Quema calorías y potencia tus piernas con estos ejercicios con salto
Los ejercicios físicos con salto tienen muchos beneficios para nuestra musculatura, pero también para nuestra salud en general
Un entrenamiento completo, con el que actives el cuerpo entero, es la mejor forma de mantenerte tonificada y en forma, además es una estupenda manera de quemar algunas calorías, lo que resulta de gran ayuda cuando queremos adelgazar un poco.
Por supuesto una buena rutina debe incluir distintos ejercicios físicos, modificar nuestros entrenamientos ayuda a que nuestro cuerpo no se acostumbre y siga trabajando, por eso es tan habitual la recomendación de intercalar entrenamientos de fuerza con los de cardio, para que exista variedad.
Además de resultar muy útil para nuestra musculatura, cambiar los ejercicios con los que nos entrenamos también conseguirá que cada día sea diferente y así, será también más divertido. Por eso no debes dejar de incluir ejercicios con salto.
Hacer el entrenamiento más entretenido no es el único motivo para añadirlos, tienen muchos beneficios que conviene que tengamos en cuenta. Por ejemplo, son una estupenda forma de quemar calorías, porque se necesita un gran esfuerzo, se realizan a gran velocidad y estimulan el gasto calórico mientras ayudan a definir la musculatura.
Ayudan a estimular el sistema linfático, a liberar serotonina y reducir el estrés, reduce la grasa corporal, aumenta la capacidad respiratoria, reduce los niveles de colesterol y triglicéridos, estimulan el metabolismo, mejoran la digestión y favorecen el sueño.
Puedes comenzar con el viaje al pasado que supone recuperar la comba, el ejercicio que hacíamos cuando éramos pequeñas y que tantos beneficios tiene, aunque en su momento no lo supiéramos. Una media hora saltando a la comba quema alrededor de 700 calorías.
Lo único que necesitas es una cuerda que sea adecuada para ti y un poco de práctica. El movimiento debe surgir de las muñecas y la espalda debe estar lo más recta posible. Una vez que domines el salto básico puedes ir aumentando la dificultad, elevando rodillas, acelerando el ritmo…
Otro ejercicio clásico es el salto de cajón, que consiste un salto vertical y un poco hacia delante sobre un escalón en el que aterrizamos con ambos pies a la vez. Terminamos con una extensión de rodillas y caderas. Lo mejor es comenzar con poca altura e ir aumentando conforme ganemos seguridad. Lo mismo sucede con las repeticiones.
No necesitamos ayudarnos de ningún objeto para incluir los saltos en nuestras rutinas, prueba de ello son los tuck jump. Solo tienes que saltar en vertical subiendo las dos piernas a la vez lo más alto que puedas. Cae sobre la punta de los pies para amortiguar la caída. Este ejercicio puede ser una buena forma de practicar antes del salto de cajón.
Si buscas algo un poco diferente, prueba con el skater jump o salto del patinador. De pie, con los pies abiertos a la anchura de la cadera y las rodillas ligeramente dobladas, da un pequeño salto hacia la derecha, aterrizando sobre esa pierna. Mientras, pasa la pierna izquierda cruzándola por detrás y hasta que la punta del pie toque el suelo.
Acompaña este movimiento, similar al que harías al patinar, con los brazos, adelantando el brazo contrario al de la pierna de apoyo. Repite hacia el otro lado, comienza con calma hasta que puedas hacerlo de forma fluida.
Una vez más las sentadillas hacen su aparición en el entrenamiento, pero esta vez las acompañaremos de un salto final. Es decir, flexionamos las rodillas como si nos sentáramos en una silla imaginaria pero, en lugar de regresar a la posición original con calma, lo hacemos con un vigoroso salto. ¿Te animas?
Un entrenamiento completo, con el que actives el cuerpo entero, es la mejor forma de mantenerte tonificada y en forma, además es una estupenda manera de quemar algunas calorías, lo que resulta de gran ayuda cuando queremos adelgazar un poco.