Descubre qué tipo de ejercicio físico te conviene más según tu edad y cuánto tiempo deberías entrenar

El ejercicio físico tiene grandes ventajas en nuestro organismo porque no solo nos ayuda a controlar nuestro peso, también reduce el riesgo de padecer algunas enfermedades, fortalece huesos y músculos y mejora nuestro estado de ánimo, ayudándonos a sentirnos más felices, relajados y a dormir mejor.

Así las cosas, no es raro que los expertos nos inviten a llevar una vida más activa, haciendo un poco de ejercicio. Sin embargo, la cantidad de ejercicio que debemos hacer para mantenernos sanas y fuertes, varía en función de nuestra edad. También es distinto el tipo de ejercicio que nos conviene.

La OMS, Organización Mundial de la Salud, distingue tres grandes grupos. De los más jóvenes, que están entre los 5 y los 17 años, se espera que dediquen por lo menos una hora diaria al ejercicio físico, los beneficios serán mayores si el tiempo invertido es mayor.

En su caso esta actividad se suele asociar con juegos, deportes y actividades recreativas, no por nada se suele decir que los niños están llenos de energía, mejor aprovechar su fuerza en ejercicios aeróbicos que les ayuden a estar en plena forma, mejorando la actividad de sus músculos y huesos y sus funciones cardiorrespiratorias.

El siguiente grupo es sin duda el más amplio, porque engloba a todas las personas adultas entre los 18 y los 65 años. En esta ocasión el tiempo que nos recomiendan dedicar al ejercicio físico es muy distinto, pasan a ser 150 minutos semanales de actividad física moderada o 75 minutos de actividad física intensa.

Para conseguir mayores beneficios, lo mejor es duplicar estos tiempos. No es necesario cumplir con el tiempo en una sola vez, podemos acumularlo en varios entrenamientos. Como en estas edades el tiempo libre es menor, se pueden aprovechar desplazamientos o tareas domésticas.

Si a los 20 años cualquier entrenamiento es adecuado porque es cuando alcanzamos nuestro mejor estado físico, a los 30 años debemos prestar atención a nuestra masa muscular, que comienza a descender. Conviene comenzar a trabajar la fuerza y la elasticidad, así como los entrenamientos cardiovasculares.

A partir de los 40 años, si nunca has hecho ejercicio, es un gran momento para comenzar, aunque siempre con cuidado y bajo supervisión -esto debería ser siempre así, por mucha juventud de la que presumamos-, porque las recuperaciones son más costosas.

Conviene seguir entrenando la fuerza y podemos tonificar nuestro cuerpo con yoga o Pilates, unos ejercicios también muy recomendados para las siguientes décadas, donde las caminatas y la natación también nos resultarán muy útiles.

Para los adultos mayores de 65 años, la OMS recomienda hacer 150 minutos semanales de ejercicio aeróbico moderado, 75 minutos de ejercicios vigorosos o una combinación de ambos, en sesiones de 10 minutos como mínimo. Paseos caminando o en bicicleta, tareas domésticas, juegos y deportes son bienvenidos para evitar problemas de salud y reducir el riesgo de depresión y deterioro cognitivo.

Esto es solo una recomendación, hay que aprender a escuchar a nuestro cuerpo y, si nos pide más actividad física, no dudar en ponernos las mallas y ejercitarnos. Eso sí, lo mejor es ponernos en manos de profesionales que nos ayuden a encontrar nuestros límites, para poder mejorar sin hacernos daño.