Todo sobre la dieta OMAD para adelgazar y por qué no debes seguirla
Una de las formas más radicales de ayuno intermitente es la dieta OMAD, una manera de alimentarse para perder peso y adelgazar que no siempre es recomendable
La dieta OMAD es cada vez más conocida y controvertida, no es para menos ya que consiste en hacer solo una comida al día; de hecho, así lo afirma su propio nombre, que es un acrónimo de esto mismo, pero en inglés: One Meal A Day. Es una forma bastante radical de ayuno intermitente, que restringe la alimentación durante 23 horas al día, permitiendo la ingesta durante la hora restante.
Existen diferentes tipos de ayuno, siendo el 16:8 el más extendido, porque es también uno de los más sencillos de seguir. Las horas de ayuno coinciden con las horas de sueño y, extendiendo ligeramente ese tiempo, cenando pronto y desayunando un tiempo después de despertar, apenas tendremos que modificar nuestras rutinas. Sin embargo, lo que propone la dieta OMAD es muy diferente.
Como sucede con el ayuno intermitente en general, no existe un plan de alimentación asociado a él. Este tipo de dietas no especifican qué tipo de alimentos podemos tomar mientras lo realizamos ni en qué cantidades, y la dieta OMAD no es una excepción. Durante la hora que está permitido comer tendremos que tomar las calorías necesarias para todo el día, así como los nutrientes que nuestro cuerpo necesita.
Esto hace que, de forma natural, ingiramos menos calorías de forma diaria, puesto que es muy probable que nos sintamos saciados antes de consumirlas todas, sobre todo cuando apostamos por una alimentación equilibrada. Es precisamente en este punto donde reside uno de los mayores riesgos de seguir esta dieta, puesto que será muy complicado incluir todos los macronutrientes y micronutrientes que nuestro cuerpo necesita en solo una comida.
Es probable que, de seguirla, estemos ingiriendo, por ejemplo, menos proteínas de las recomendables. Estas resultan saciantes, por lo que es habitual sentirse llena antes y, por tanto, ingerir menos de las que requiere nuestro cuerpo de forma diaria. Debido a la forma en la que está planteada esta dieta, suele generar un déficit calórico de forma natural; es decir, ingerimos menos calorías diarias de las que quemamos. Sin embargo, mantener esto a largo plazo puede provocar problemas de salud, por no hablar de las consecuencias que puede tener a nivel emocional y psicológico: ansiedad por la comida, culpabilidad si se come fuera de horario, etc.
Además, estos ciclos de ayuno seguidos por otros de grandes ingestas de alimentos en poco tiempo pueden provocar problemas gastrointestinales, molestias abdominales e incluso diarrea. Algunas personas pueden sentir hambre extrema, fatiga, irritabilidad, dificultad para concentrarse, náuseas, mareos y estreñimiento, lo que da cierta idea de lo poco recomendable que es seguir esta dieta sin la supervisión de un profesional.
De hecho, el uso más frecuente de esta dieta, siempre supervisado por personal médico, es puntual y para evitar estancamientos en la pérdida de peso. Seguir la dieta OMAD como patrón alimenticio a largo plazo puede tener efectos similares a una restricción calórica crónica, que genera problemas a largo plazo como reducir la velocidad metabólica en reposo haciendo que sea más complicada la pérdida de peso.
Aunque de otros protocolos de ayuno sí que existen estudios que señalan los beneficios que este tiene para la salud, como reducir el riesgo de padecer problemas cardiovasculares, mejorar la sensibilidad a la insulina o disminuir la grasa visceral, de la dieta OMAD no existen referentes, por lo que no está comprobado que estos beneficios sean también aplicables a ella. Por eso, esta dieta no se recomienda en embarazadas y lactantes, enfermos graves o personas con antecedentes de trastornos de la conducta alimentaria, entre otros.
Así las cosas, se desaconseja seguir esta dieta sin la correcta supervisión de un experto en la materia, y aun así no se suele mantener a largo plazo, es más habitual verla intercalada con otros tipos de ayuno o emplearla de una forma puntual para esas ocasiones en las que, como hemos señalado antes, se ha producido algún estancamiento en la pérdida de peso. Este sistema no es saludable ni sostenible, por eso, antes de seguirlo por nuestra cuenta, lo mejor es ponerse en manos de médicos y nutricionistas que nos ayuden a alcanzar nuestros objetivos sin que nuestra salud corra peligro.
La dieta OMAD es cada vez más conocida y controvertida, no es para menos ya que consiste en hacer solo una comida al día; de hecho, así lo afirma su propio nombre, que es un acrónimo de esto mismo, pero en inglés: One Meal A Day. Es una forma bastante radical de ayuno intermitente, que restringe la alimentación durante 23 horas al día, permitiendo la ingesta durante la hora restante.