Estos errores comunes pueden hacer que tu desayuno deje de ser saludable

El desayuno es una de las comidas más importantes del día y, aunque intentamos que sea lo más completo y saludable posible, no siempre lo conseguimos. Hay algunos errores que cometemos y que deberíamos evitar si queremos que nuestro desayuno sea saludable.

El mayor y más importante de ellos es marcharnos de casa sin desayunar. Cuando intentamos perder peso, en ocasiones pensamos que podemos conseguirlo de forma más sencilla saltándonos alguna de las comidas.

Esto es un error, mantener nuestro metabolismo activo a lo largo del día ayuda a que quememos más calorías. Además, saltarnos una comida solo hará que lleguemos con más hambre a la ingesta siguiente, haciéndonos comer con mayor ansiedad o que acabemos rindiéndonos ante antojos menos saludables.

No son pocas las personas que comienzan la mañana tomando solo un café o un té. Si haces esto porque eres incapaz de consumir nada más y lo tomas un poco más adelante, no pasa nada, no debes obligarte a desayunar, pero si lo haces para adelgazar, puede suponer un problema. Nuestro cuerpo necesita energía para funcionar y afrontar el día que tenemos por delante, para ello necesita combustible.

Algo parecido sucede cuando desayunamos demasiado tarde, demoramos esta ingesta provocando que el hambre que sentimos sea mayor y por tanto comamos más de los que necesitamos. Lo mejor es desayunar tan pronto como sea posible tras levantarnos, y mejor si es de forma relajada.

Pero los errores que cometemos no solo los encontramos en nuestros hábitos diarios, también lo que comemos es importante. Por ejemplo, conviene eliminar de nuestros desayunos la bollería industrial y los productos procesados. Estos no deberían ser la base de nuestra dieta si queremos que esta sea saludable.

En ocasiones incluimos un exceso de hidratos de carbono en forma de cereales, galletas, zumos… Esto no es adecuado porque aumentan los niveles de azúcar en sangre muy rápido, haciendo que al descender igualmente deprisa volvamos a sentir hambre poco tiempo después.

Es importante que no falte la cantidad de fibra adecuada, que conseguirá justo lo contrario de lo que hemos señalado en el párrafo anterior, que la sensación de saciedad sea mayor y tardemos más tiempo en sentir hambre.

Debemos acordarnos de incluir proteínas y grasas saludables para que nuestro desayuno sea lo más equilibrado y completo posible. No dudes en añadir huevos, jamón, pavo, queso, aguacate o frutos secos en tu desayuno. Tampoco dejes fuera la fruta,

Un ejemplo de desayuno equilibrado podría estar formado por un vaso de leche y dos tostadas de pan integral con aceite de oliva y tomate, pero hay numerosas formas de conseguir que tu desayuno se adapte a tus necesidades para que puedas comenzar el día con ganas de comerte el mundo.