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De la 'rave' de WAH a la chispa de Yunke: por qué Ifema quiere ser el Broadway madrileño
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ARRIBA EL TELóN

De la 'rave' de WAH a la chispa de Yunke: por qué Ifema quiere ser el Broadway madrileño

En poco menos de cuatro años, el recinto ferial se ha transformado en un centro de ocio. Eduardo López-Puertas, Yunke, Almudena Maíllo y Miguel Deparamo nos explican cómo y por qué

Foto: Yunke, en uno de sus números. (Cortesía)
Yunke, en uno de sus números. (Cortesía)

Empecemos a lo grande. Con cifras de esas que aturden: “123 ferias anuales, 898 eventos, 33.000 empresas participantes, 5.100 millones de euros, 4,3 millones de visitantes”.

Llevemos ahora esas cifras al terreno de lo descriptivo, casi de lo poético: “Ifema siempre ha sido un lugar de encuentro”.

Los estratosféricos números que aporta Eduardo López-Puertas, director general de Ifema Madrid, no chocan con la prosa representativa de Almudena Maíllo, concejal delegada de Turismo del Ayuntamiento de Madrid. Es más, se complementan: Ifema lleva años siendo el segundo generador de producto interior bruto para la comunidad madrileña, pero es también uno de los centros de convenciones y congresos más importantes del mundo. Un lugar poliédrico capaz de albergar una feria de arte internacional como ARCO y también de poner en marcha, en menos de un mes, una Cumbre Mundial del Clima.

En los últimos cuatro años, el recinto se ha sometido a una transformación en su oferta reorientándola hacia el ocio y el entretenimiento: a día de hoy conviven hasta ocho espectáculos que van del ilusionismo de Yunke al musical distópico de WAH, pasando por el didáctico viaje al Jurásico que propone Dino World.

placeholder Un momento del espectáculo WAH. (Cortesía)
Un momento del espectáculo WAH. (Cortesía)

“Para nosotros es una maravillosa caja blanca para crear el espectáculo a tu gusto”, explica Miguel Deparamo, CEO y director creativo de WAH. “En ningún otro espacio podríamos crear un espectáculo lo más parecido a lo que se está haciendo en Las Vegas, de esta envergadura, con un montaje tan ambicioso, unos visuales tan espectaculares y poder sentar a 500 personas en mesa, otras 500 en tribuna, la experiencia de un túnel clandestino… Queremos que WAH sea un show permanente y que se consolide como el más espectacular de Madrid, y eso solo te lo permite Ifema”.

El origen de la transformación

“Hasta 2016 los estatutos de Ifema regulaban que el espacio tenía que estar destinado para ferias, convenciones y congresos. Ese año se abren los estatutos para cubrir otro tipo de eventos”, explica Eduardo. “El calendario de este tipo de ferias y congresos está delimitado: empieza en enero y va hasta mayo. De julio a agosto no hay nada, y vuelve en septiembre hasta noviembre. Luego es difícil organizar ferias. Ahí surge la oportunidad de hacer otro tipo de eventos que además encaja con esas fechas valle y empieza a atraer otro tipo de público”.

Es así como el recinto empieza a abrazar otro tipo de eventos como conciertos, circo, festivales, musicales, restaurantes… “Ifema lleva un tiempo acogiendo eventos gastronómicos y culturales, como la exposición sobre Harry Potter o la Madrid Horse Week”, comenta Maíllo, recordando dos de los éxitos recientes que han tenido lugar en el Campo de las Naciones. “El último ejemplo de su fortaleza fue la celebración de Fitur, la primera experiencia de movilidad internacional después de la pandemia y fue un éxito”.

placeholder  Eduardo López-Puertas y Almudena Maíllo. (Ifema / EFE)
Eduardo López-Puertas y Almudena Maíllo. (Ifema / EFE)

La garra y versatilidad del recinto quedaron patentes cuando en 2020 se transformó en un gran hospital para albergar a enfermos covid. “Nos hemos ido reinventando: igual que en 2019 organizamos una cumbre del clima en 18 días, porque surgió así, y en 2020 en un hospital porque el momento lo demandaba, somos capaces de transformar un espacio en cualquier elemento: feria de coches, la pasarela de moda… Podemos acoger desde el congreso más serio de médicos al espectáculo más canalla”, explica López-Puertas.

No es magia, es constancia

Yunke empezó en esto de la magia cuando tenía veinte años aunque parte del aparataje que emplea en su espectáculo lo mamó en su infancia. “Mi abuelo era herrero y trabajaba sobre el yunque. Mi madre lo guardó y lo tiene en la entrada de su casa. Cuando era pequeño, mis amigos decían: 'Vamos a casa yunke', y se quedó como mote. Ahora es mi nombre artístico y un homenaje a mi abuelo porque si él no hubiera sido herrero, posiblemente yo no habría tenido los conocimientos de taller que me permiten poder construir mis propios juegos”.

