Agua infusionada, tés e infusiones: soluciones refrescantes e hidratantes para la ola de calor

• ¿Cómo vestir cuando hace mucho calor? 5 vestidos y camisetas para combatirlo con estilo
• ¿Cómo ir bien vestida al trabajo en plena ola de calor? 5 looks para el verano
• 6 consejos fáciles e infalibles para dormir bien a pesar de la ola de calor

El verano y el calor hacen que busquemos la mejor forma de refrescarnos frente a las altas temperaturas. Los refrescos y bebidas azucaradas comienzan a ser cada vez más apetecibles, pero no siempre son las soluciones más saludables ni las mejores a la hora de hidratarnos, tan necesario durante las olas de calor que estamos viviendo en estos meses que llevamos de sol. Para evitar caer (a menudo) en esta tentación tenemos al alcance de nuestra mano otras bebidas más healthy, como las aguas infusionadas, los tés fríos o las infusiones.

Las aguas infusionadas son cada vez más conocidas gracias a las redes sociales, y son una estupenda solución para quienes quieran una opción refrescante, deliciosa, económica y saludable. Además son muy sencillas de preparar, solo hay que dejar frutas, hierbas aromáticas, verduras o especias en agua fría para que, de esta forma, su aroma y sabor pasen al líquido, haciendo que resulten mucho más ricas de beber y sin apenas calorías.

Todos somos conscientes de la importancia de beber agua a lo largo del día, pues no solo ayuda a que no nos deshidratemos, sobre todo en épocas de calor, también puede ser clave para perder algo de peso porque, si bien es cierto que beber agua por sí solo no adelgaza, los beneficios que este líquido nos aporta pueden ser cruciales para lograrlo, siempre que lo acompañemos de una dieta adecuada y ejercicio físico.

El agua ayuda a calmar el apetito, no porque tenga propiedades saciantes de por sí, sino porque a veces lo que sentimos no es hambre sino sed y nos cuesta diferenciar las distintas llamadas que nuestro cuerpo nos manda para que las atendamos. Tomar un vaso de agua antes de las comidas además puede ser útil para evitar que lleguemos con hambre y comamos demasiado deprisa, evitando darnos cuenta de cuándo estamos saciados de verdad y, por tanto, parando de comer cuando hemos ingerido la cantidad de alimentos suficientes para nuestro cuerpo. Además, el organismo necesita agua para quemar grasa, por lo que conviene asegurarse de que nos hidratamos de forma adecuada.

La deshidratación causa fatiga, por lo que evitándola estaremos logrando sentirnos más despiertos y llenos de energía. Hay muchas opciones que podemos escoger para mantenernos hidratados, pero el agua es la mejor y la más saludable, haciendo que limitemos la ingesta de azúcares, que sería excesiva al seleccionar zumos no naturales o refrescos de otro tipo. Sin embargo, entre sus muchas cualidades, destaca que el agua es insípida, como ya sabemos, lo que hace que para mucha gente sea una opción aburrida.

Para evitar que esto suceda puedes escoger alternativas más originales y sabrosas, como el agua infusionada. Seleccionando la mezcla de frutas o verduras que decidas y dejando que el agua se impregne de su sabor, pero también de algunas de las cualidades de estos ingredientes. Por ejemplo, aprovechando las propiedades antioxidantes y antiinflamatorias de las frutas y verduras o los principios activos de las plantas escogidas.

Solo necesitarás una jarra de boca ancha con capacidad para 1 litro y agua mineral o del grifo, como la consumas habitualmente. En ella coloca los ingredientes deseados, remueve con fuerza y deja que repose unas dos horas antes de consumir; si la dejas en la nevera será más refrescante. Para obtener un sabor más intenso, puedes cortar los ingredientes en trozos más pequeños o dejarla más tiempo infusionando, y lo mejor es tomarla el mismo día de la preparación.

Puedes emplear las frutas que más te gusten, probando nuevas combinaciones hasta descubrir tus preferidas. Sin embargo, hay algunas mezclas que siempre resultan deliciosas, como una manzana y un palito de canela, que te ayuda a regular el apetito; o limón, fresas y albahaca, que resultará muy refrescante, igual que si infusionas lima con pepino y kiwi. ¿Quieres sumarle más beneficios? Prueba a mezclar un limón en rodajas con un poco de jengibre, consiguiendo incorporar todas sus cualidades.

Aprovecha la gran variedad de recetas que puedes crear para mantenerte hidratada y fresca este verano, con una bebida con la que cargar las pilas y que es saludable e ideal para seguir cuidando tu figura durante las olas de calor.

Sin embargo, si el agua no te convence, tienes otras opciones también muy saludables ayudándote del té o de otro tipo de infusiones que puedes dejar enfriar en tu nevera y acompañar de hielos en tus tardes de verano. Una propuesta muy refrescante para sustituir el café caliente por la mañana es un té negro bien fresquito con unas hojas de hierbabuena o menta.

Antes de irte a la cama, pon un litro de agua al fuego y en cuanto rompa a hervir, mejor incluso justo antes, apártalo. En ese momento añade cuatro bolsitas de té negro de tu preferencia o dos buenas cucharadas soperas de tu té negro favorito. Añade también unas hojas de menta o hierbabuena y deja que repose todo unos 10 minutos (aprovecha para hacerte tu rutina de limpieza facial nocturna). Una vez haya pasado ese tiempo, quita las bolsitas o cuela las hierbas del té, transfiere el líquido con la menta a una jarra y déjala en la nevera preparada para la mañana. Lo ideal es no añadirle azúcar, pero si te gusta más puedes, en el momento en el que el agua aún está caliente, añadirle tu endulzante favorito.

Otra opción genial para estos días de ola de calor, en donde el no poder dormir causa estragos también en nuestra salud mental al aumentar los niveles de estrés y ansiedad, es una infusión fría de lavanda y manzanilla.

Tomar una infusión de manzanilla ayuda a mejorar algunos procesos digestivos y también a conciliar el sueño. Si estos beneficios los sumamos a los de la lavanda, tendremos un potentísimo refresco para la hora de la cena. La lavanda ayuda a disminuir la fatiga, pero también tiene efectos calmantes, perfecta combinación con la manzanilla. Para prepararla, pon a calentar una taza de agua y antes de que rompa a hervir añade dos cucharaditas de manzanilla seca y otras dos de lavanda seca y deja infusionar durante 10 minutos. Deja atemperar y antes de tomarla añade unos cuantos hielos, y ya tienes preparada la que a lo mejor se convierte en tu infusión fría preferida para combatir la ola de calor.