Las 6 novedades de edición limitada de Ikea para vestir de lujo tu hogar

El arte debería estar al alcance de todos, por lo menos esta es la opinión que defiende la firma de decoración escandinava, y por eso una vez más colabora con distintos artistas y diseñadores para demostrar que la imaginación no tiene límites y hasta los objetos más cotidianos pueden ser una obra de arte.

Por eso, una vez más, Ikea ha puesto en marcha su iniciativa IKEA Art Event, en la que presenta una colección limitada de artículos que no solo sirven para embellecer nuestro hogar, también son prácticos y podemos usarlos, cogerlos, colocarlos en una estantería, encenderlos… Una nueva visión de algunos objetos cotidianos que nos invitan a dejarnos llevar por nuestra imaginación y a comprender que el arte no es solo lo que vemos en los museos, ahora también está al alcance de nuestras manos.

La vida cotidiana es la fuente de inspiración de Stefan Marx, que hace obras tipográficas basadas en ideas que obtiene de conversaciones que escucha en su entorno, de canciones o que lee en sus libros preferidos. Le interesa “la forma en que la disposición de algunas palabras o frases pueden expresar un sentimiento o estado de ánimo”.

Así, ha diseñado un jarrón (17 euros) en el que se puede leer 'I’m so so so sorryyyy' ('Lo siento tanto'), en letras negras sobre el fondo transparente de cristal, y una manta (30 euros), perfecta para los días frescos, donde el mensaje es claro: 'I wait here you forever as long as it takes' ('Te esperaré eternamente, lo que haga falta').

Combinando su fascinación con el tiempo y su interés en la idea de la arquitectura en movimiento, el artista multidisciplinar Daniel Arsham ha creado esta original pieza, un reloj (35 euros) que “parece estar en un estado de movimiento delicado”. A Arsham le fascina poder transformar objetos domésticos cotidianos en emocionantes obras que suscitan conversaciones.

Bastian Bischoff y Per Emanuelsson son Humans since 1982, que fusiona el arte y el diseño para crear artículos cotidianos subversivos. En esta ocasión nos ofrecen una versión poética de la tecnología, cogen drones y los colocan en un exhibidor de aluminio para que parezca una colección de mariposas (45 euros). También nos ofrecen la versión simplificada, con un solo dron (17 euros).

El colectivo creativo con base en Tokio, Gelchop, combina artículos ordinarios con elementos inesperados para crear nuevos elementos. En esta ocasión han querido darle un giro a uno de los indispensables de Ikea, la llave Allen, y basándose en su diseño han creado una lámpara de mesa (35 euros) y una linterna (disponible en azul metálico y plata por 17 euros).

La última de sus propuestas es la de la diseñadora Sabine Marcelis, que inspirada en los lienzos rasgados del pintor italiano Lucio Fontana, ha creado una lámpara de pared que se aleja del diseño de iluminación tradicional. Vienen en dos tamaños diferentes (25 y 40 euros) y pueden cambiar su tonalidad en cinco colores distiintos, creando “una luz dinámica que surge de una sola superficie sólida”.

Estas mentes creativas han elegido objetos reconocibles y les han dado un giro artístico único, cambiando nuestra idea de lo que realmente es un reloj, una lámpara, una linterna, una manta, un jarrón o un cuadro, y gracias a Ikea podremos disfrutar de estas pequeñas obras de arte en nuestro hogar.