Los mejores consejos para correr por la playa

Los amantes de la costa y el ejercicio físico seguro que encuentran en correr por la playa uno de sus mayores placeres. Lo cierto es que esta saludable actividad puede tener muchos beneficios para nuestra salud y para nuestro cuerpo, pero como tantos otros ejercicios físicos, antes de decidirnos a practicarla conviene conocerla, para saber si es la actividad que más nos conviene y, sobre todo, para poder practicarla sin poner en riesgo nuestra salud.

Hay una parte de esta actividad que es innegable, y es el placer indescriptible que sentimos al correr junto al mar, con la brisa en nuestro rostro y el olor a sal, pero también puede tener algunos beneficios para nuestra salud, como ayudarnos a fortalecer nuestros músculos o a quemar calorías. Correr por la playa hace que el ejercicio físico que realizamos sea más intenso que si escogemos correr sobre asfalto porque la superficie ejerce una resistencia mayor.

La energía que tenemos que emplear para movernos será mayor, igual que esfuerzo realizado, por lo que al final del día, estaremos trabajando nuestros músculos de una forma superior y en un enclave envidiable, en el que podremos darnos un chapuzón una vez finalizado el entrenamiento para poder refrescarnos.

No podemos dejar de señalar que, este esfuerzo mayor que exigimos a nuestros músculos, en pequeñas dosis puede llegar a reforzar tus piernas, gemelos y tobillos, pero conviene evitarlo siempre y cuando tengamos una lesión previa o algún problema articular en huesos o tendones. La irregularidad del terreno puede empeorarlas y provocarnos daños mayores.

Aunque lo más natural nos parezca correr descalzas, sintiendo la arena entre nuestros dedos, lo cierto es que es mejor hacerlo con las zapatillas adecuadas, sobre todo en caso de principiantes. Unas buenas zapatillas deportivas pueden ayudarnos a evitar lesiones, que podemos sufrir más fácilmente si corremos descalzas, torciéndonos el tobillo al pisar sobre una superficie irregular.

No podemos olvidar que, aunque tendamos a idealizarla, la arena de la playa no está exenta de elementos que podrían llegar a hacernos daño al pisarlos, como cristales que llegan hasta ahí por culpa de la acción del hombre, pero también debemos tener en cuenta la presencia de pequeñas piedras y conchas que arrastra la marea. Es mejor escoger unas zapatillas con una buena amortiguación y unos calcetines adecuados que impidan que pueda entrarnos arena que nos produzca rozaduras.

Al correr por la playa es importante elegir un buen momento para hacerlo, cuando no haya mucha gente que pueda molestarnos o a la que podamos molestar nosotras, pero seleccionando una hora del día en la que todavía no haga demasiado calor o el sol sea demasiado potente. Recuerda siempre que salgas a correr cuidar tu piel y usar un protector solar adecuado.

No debemos descuidar las mareas, tenerlas en cuenta puede resultarnos muy útil porque es más sencillo correr sobre la arena húmeda, donde el terreno es más firme. Al ser un entrenamiento exigente, puede que tengas que cambiar tus rutinas y evitar la carrera continua, optando por variaciones en las que compagines tramos corriendo y otros andando.

A pesar de estar corriendo junto al mar, esa agua no es potable y mantenernos hidratadas es importante, por eso puedes optar por llevar una botella de agua. Cuida el calzado, protege tu piel y, sobre todo, disfruta del estupendo escenario en el que tienes la suerte de entrenar.