana. De esta forma podremos hacer un poco de ejercicio a primera hora, comenzando el día cargadas de energía.

También es útil si queremos preparar un desayuno un poco más elaborado, cortar fruta, hacer un revuelto de huevos, preparar unas gachas… esto nos lleva un poco más de tiempo que podremos ganar levantándonos antes. Además así podremos poner en práctica uno de los consejos que siempre nos dan, comer de forma tranquila y pausada.

Esto nos ayuda a procesar los alimentos de una forma más efectiva, masticando mejor y notando antes cuándo estamos saciadas, evitando comer más de los que necesitamos.

Para activar tu cuerpo desde primera hora de la mañana, suele recomendarse beber un vaso de agua tibia con limón o un té, una forma eficaz de activar nuestro metabolismo y desintoxicar nuestro cuerpo tras pasar toda la noche relajado e inactivo.

Si has comenzado el día con tantas ganas, no dejes que tu ánimo pierda fuerza conforme avance la jornada. Igual que el resto de ingestas, lo mejor es que intentes comer siempre a la misma hora, así tu cuerpo se acostumbra y puede prepararse para un adecuado y efectivo procesado de los nutrientes.

Para no llegar con un hambre excesivo a la comida, se recomienda tomar un aperitivo sobre las 11 de la mañana, así la hora adecuada para la comida no debería ser más tarde de las 15 horas. Si además tomas un vaso de agua media hora antes, evitarás comer con ansia.

Durante la última hora del día también hay algunos trucos que pueden ayudarte a hacer que cumplir tus objetivos sea más sencillo. Igual que señalábamos que hay una hora para comer que es la más adecuada, también hay efectos favorables en adelantar la hora de la cena.

Lo ideal es tomarla unas dos o tres horas antes de irnos a dormir, entre las 20 y las 21 horas, de esta forma a nuestro cuerpo le habrá dado tiempo a hacer la digestión y nos acostaremos más ligeras. A la hora de irnos a la cama asegúrate de que la habitación queda a oscuras y que la temperatura es la adecuada, así conseguirás un sueño reparador.

Por supuesto no debes perder de vista que todos estos ‘trucos’ resultarán más efectivos si los acompañas de una alimentación equilibrada y una dieta saludable. ¿Quieres un truco final para que no te ‘pille el toro’ y acabes comiendo cualquier cosa? Organízate por la noche y, a la vez que preparas la cena, deja también lista la comida del día siguiente.