Así funciona la dieta de los diez días para adelgazar 5 kilos sin pasar hambre

Hay muchos factores que pueden influir a la hora de adelgazar como la edad, el sexo, la actividad física…, pero sin duda uno de los más importantes es la alimentación. Así, comer de una forma adecuada y equilibrada puede ser clave para conseguir nuestros objetivos y perder peso de manera saludable.

Hay muchos alimentos que escogemos por comodidad y rapidez a la hora de consumirlos, pero a larga pueden acabar dañando nuestra salud e impidiendo que perdamos peso. Esto es precisamente una de las cosas que señala la dieta de los 10 días.

Este plan alimenticio asegura que algunos alimentos pueden llegar a crearnos una adicción parecida a la que se experimenta con algunas drogas y, como sucede con estas, lo mejor es dejarlos de raíz y tomar conciencia de nuestro problema.

Sustancias como el azúcar, la sal, las grasas nocivas o el glutamato monosódico, que pueden encontrarse en productos ultraprocesados, deberían dejar de formar parte de nuestro menú, abriendo espacio a productos naturales, principalmente las frutas y verduras.

Así lo afirma el médico nutricionista Mark Hymann en su libro ‘La dieta detox de los 10 días’, que puedes encontrar en Amazon por 17 euros (compra aquí). En él nos enseña cómo conseguir perder 5 kilos a lo largo de estos diez días de dieta detox arrinconando los productos menos saludables y pasando más tiempo en la cocina.

Este es uno de los puntos principales, lo primero que hay que hacer es entrar en nuestras cocinas y despensas y desprendernos de todo aquello que no es saludable, reflexionando sobre los beneficios de los alimentos que hemos estado consumiendo hasta ahora.

Una vez tenemos la despensa limpia de todos esos productos que no son buenos para nuestra salud, llega el momento de la planificación, de hacer una lista de la compra en la que ir apuntado todo lo que vamos a necesitar, optando por frutas y verduras, mejor si son de temporada.

Lejos de preparaciones sosas y con poco sabor, una de las cosas que propone es apostar por las especias como la cúrcuma, la cayena y el tomillo, que además son desintoxicantes. También por el uso de semillas, salsas como la mostaza de Dijon y aceites vegetales, como el aceite de oliva, para elaborar platos llenos de sabor pero saludables.

Recomienda evitar los lácteos y el café del desayuno, asegurando que pueden producir inflamación en el organismo. En su lugar plantea tomar un buen bol de fruta fresca con un toque de jengibre o un batido de frutas con semillas de chía, de calabaza o cáñamo.

Durante la comida podemos comer hasta saciarnos, no hay límite de cantidad impidiendo así que pasemos hambre. Propone un caldo caliente o un superbufé de ensalada en el que podemos incluir todas las verduras que queramos, preferiblemente sin almidón. Esta comida se acompaña de una ración de proteína como pollo, pavo o salmón, elaborada a la plancha o al horno.

La cena es la ingesta que nos permite una creatividad mayor, siempre que esté formada por proteínas y verduras sin almidón. Por ejemplo, optando por preparar un salmón con cebollas confitadas o pollo con verduras en wok. Puedes cambiar la proteína animal por otras de origen vegetal, como tofu o tempeh.

Durante los diez días que dura la dieta se espera que la sigas de una manera estricta, aunque permite hacer pequeñas excepciones. Apuesta por una alimentación más cuidada y los únicos hidratos de carbono que permite son los que encontramos en las verduras. Aunque la duración del plan es breve, puede resultar muy restrictivo.

Sin embargo, como siempre recomendamos, antes de hacer cualquier cambio en tu alimentación, lo mejor es consultar con un especialista para que pueda guiarte en el proceso para que este sea seguro y puedas alcanzar tus metas sin poner en riesgo tu salud. Más aún si se trata de propuestas restrictivas como esta.