Los síntomas del metabolismo lento: ¿sabes reconocerlos?

El metabolismo es algo de lo que oímos hablar con cierta frecuencia, pero no siempre tenemos muy claro qué es y cómo nos afecta. Solemos considerar que el metabolismo hace referencia a la quema de grasa y que las personas con un metabolismo rápido queman más grasa y tienen más facilidad para perder peso, mientras que a aquellas con un metabolismo lento les sucede todo lo contrario. Esto, en realidad, si bien no termina de ser erróneo, tampoco es del todo correcto.

El metabolismo hace referencia, de una manera un tanto simplificada, a que las reacciones químicas se producen en nuestro cuerpo para convertir los alimentos en energía, algo que necesitamos para todo lo que hacemos: desde movernos hasta pensar. También para todas esas actividades que realizamos sin ser conscientes de ello, como respirar o hacer la digestión de los alimentos. El general, las personas con un metabolismo acelerado consumen esta energía rápidamente, por lo que no suele acumularse en forma de grasa, algo que sí suele sucederles a las personas con un metabolismo más lento.

Con un metabolismo lento y donde el gasto energético es menor, se tiende a quemar pocas calorías y a acumular grasa. Por eso resulta tan interesante encontrar trucos y tips que nos ayuden a que este se acelere un poco, aunque sea de un modo puntual. Hay muchos factores que influyen sobre el metabolismo y muchos de ellos no podemos modificarlos, pues tienen que ver con la genética de cada persona o con la edad o el sexo. Otros, en cambio, sí que dependen de nosotros y son los que se pueden cambiar en busca de una vida más saludable.

Muchas son las causas que pueden hacer que nuestro metabolismo sea más lento, tal y como hemos señalado. Por ejemplo, una mala calidad del sueño puede ser uno de los motivos que influyan sobre esto, mientras que dormir poco o no descansar lo suficiente influye sobre muchos aspectos de nuestra vida y nos afecta mucho más de lo que pensamos. También el hecho de haber perdido peso puede hacer que el metabolismo de una persona sea más lento que el de otra que nunca se ha visto en esa situación.

No hacer el ejercicio físico adecuado también puede ser uno de los motivos a destacar, y no solo llevar una vida sedentaria. Existen algunos entrenamientos que pueden ayudarnos a acelerar nuestro metabolismo, ejercicios concretos o maneras de entrenar que lo favorecen, así como una mayor quema de grasa. Como en todo en la vida, en esto la alimentación también puede ser un factor clave, pues si no estamos consumiendo los macronutrientes necesarios para que nuestro metabolismo se mantenga activo, tenderá a ser más lento.

Síntomas que señalan un metabolismo lento

Muchas personas tienen un metabolismo más lento que las demás de forma natural y otras experimentan cambios a lo largo de su vida. Algunos de estos son normales, pues al cumplir años el metabolismo tiende a ser más lento. Otros pueden ser una señal de que nuestro cuerpo tiene problemas, por lo que reconocer estos síntomas puede ayudarnos a recuperar la salud, pues nos invitan a consultar nuestras dudas y temores con expertos, evitando así que se produzca un problema mayor si es que ese es el caso.

Un síntoma habitual que señala que tenemos un metabolismo lento es la dificultad para perder peso, en ocasiones incluso haciendo dieta y ejercicio; también es una señal inequívoca si engordamos con mayor rapidez. Un aumento de peso inexplicable puede marcar un problema mayor, por lo que ponernos en manos de especialistas será el mejor modo de encontrarle solución.

El cansancio excesivo también puede ser uno de los síntomas que nos indiquen que nuestro metabolismo es más lento, pues el cuerpo no quema energía de forma satisfactoria, lo que puede hacer que nos sintamos más cansados. El metabolismo afecta a las hormonas y esto puede provocar diferentes efectos. Los dolores de cabeza punzantes o migrañas son uno de ellos, pero también otros como la pérdida de apetito sexual o un bajo estado de ánimo.

Nuestro físico puede ayudarnos a reconocer estos efectos, pues en ocasiones vemos cómo nuestras uñas son más frágiles, se nos cae una mayor cantidad de pelo o notamos cómo nuestra piel se ve seca y sin vida, algo que puede deberse a una falta de nutrientes y relacionado con nuestro metabolismo. Digestiones lentas o pesadas, tendencia al estreñimiento y la retención de líquidos o una baja temperatura corporal que nos hace sentir frío de manera constante son también síntomas que conviene tener en cuenta.

Es importante estar pendiente de estos síntomas para ponernos en las manos adecuadas de profesionales y así desarrollar un plan que nos ayude a acelerar el metabolismo haciendo el ejercicio adecuado, comiendo de manera equilibrada e incluso cambiando algunas de nuestras costumbres; por ejemplo, comiendo más veces a lo largo del día, adelantando la hora de la cena o mejorando nuestros hábitos de sueño para poder descansar mejor.