Isa: ¿es esta la nueva coctelería más 'cool' de Madrid?

Es uno de esos lugares en los que uno entra sintiéndose una celebrity… y termina igual. Podría ser protagonista de un capítulo de 'Sexo en Nueva York', pero no está en Manhattan, está en un Madrid que cada vez se asemeja más a las grandes capitales mundiales en cuanto a hoteles y restaurantes tan bien producidos que parecen salidos de la pantalla.

Isa es nuevo y tiene ese caché. En primer lugar, por dónde se encuentra, el Four Seasons madrileño, cuyo lobby hay que atravesar para subir a la primera planta Esto es algo que impone y gusta a partes iguales. Perdamos el miedo a cruzar las puertas de los hoteles de gran lujo para descubrir conceptos como este que se alejan de lo prohibitivo aun siendo tan especiales. A Isa, como templo de tintes asiáticos que es, hay que peregrinar una o varias noches. Y no hay 'dress code', pero te apetecerá hacerlo con tu ‘outfit’ más chic porque bien lo vale.

“Isa tiene nombre propio”, nos cuenta Miguel Pérez, el reconocido bartender (Solange, Barcelona) ahora tras las barras por aquí. “Isabel, muy nuestro. Isa, diminutivo con una sonoridad y gráfica oriental”, continúa. Y tiene el nombre propio, añadimos nosotros, de él mismo, un agitador de nivel; de Jhonny Setjo, cuya imperdible cresta y sus rasgos asiático-españoles han pasado con reconocimiento por los fogones del mismísimo Dabiz Muñoz; de Sandro Bianchi, a los platos, los sonoros, como DJ que ameniza con mucho tino las veladas (‘shazamearás’ más de un hit); y del estudio neoyorquino AvroKo, que se ha encargado de dotar a este gastrobar de una personalidad arrolladora en cada una de sus íntimas estancias, todas privatizables, a caballo entre ese lujo hotelero clásico, los dorados 20, la clandestinidad de la Ley Seca y la ancestralidad china y nipona.

Alrededor de una gran barra circular se articulan los distintos escenarios, todos a media luz y con vistas maravillosas a Alcalá y Sevilla. La carta es única, “un mapa de sabores con doce cócteles y tapas para compartir; Isa es un bar, no es 'fine dining'”, advierte con razón Miguel Pérez. Aunque las elaboraciones, “con un poquito de rock and roll”, según bromea Setjo, son para el recuerdo: “Mezclo la cultura asiática, de mi padre, y la tradición española, de mi madre”, explica y promete.

Los tragos (12-16 euros) van “in crescendo” en cuanto a intensidad y se sirven en fantástica cristalería. Están el Oniwa o el Kimono, a base de Seedlip, sin alcohol; el Heisei, con Jerez; varios con la ginebra Roku y recetas con whiskies nipones de la casa Suntory. Cada uno se ha ideado en un auténtico laboratorio, Himiko Lab, allí mismo, con maquinaria única, de forma minimalista y compleja siguiendo el concepto del Haiku (poesía japonesa breve que es capaz de expresar los sentimientos en el mínimo número de palabras).

En lo sólido, Setjo se corona cual emperador con sus distintas preparaciones de sushi, desde el nigiri de salmón con mayonesa de kimchi y zanahoria escabechada (2 piezas, 9 euros) al sahimi de pez limón con jalapeño y guacamole (4 piezas, 11 euros). El bocado de arroz de sushi crujiente con tartar de atún y caviar (2 piezas, 12 euros) es un contundente y delicioso inicio.

Impepinables las gyozas de wagyu con una salsa de ajo negro para empaparlas sin parar (4 piezas, 12 euros) y los baos, tanto el relleno de guiso de chipirones como el de rabo de toro con emulsión de foie (10 euros). El gran éxito por el que volver y repetir es su particular katsu sando, el bocadillo de tierna presa ibérica (2 piezas, 12 euros) con salsa tonkatsu, la barbacoa japonesa, y en un brioche tostado con mantequilla francesa. Un pecado.

El mango en texturas y la espuma de té matcha con frutos rojos componen el comparativamente caro y dulce final (11 euros), aunque lo mejor es seguir alargándose con combinados mientras sube la música y se disfruta de las performances que prometen en esa línea entre lo sofisticado y lo cañero que aquí no se rompe. Bravo por ello. “Que puedas beber bien, que puedas comer bien y que sea divertido. Deberían ser los pilares de cualquier bar que se precie”, nos comentaba Miguel. Isa, desde luego, se sustenta en ellos. ¡Y cómo! Demos la bienvenida al nuevo planazo madrileño en el Four Seasons.

ISA GASTROBAR

Sevilla, 3. Four Seasons Hotel, Madrid

Precio medio: 50 euros

Horario: Martes y miércoles de 19 h a 1 h. De jueves a sábado de 19 h a 2 h.

Teléfono: 913 30 62 20

www.fourseasons.com/madrid