Errores que cometemos en la comida del mediodía y nos impiden adelgazar

Muchos son los factores que conviene tener en cuenta a la hora de llevar una vida saludable, más, incluso, cuando lo que buscamos no es solo eso sino también adelgazar y peder peso. Aunque muchos de ellos no podamos controlarlos, como las cuestiones ambientales, genéticas o el inexorable paso del tiempo, hay otras que si podemos modificar en busca de lograr mejorar los aspectos de nuestra vida que estábamos descuidando.

Una vida sedentaria suele ser uno de los primeros que queremos cambiar. Y comenzar a hacer un poco de ejercicio físico, aunque solo sean los 150 minutos semanales que la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda como mínimo, es un estupendo primer paso. Nuestra alimentación también es importante para lograrlo; sin embargo, no siempre acertamos con los cambios que ponemos en práctica, sobre todo cuando queremos perder peso.

En busca de adelgazar un poco, solemos modificar algunos de nuestros hábitos y no siempre lo hacemos de la manera correcta; de hecho, hay algunos errores que cometemos cuando queremos adelgazar que lo que consiguen es todo lo contrario. Uno de los más frecuentes es pensar que porque estamos comiendo comida saludable podemos tomar las cantidades que queramos.

Lo cierto es que, si queremos perder peso, es necesario crear un déficit calórico, es decir, quemar más calorías de las que consumimos, y para ello tendremos que tener en cuenta lo que comemos, así como el ejercicio que hacemos. Si seguimos consumiendo más calorías de las que quemamos, no perderemos peso.

Encontrar el equilibrio de macronutrientes que nuestro cuerpo necesita, sin renunciar a ninguno de ellos es clave. No es raro encontrarnos con dietas que eliminan los hidratos de carbono de nuestras comidas, o las grasas. Sin embargo, eliminar completamente un grupo de alimentos nunca es una buena idea, es mucho mejor buscar el equilibrio adecuado para nosotros.

Hay muchos trucos que podemos poner en práctica, formas de aprender a calcular las raciones de una forma sencilla e intuitiva que pueden ayudarnos a que nos resulte más sencillo, como el método de la mano -que emplea esta parte de nuestro cuerpo para calcular las cantidades sin necesidad de recurrir a una báscula- o el método del plato, que lo divide en tres partes, donde el 50% serán verduras, el 25% proteínas y el otro 25% carbohidratos.

Otro error que puede impedirnos adelgazar es comer demasiado deprisa, el estrés diario en ocasiones nos deja poco tiempo y lo hacemos rápidamente. Esto no es una buena idea porque no solo nos impide disfrutar de la comida, tampoco nos permite escuchar a nuestro cuerpo, que es el encargado de avisarnos de cuándo hemos comido la cantidad necesaria; al comer despacio podremos parar cuando sea suficiente en lugar de llenarnos en exceso.

Conviene comer variado, seleccionando alimentos de temporada, que será cuando resulten más ricos y nutritivos. Asociar la comida saludable con aburrida es otro de los errores que hará que pronto abandonemos esta forma de alimentación, por lo que no debemos tener miedo a experimentar en la cocina, probar recetas nuevas y diferentes, innovando con las especias, que pueden ayudarte a acelerar tu metabolismo, los aliños o las diferentes cocciones que existen.

La hora de la comida es una de las más importantes, por eso conviene evitar estos pequeños errores que pueden impedirnos perder peso y hacer que nuestra propuesta de llevar una vida más saludable se tambalee. Una de las mejores soluciones para evitar cometer este tipo de fallos es ponernos en manos de profesionales, porque con su guía encontraremos la forma de lograr nuestros objetivos de la mejor manera posible.