Country core: las 5 compras para apostar por el estilo decorativo más hogareño

A lo largo de los últimos años hemos visto como el estilo minimalista y nórdico, con líneas depuradas y colores fríos, arrasaba en decoración. Sin embargo, como es habitual, las tendencias han ido cambiando. Virando en los últimos meses hacia propuestas hogareñas donde lo barroco, el brillo de los años 20 y lo rústico llegan con fuerza.

Centrándonos en este último, buena parte de su éxito se debe a la pandemia. Al estar más tiempo en casa, hemos echado de menos los entornos naturales, el bosque o lo rural..., haciendo que queramos trasladar sus detalles a nuestras residencias habituales.

Una tendencia que ha puesto en valor diferentes modalidades de estilo rústico, desde el más tradicional al cottage (como las casas de campo estilo inglés) o el farm (inspirado en las granjas). Todos ellos con ideas muy similares aunque con características diferenciadoras, como también ocurre con el estilo decorativo que te queremos presentar hoy: el country core (esencia country).

Su propio nombre ya nos da una pista, al hacer mención al popular estilo de música. Por lo que si te imaginas algunos de los videoclips de estas canciones, con piezas de madera, tejidos naturales, una gran lámpara de araña o una encantadora mecedora, estás acertando. Eso sí, todo con un toque actual y más romántico, similar a la estética de Taylor Swift en su último disco.

Así, la base más clara del country core es la de aprovechar esos muebles que quizás tienes en una casa de pueblo o el trastero de tus abuelos o padres, e incorporarlos a tu actual decoración. Un remix ecléctico que, si sabemos cómo, puede resultar muy estiloso. Uniendo piezas antiguas con puntos más modernos.

Sin embargo, si no dispones de estas piezas de herencia familiar, también puedes unirte a esta tendencia visitando anticuarios, tiendas de segunda mano o Ikea. La firma sueca también se deja seducir por el encanto de lo rústico, con muebles que dan un aire hogareño y cálido a cualquier estancia.

Una muestra de ello la encontramos en piezas de madera como la balda Torviken o la nueva línea Hauga. Piezas perfectas para formar diferentes composiciones, en colores como el blanco, el negro, el gris o el verde, que nos recuerdan por sus líneas a piezas antiguas como los tipo secreter o consolas.

A la venta por 30 euros y 207 euros, son muebles muy versátiles que encajarán de fábula en cualquier habitación. Aunque, como nos ofrecen desde Ikea, en la cocina y en un comedor quedan de cine.

Si dispones de espacio, en el salón o en tu propia habitación, este tipo de sillones orejeros también son claves en el estilo country core. Al igual que las mecedoras o los columpios de jardín, podemos imaginarnos durante horas leyendo en ellos.

Por si no tienes ninguno de herencia familiar, Ikea te presenta su modelo Strandmon por 249 euros. Disponible en seis tejidos diferentes, nos ha gustado especialmente la opción en cuadros vichy y en terciopelo verde. Dos ideas rústicas y chic de manual.

Finalmente no podemos olvidarnos de los textiles. Las fundas de cojín, las colchas, nórdicos, toallas o alfombras brindan un cambio muy visible a la decoración de una vivienda por muy poco dinero.

Disponibles por 5 euros la funda Leikny y por 25 euros el juego nórdico Kopparranka, las telas florales siempre brindan un aire campestre y hogareño a una habitación. Así, sea en mayor o menor medida, no dejes de incorporar un detalle rústico de country core a tu casa. Una tendencia cálida, relajante y muy asequible gracias a Ikea.