Con la dieta de los 17 días podrás adelgazar hasta 5 kilos: ¿en qué consiste?

La dieta de los 17 días está desarrollada para ayudarnos a modificar nuestras pautas de alimentación e invitarnos a llevar una vida más activa, de esta forma nos asegura que podremos llegar a perder hasta 5 kilos en ese plazo de tiempo. Claro, que ese es solo el primero de los cuatro ciclos de igual duración -salvo el último- que forman la dieta que desarrolló el doctor Mike Moreno.

Una de las claves que propone es modificar los alimentos que consumimos durante esos periodos de 17 días de forma constante para así forzar un cambio o reinicio del metabolismo, evitando que se acostumbre a una determinada forma de alimentación y así estimularlo.

Durante la primera fase, que recibe el nombre de ‘acelerar’, es donde se espera que se pierda una mayor cantidad de peso y de forma más rápida. Esto es sí porque en su mayor parte se espera que sean agua, eliminando líquidos y toxinas que nuestro cuerpo no necesita.

Esta fase reduce el consumo de hidratos de carbono y grasas y apuesta por las proteínas magras que aportan energía y sacian, estimulando la pérdida de grasa. Aves como el pollo o el pavo, pescados como el lenguado y el salmón, pero evitando los pescados grandes, por su contenido de mercurio, y los de piscifactoría. También se pueden consumir huevos.

Durante esta etapa se apuesta por las verduras depurativas, se recomienda tomar dos piezas de fruta al día, escogiendo las que son más bajas en azúcar, como las manzanas, las naranjas o las peras.

Permite una o dos cucharadas de aceite al día y recomienda el consumo de líquidos, unos 8 vasos de agua, además de té verde y café, pero un máximo de dos tazas diarias. Para equilibrar el sistema digestivo, destaca la importancia de incluir probióticos en nuestra dieta y lo hace en forma de yogur desnatado o kefir, dos raciones al día.

Si tras estos primeros 17 días todavía quieres seguir perdiendo peso, continúa con la segunda fase de la dieta; si has alcanzado el peso que buscabas, salta hasta la fase cuarta, que es la de mantenimiento y se la conoce con el nombre de ‘llegar’.

En la segunda fase o ‘activar’ hay que alternar un día de la fase anterior, que suele ser más baja en calorías, con otro de esta segunda. Incluye mariscos y carnes magras, así como fáculas y almidones, permitiendo el arroz integral, la quinoa, legumbres como las lentejas o garbanzos y verduras ricas en almidón como la patata o la calabaza.

En el tercer ciclo, o ‘lograr’, aunque las proteínas siguen siendo la base de la alimentación, se consumen en menor medida por el aumento del resto de alimentos permitidos y la incorporación de la pasta. También se permite un consumo moderado de alcohol, aunque el plan es que aprendamos a comer de forma equilibrada, controlando las raciones y con horarios regulares.

En el último ciclo, el cuarto, propone continuar con las normas que hemos aprendido en los anteriores, pero con algunos caprichos, como un consumo moderado de alcohol y permitirnos 3 comidas favoritas a la semana. Este ciclo no tiene límite, de hecho se espera que lo mantengas el resto de tu vida.

Si en algún momento sentimos que queremos perder más peso, siempre podemos volver a alguno de los ciclos anteriores, sobre todo al segundo. Este proceso debemos llevarlo a cabo en paralelo a un aumento de la actividad física, por ejemplo saliendo a caminar a diario un mínimo de 20 minutos.

Siguiendo estas pautas, podremos perder peso de forma rápida y no volver a recuperarlo, pero esto no quiere decir que debamos comenzar esta dieta antes de ponernos en manos de un especialista. Siempre antes de hacer cambios en nuestra alimentación debemos consultar con un médico o nutricionista, para poder perder peso de forma segura.