Por qué Instagram y muchas influencers están obsesionadas con los cristales sanadores y sus motivos

Kim Kardashian confió en el poder sanador de los cristales para volver a recomponerse tras el robo que sufrió en París y recuperar el equilibrio que esta situación traumática había destruido; convirtiéndose en su inspiración para su perfume. No es la única del clan que confía en el poder de la naturaleza, también Kylie Jenner ha compartido con sus seguidores su amor por los cristales sanadores.

Gwyneth Paltrow confía en la Cristaloterapia para atraer las buenas energías, pero también otros nombres como Gigi Hadid, Lena Dunham, Katy Perry -que hace poco compartió consejos en las redes sociales sobre el tema con Miranda Kerr, exmujer de Orlando Bloom-, Victoria Beckham o Adele. ¿Qué tienen los cristales que tantas famosas caen rendidas ante sus encantos? Lo cierto es que más beneficios de los que parece a simple vista.

No todos los cristales tienen las mismas propiedades según esta teoría. Por eso es importante tener claro lo que queremos conseguir con ellos según los expertos que apuestan por esta materia. Cada uno de ellos vibra con una frecuencia de sanación y armonización distinta y por eso los resultados que obtenemos con cada una de ellas son diferentes. Hay muchas formas de usarlos, pero todas ellas requieren de nosotras una mente abierta y ganas de mejorar, al fin y al cabo solo son una herramienta.

Algunas de ellas funcionan mejor en contacto con el cuerpo, llevando el cristal siempre encima, para que otras resulten efectivas tendremos que colocarlas en la cama en el dormitorio o en una habitación determinada de la casa, también podemos emplearlas para hacer fluir nuestra energía y, en ocasiones, con la visualización de un cristal ya podemos sentir cómo nos ayudan. La intención es que la vibración del cristal llegue a conectar con la nuestra, abriendo un canal de sanación.

Los cristales sanadores más conocidos

Uno de los más conocidos es el cuarzo rosa, una piedra calmante, famosa por traer la paz y la tranquilidad. Es la piedra del corazón, un cristal de amor incondicional. Se dice que llevar un cuarzo rosa encima atrae la buena energía, la buena gente y también al amor, porque cura viejas heridas, libera penas y duelos y atrae las relaciones armónicas. Se emplea para liberar el estrés y la ansiedad según los entendidos en la materia.

Debajo de tu almohada o sobre la mesita de noche puedes poner una amatista, porque aseguran que mejora la calidad del sueño, es una piedra de protección que brinda serenidad y relajación. Estabiliza las emociones, creando paz interior, es un tranquilizador natural que alivia el estrés, calma la irritabilidad, equilibra los cambios de humor y disipa sentimientos negativos, como el miedo o el enfado.

Para la absorción y la transformación de la energía negativa, se debe confiar en la obsidiana negra según este movimiento. Disuelve los bloqueos emocionales y los traumas del pasado, ayudando a fortalecer la confianza. Puedes distribuirlas por la habitación o en los lugares donde sientas que hay una energía negativa densa. La obsidiana nos impulsa a crecer y también a curar el alma.

El cuarzo cristal es una piedra curativa sumamente sanadora, su claridad se traduce en energía limpia, apartando la energía negativa. Aumenta la creatividad, la motivación y la inspiración y se utiliza para la curación física, espiritual o mental; atrae y canaliza la energía universal lo que facilita la curación de enfermedades. Se recomienda utilizar frente a situaciones de estrés porque es un gran elemento de descarga en palabras de la Cristaloterapia. ¿Te animas a darle una oportunidad al poder sanador de los cristales?