Adelgaza y reduce cintura en solo dos semanas con la dieta Fat Flush

La dieta Fat Flush pretende, a través de cambios significativos en nuestra alimentación, conseguir que adelgacemos a través de un sistema detox, con el que quemar grasa y acelerar nuestro metabolismo. Los resultados y la pérdida de peso serían visibles en apenas dos semanas y podríamos llegar a reducir hasta tres centímetros de cintura, así como el volumen de zonas como muslos y caderas.

La responsable de este plan es la nutricionista Ann Louise Gittleman quien desarrolló un sistema en tres fases pensado para ayudarnos a eliminar la grasa que nuestro cuerpo no necesita adoptando nuevos hábitos alimenticios tras un proceso de desintoxicación.

Gittleman defiende que una adecuada combinación de alimentos hará que aumente el ritmo de nuestro metabolismo, logrando que nuestro cuerpo elimine los lípidos de forma más eficiente. Para ello considera que el primer paso es depurar el hígado, al que considera una especie de horno para quemar grasas.

Este método planea disminuir la retención de líquidos, controlando la ingesta de grasa e hidratos de carbono a lo largo de las tres fases de las que se compone esta dieta, en las que también será necesario calcular la cantidad de calorías que consumimos para conseguir los resultados esperados.

Fase 1: la desintoxicación

Esta fase dura dos semanas y es bastante restrictiva, gracias a ello en poco tiempo notaremos los primeros resultados del plan de adelgazamiento. La ingesta de calorías se limitará a unas 1100 o 1200 diarias y quedan prohibidos los carbohidratos, las legumbres y los lácteos.

Se recomiendan las proteínas magras, como el pescado, el pollo o el pavo sin piel, las frutas y verduras. Durante la fase de desintoxicación se requiere que se ingieran 8 vasos diarios de zumo de arándanos, además del agua, para reducir la retención de líquidos.

Fase 2: la reducción

Esta fase se alargará hasta alcanzar el peso deseado y permite aumentar la ingesta de calorías hasta las 1200 o 1500 diarias. Poco a poco incorpora algunos hidratos de carbono, como el arroz integral o las zanahorias, así como algunas legumbres, como los guisantes. Durante esta fase recomienda no tomar a la vez frutas y verduras y hacer cinco comidas diarias

Fase 3: el mantenimiento

En teoría, una vez alcanzado el peso deseado podríamos comenzar esta nueva fase, que adoptaríamos como forma de vida. Consumiremos unas 1500 calorías y añade una cantidad limitada de lácteos. Los alimentos que tomaremos se repartirán de forma diaria con una proporción de 40% de carbohidratos, 30% de proteínas y 30% de grasas.

Durante las dos primeras fases se recomienda caminar una media hora cinco veces por semana y poco a poco incorporar ejercicios de bajo impacto físico. A partir de la tercera podemos aumentar la intensidad y comenzar un entrenamiento con pesas, para tonificar los músculos.

El cambio que nos propone es importante, por eso antes de plantearnos realizar grandes cambios como este, lo mejor es consultarlo con un especialista. Ellos te ayudarán a encontrar la mejor manera de perder peso sin que tu salud se resienta y obteniendo los mejores resultados.