Joaquín Prat nos desvela sus rutas de tapeo y esos rincones donde huye de la fama en Mallorca y Madrid

Para comer

Luzi Bombón.

El desayuno más recurrente: "Lo tomo en casa: uno o dos cafés solos. No desayuno nada más porque me gusta hacer deporte en ayunas, después de dejar a mi hijo pequeño en el colegio. Eso sí, cuando voy de viaje y me encuentro esos buffets mañaneros de hotel, con manjares dulces y salados, desayuno para todo el día".

Ruta de tapeo: "Me gusta mucho tomar vermut de grifo con unos boquerones en vinagre, aceitunas y patatitas fritas. Hay una taberna en Madrid donde lo sirven especialmente bueno, la Bodega de la Ardosa (Colón, 13), tanto que sus mesas son antiguos barriles de vermut a granel".

ALMUERZO CON AMIGOS: "Sé que no fallo si quedamos en Filandón (Ctra. de El Pardo a Fuencarral, km 1.9), en Madrid. Suelo pedir callos con garbanzos y un buen pescado al horno. Otro de mis imprescindibles es Bodega Barahona-Casa Manolo (Plaza San Bartomeu, 2), en Ses Salines, al sur de Mallorca. Para mí, el mejor restaurante de la isla, con un pescado excepcional. Su calamar de potera en su tinta es un auténtico placer para los sentidos".

buon apPetito: "Si quiero disfrutar un buen plato de pasta, voy a Luzi Bombón (Paseo de la Castellana, 35), en la capital. Siempre pido los tagliolini con trufa".

hoy, hamburguesa: "Ninguna como las del madrileño Alfredo’s Barbacoa (Juan Hurtado de Mendoza, 11). Mi favorita es la de queso y beicon, sin tomate ni lechuga, con pepinillos y un poco de cebollita tostada o caramelizada".

dulces gourmet: "No soy muy de postres, pero la oblea de tarta de manzana con helado de vainilla del restaurante Flanigan (Local 16, Puerto Portals), en Mallorca, es más que recomendable".

Para comprar

Librería Solidaria.

Básicos de moda: "Mis camisas y jerséis favoritos son de Replay y mi última compra ha sido una sudadera de Zadig & Voltaire en Madrid (Serrano, 54)".

Complementos top: "Suelo comprar los complementos en internet; el último es un casco para la moto de la marca Roeg. Pero mi auténtica debilidad son las gorras, de hecho colecciono las trucker cap o de camionero, con red en la parte posterior. Tengo auténtica pasión por ellas".

Librería favorita: "Frecuento la Librería Solidaria (Claudio Coello, 112), en Madrid. Son maravillosos y todos los libros que tengo se los dono después de leerlos. El último que he comprado y (y leído) es ‘Sidi’, de Arturo Pérez-Reverte".

Para cuidarme

En forma: "Nado y hago algo de musculación en el gimnasio Holmes Place, en La Moraleja. También salgo a correr y voy al centro de boxeo Box Ragnarok (Tomás Redondo, 2), en el barrio de Hortaleza de Madrid. A diario soy muy organizado, tengo mis días minutados, algo que me ayuda mucho a tener estabilidad emocional y física, así que no suelo salirme del plan establecido. El fin de semana, todo es más anárquico".

Un spa para desconectar: "Me han hablado muy bien del Balneario de Mondariz (Avda. Enrique Peinador s/n), en Galicia, de modo que en cuanto tenga ocasión, iré. Lo que sí hago es comprar las cremas Apot.Care cuando voy a hacerme alguna limpieza facial al centro de Felicidad Carrera (Castelló, 67), en Madrid".

Para viajar

Cap Rocat.

Hotel de ensueño: "Sin duda, Cap Rocat (Ctra. d'Enderrocat s/n), situado en el lugar más maravilloso del mundo, la bahía de Palma de Mallorca. Un plus: su spa, excavado en las rocas, con piscina de agua salada".

Una playa para perderme: "Playa d'es Carbó, aislada y kilométrica, en Ses Salines, al sur de Mallorca".

Tarde de cine: "Ahora no voy mucho al cine, pero mis salas favoritas son los Kinépolis Diversia, en Alcobendas. Soy muy de ver películas en casa (últimamente, mucho cine español), pero tengo varias pendientes de estreno, como la nueva versión de ‘Dune’ y ‘Top Gun: Maverick’, continuación de la clásica de los 80. Mis favoritas son las películas de acción”.

Los museos que más visito: "El Thyssen-Bornemisza y el Reina Sofía, en Madrid, y la Tate Modern, en Londres".

Un destino en el mundo: "El Triángulo de Oro, la frontera entre Tailandia, la antigua Birmania, ahora Myanmar, y Laos. No se parece en nada al resto de lugares que he visitado en mi vida. Viajar allí es como transportarse a otro mundo. Me gusta porque es un lugar donde te sientes como un explorador del siglo XIX. Pura evasión. También por su cultura, la zona selvática en la que se encuentra y la espiritualidad del lugar".