Lourdes Montes se reinventa: de los trajes de flamenca a los ajuares

“La moda flamenca volverá... Todo mi apoyo al sector con más historia y tradición…”, escribía esta semana Lourdes Montes en su perfil de Instagram junto con una foto de uno de sus diseños. En un año en el que el coronavirus ha paralizado todas las ferias de España, la empresaria y mujer de Fran Rivera hace lo que puede, como otros tantos, para salir adelante.

Entre el confinamiento, que no se levantó hasta finales de junio, y las restricciones de la desescalada y la posterior 'nueva normalidad', este año sus clientas (casi todas, figuras de la jet hispalense) se han quedado sin pasear sus nuevos trajes por las casetas de Sevilla, Córdoba o Jerez.

2019, un año redondo

Una crisis económica a nivel nacional que llega en el peor momento para ella, sobre todo ahora, que la sombra del nuevo confinamiento planea sobre toda la geografía patria. Su empresa Miabril, que creó hace unos años con su íntima amiga Rocío Terry cumpliendo su sueño de convertirse en diseñadora, en 2019 experimentó un crecimiento en clave de imagen exponencial. No solo desfiló en varias pasarelas con proyección patria, sino que Agatha Ruiz de la Prada posó con varios de sus diseños e incluso se alió comercialmente con el modisto Miguel Palacio y la hija de Mario Conde.

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Patricia Izquierdo

Económicamente, tampoco le fue mal. Según los datos publicados en el Registro Mercantil a los que ha tenido acceso Vanitatis, la diseñadora facturó en ventas casi 30.000 euros. Una cifra nada desdeñable y que hace que cobre aún más sentido que se centrase en este proyecto dejando de lado Analinen, la firma de diseño nupcial que creó junto a su hermana Sibi.

Una reinvención sorprendente

Ahora, Lourdes ha vuelto a reinventarse. Tal y como la propia protagonista de esta historia ha publicado en Instagram, durante la cuarentena encontró la forma de capitalizar de alguna manera el encierro poniéndose manos a la obra en el diseño y confección de lo único que podíamos disfrutar: textil que pusiera más bonita nuestra casa.

Para ello, aprovechando las telas compradas para los trajes y complementos de flamenca, ambas socias se metieron en la industria de la decoración para dar vida a Miabril Textil, la nueva rama de su negocio dedicada a la venta de “mantelerías, servilletas, plaids, mantas, vajillas... Un ajuar que renovamos hoy para celebrar todos los días”, en palabras de sus fundadoras, que están "muy ilusionadas" con este proyecto.

La marca, de la que esta semana ha empezado a hacer promoción en Instagram, ya cuenta con varios ejemplos en su perfil de servilletas de cóctel bordadas con las iniciales de sus propietarias (LM y RT) y de otras amigas que ya les han hecho sus primeros encargos.

A grandes males, grandes remedios.