La guía de trucos definitiva para dejar de consumir azúcar
Un exceso de azúcar en nuestra dieta no es bueno para la salud, por eso te damos algunos trucos y consejos para poder reducirlo y mejorar a largo plazo
Consumimos mucho más azúcar del que nuestro cuerpo necesita, pero también del que es considerado saludable. Por eso si estás decidida a reducir tu consumo de azúcar, tenemos unos cuantos trucos que pueden ayudarte a lograr tu objetivo. Aunque decirlo suene sencillo, esto no es tarea fácil; de serlo, todo el mundo lo habría dejado, viendo que no es lo mejor para nosotros.
No es raro que nuestro cuerpo nos pida azúcar y los motivos pueden ser muy variados: desde una dieta que hemos comenzado a seguir y que no es la más adecuada, por ejemplo, hasta falta de sueño o altos niveles de estrés, pasando por el mero placer que nos produce tomar cosas dulces. En muchas ocasiones, el azúcar se comporta como una droga en nuestro organismo, creándonos cierta dependencia.
En muchas ocasiones nos planteamos reducir el consumo de azúcar como una forma de perder un poco de peso; sin embargo, dejar de tomar esta sustancia en exceso es una cuestión de salud. El abuso de esta sustancia puede provocarnos no solo un aumento de peso, también problemas dentales y en la piel, aumenta el riesgo de sufrir diabetes y problemas cardiovasculares, así como otro tipo de enfermedades.
Trucos para dejar el azúcar
El primer paso para dejar de tomar azúcar, es dejar de tomar azúcar. Esta frase, que a simple vista puede parecer una obviedad, tiene su razón de ser. Sabemos que hay muchos alimentos que en su composición lo llevan, por eso nada mejor que empezar a reducir la cantidad de azúcar que nosotros mismos añadimos a la comida. Cada vez echar menos cantidad al café o al yogur hasta que nuestro paladar se acostumbre al sabor y podamos prescindir por completo de su presencia.
Eliminar esos productos que sabemos que están cargados de azúcar de nuestra lista de la compra y despensa puede ser un estupendo segundo paso. Somos conscientes de que los ultraprocesados no son la mejor opción para nuestra salud, por eso conviene dejar de comprarlos de forma habitual, haciendo que así tengamos una tentación menos al alcance de nuestra mano.
Hay momentos en los que sabemos que nos va a apetecer algo dulce, por eso tener un plan B y un aperitivo a mano -sobre todo si estamos fuera de casa- es lo ideal. El mejor snack siempre será una pieza de fruta o fruta seca, como las pasas o los orejones, también puedes optar por tomar una onza de chocolate puro, y no esperes a tener hambre para comer. Si haces varias comidas diarias será más sencillo organizarte y evitar los antojos.
Intenta no pensar en ello, centrarte en actividades que te ayuden a distraerte y con las que disfrutes es una gran forma de no estar pendiente de ello todo el día; no dejes que se convierta en tu obsesión. Lee un libro, pinta con acuarelas, aprende a hacer punto de cruz, resuelve un crucigrama… y no olvides que una estupenda forma de liberar la mente es hacer ejercicio, por lo que salir a pasear puede serte de gran ayuda y no solo para dejar el azúcar.
La mente es una herramienta poderosa y en muchas ocasiones es quien nos juega las peores pasadas, por eso ser consciente de nuestras emociones y aceptarlas en lugar de acallarlas puede ayudarnos. Como hemos señalado antes, no es conveniente que esto se convierta en una obsesión o que el hecho de consumir un poco más de azúcar en un momento puntual te haga sentir mal o con sensación de fracaso. Darnos un capricho de vez en cuando es tan bueno como ser consciente de que se trata de eso, un capricho puntual, y no la forma en la que nos alimentamos habitualmente.
Aumentar la cantidad de proteínas que consumimos puede ayudarnos, porque resultan más saciantes y evitarán que tengamos hambre demasiado pronto. También es recomendable beber agua, en ocasiones confundimos la sed con el hambre -y el hambre con aburrimiento-, prueba a beber un vaso de agua y esperar un rato, para ver si la sensación que percibías es la adecuada.
Reducir el consumo de azúcar no quiere decir que tengamos que dejar de comer dulces, siempre podemos optar por preparar nuestras propias recetas saludables en casa o escoger endulzantes que estén menos procesados que el azúcar y nos aporten nutrientes, como los dátiles, que tienen mucha fibra, la fruta fresca o deshidratada, como los higos, las manzanas o las peras. También verduras como las zanahorias o la remolacha o especias como la canela o la vainilla.
Al reducir el consumo de azúcar, no solo aprenderás a disfrutar del sabor natural de los alimentos, también protegerás tu corazón y tu hígado, cuidarás de tu cerebro y de tu piel, que se verá más bella y joven, y podrás reducir la grasa abdominal, que aumenta, entre otros factores, a causa de las calorías vacías que nos aporta el azúcar refinado.
Consumimos mucho más azúcar del que nuestro cuerpo necesita, pero también del que es considerado saludable. Por eso si estás decidida a reducir tu consumo de azúcar, tenemos unos cuantos trucos que pueden ayudarte a lograr tu objetivo. Aunque decirlo suene sencillo, esto no es tarea fácil; de serlo, todo el mundo lo habría dejado, viendo que no es lo mejor para nosotros.