Es precisamente la originalidad de sus propuestas lo que le ha convertido en campeón del mundo de magia en dos ocasiones: en Lisboa en el año 2000 y en Corea en 2018. “El campeonato de magia se celebra cada 3 años. Ejecutas un número de entre 8 y 12 minutos, y el jurado lo valora”, explica este mago que comenzó siendo ‘telonero’ de humoristas como Arévalo, los hermanos Calatrava o artistas como Conchita Bautista.

placeholder Yunke, en una imagen promocional. (Cortesía)
Yunke, en una imagen promocional. (Cortesía)

El director general de Ifema no tiene más que palabras de admiración para él: “Es un chaval que se lo ha currado y ha dedicado toda su vida a este mundo. Merece la pena apoyarle por la capacidad de trabajo y la profesionalidad que tiene. Es uno de los activos más potentes que tiene este país como artista y dentro de poco le veremos en otra dimensión, seguro”.

A Yunke es posible que le recuerden por un número que pergeñó en ‘El hormiguero’ en el que decapitaba al cantante Dani Martín. El programa de Pablo Motos se viralizó rápidamente cuando la cabeza del exvocalista de El Canto del Loco cayó sobre un cesto en lo que parecía un trágico error del número de magia. Se bajaron las cámaras, se escucharon carreras y gritos, se cortó la emisión y dio la sensación de que había sucedido una fatalidad. Por suerte, todo formaba parte del show de un mago que ya ha actuado delante de más de un millón y medio de personas. “Es un dato que impresiona -comenta-, pero no me planteo esas cosas. Me paro más en pensar si la luz no entró bien, si hay que ensayar más la música… Cuando sales en televisión te pueden ver de pronto cuatro millones de personas, pero imagina cada vez que he salido en la tele china… No sé ni el número de personas que me pueden ver entonces”.

Ifema vs. Gran Vía

Más allá del 'prime time' de países remotos, actuar en las carpas de Ifema, subraya Yunke, es una experiencia única y una ventaja espacial y especial: “Es una buena idea porque contamos con un espacio inmenso: 5.000 m² con un hall, una expo, podemos montar números de ilusionismo muy ambiciosos que no se podrían ejecutar en un teatro convencional como hacer aparecer un avión, un jugador de fútbol, apariciones, teletransportaciones… No hay límite”.

Obviamente, la dimensión de Ifema es una baza importante para conformar ese pequeño Broadway madrileño que ya se está cimentando, pero no la única. “Madrid se ha convertido en la tercera ciudad del mundo en número de musicales después de Nueva York y Londres, y la Gran Vía tiene un espacio limitado. Ifema puede complementar perfectamente esa oferta y ampliarla porque cuenta con parada de metro y 14.000 plazas de parking”, argumenta Eduardo. “En estos musicales más del 60% son de fuera de la comunidad, así que realimentamos la economía madrileña de hoteles, taxis, restaurantes…”.

placeholder El público disfrutando en uno de los espectáculos. (Cortesía)
El público disfrutando en uno de los espectáculos. (Cortesía)

Para Almudena Maíllo, la convivencia del centro y la periferia no es imposible sino enriquecedora porque la capital vive un momento inmejorable: “Madrid está en un momento de ebullición que atrae a grandes cadenas hoteleras y permite a la ciudad elevar el nivel a un turista de calidad atraído por hoteles, gastronomía y con una gran oferta de ocio y espectáculos para todo los públicos. Que haya diversificación de esa oferta es una fortaleza para la ciudad”.

No solo música

Uno de los espectáculos más ambiciosos de esta temporada es WAH, un musical distópico que repasa algunos de los temas icónicos del pop, del rock e incluso de la música clásica. “Soy muy fan de la producción, estoy fascinado de lo que han hecho”, cuenta Yunke. “Como trabajamos al mismo tiempo, lo voy viendo por fragmentos, cuando termino mi show me paso, y es una maravilla”.

Pero WAH no es solo un show musical, es también un viaje gastronómico alrededor del mundo en 12 paradas. “Hay comida mexicana, italiana, asiática... Además hemos creado una locura con 11 cócteles para que te lo puedas tomar como si estuvieras en una coctelería de Nueva York”, detalla Deparamo.

placeholder Zona gastronómica en el show de WAH. (Cortesía)
Zona gastronómica en el show de WAH. (Cortesía)

El show está planteado para que llegue a todos los públicos y, de hecho, cuenta con sesiones matinales para llegar a los más pequeños de la casa: “Ellos lo perciben con la misma energía que nosotros, porque la puesta en escena, el vestuario, los visuales… es brutal. Hemos querido crear un show intergeneracional y universal que llegue a todos los públicos, locales y visitantes. No hay texto, no es un musical… Es una experiencia”. Más de 1.000 personas han participado de forma directa o indirecta en este proyecto que nace antes de la pandemia y que ve ahora recompensado todo ese esfuerzo y esas ganas de festejar la vida: “WAH es una fiesta de celebración para todos, los que trabajamos aquí y los que vienen a vernos”.

Empecemos a lo grande. Con cifras de esas que aturden: “123 ferias anuales, 898 eventos, 33.000 empresas participantes, 5.100 millones de euros, 4,3 millones de visitantes”.