Los principios de la dieta Manhattan, el secreto de las neoyorquinas para adelgazar

Hace unos años se supo que las neoyorquinas eran las estadounidenses entre las que existían menos problemas de obesidad. Esta información fue suficiente para que Eileen Daspin se pusiera manos a la obra y tratara de averiguar qué era eso tan diferente y saludable que hacían para mantener la figura y adelgazar.

El resultado de su estudio fue un libro que más adelante publicó bajo el título ‘La dieta Manhattan: pierde peso mientras llevas una vida fabulosa’ y que causó una gran controversia, sobre todo porque, junto con algunos buenos consejos, también se incluían otros trucos no tan saludables.

No se trata de un estudio científico, de hecho la autora se basa en la experiencia de 25 mujeres de la gran manzana que comparten estilo de vida. Este fue otro de los puntos que tampoco satisfizo a la mayoría, que consideraban que llevar el mismo ritmo de vida que estas mujeres no estaba al alcance de todos.

Así, la dieta Manhattan recomienda controlar las cantidades, dejando siempre algo en el plato, comer variado y apetitoso, pero evitando lugares de comida rápida, aliñar nuestra comida con aceite de oliva, comer despacio y caminar mucho.

A pesar de que lo que este libro recoge son trucos y consejos que no siempre son adecuados, hay algunos puntos en los que esta dieta se apoya que conviene tener presentes y que deberían formar parte de nuestras rutinas saludables. Por ejemplo, evitar comer mientras caminamos o vamos en el coche. Es mejor comer despacio, disfrutando y saboreando el plato que tenemos delante.

Otro de los puntos que defiende esta dieta es cuidar las raciones. Este es uno de los trucos más habituales, sobre todo cuando no queremos calcular calorías. Es recomendable consumir las cantidades adecuadas que nuestro cuerpo necesita para funcionar y mantener nuestra energía durante todo el día, sin pasarnos, ni por exceso, ni por defecto.

Mantenernos alejadas de la comida rápida, por lo menos de forma habitual, y los ultraprocesados no es mal consejo. Nos invita a comer variado y cocinar más en casa, consiguiendo así que los ingredientes que ponemos en el plato sean naturales y sepamos en todo momento qué estamos comiendo, evitando aquellos que son buenos para nuestra salud.

Al parecer las mujeres neoyorquinas caminan mucho, sin duda este es otro de los consejos que merece la pena tener en cuenta. El ejercicio físico es importante para mantenernos saludables y no solo para ayudarnos a perder peso. Un ejercicio con el que nos divirtamos y que nos ayude a estar en forma puede ser clave para conseguir nuestras metas.

Así, si bien el libro de Daspin no deja de ser un retrato de la forma de vida de ciertas mujeres en la gran manzana que no es extrapolable, ni recomendable, para la mayoría, sí hay algunos detalles que podemos aprovechar en nuestro beneficio. Para llevar una vida fabulosa tendremos que cuidar lo que comemos, alejarnos de la comida rápida y hacer ejercicio.

Si queremos perder peso, lo mejor es hacerlo con seguridad y para ello debemos ponernos en manos de profesionales, médicos y nutricionistas, que puedan hacer un estudio personalizado de nuestro caso particular y nos guíen en el camino para lograr nuestros objetivos sin poner en riesgo nuestra salud.