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Áurea Ana Palace: el nuevo Gran Hotel Budapest
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Áurea Ana Palace: el nuevo Gran Hotel Budapest

La marca boutique española ha rehabilitado un palacio de Francisco José I que es un homenaje a su esposa Sissi

Foto: La fachada del Áurea Ana Palace. (Cortesía)
La fachada del Áurea Ana Palace. (Cortesía)

Alojarse en un palacio europeo y sentirse parte de la aristocracia siempre es un gancho para el viajero que busca sumergirse en el pasado de una ciudad o de un país como Hungría, escenario principal de tantísimas idas y venidas históricas a lo largo del siglo XX. De sus albores, siendo parte del Imperio austrohúngaro, y de su última, icónica y cinematográfica emperatriz, Isabel de Baviera, bebe el origen y la inspiración del nuevo hotel cinco estrellas que acaba de abrir sus puertas en Budapest.

Áurea Ana Palace sigue las huellas de Sissi en Buda, la parte real, frente a la económica y comercial Pest, en la perla del Danubio que las separa. Entre reconstruidas casonas, decadentes fachadas y las elegantes avenidas que devuelven hoy día el esplendor a la urbe se esconde una pequeña callecita, con fin en el fastuoso Parlamento, que guarda un tesoro de palacete decimonónico resucitado. Son dos palacios en realidad. Uno neoclásico y otro de corte historicista mandado construir por el emperador Francisco José I en la época de la unificación austrohúngara, tal y como inmortaliza la placa que se encuentra en su acceso principal.

placeholder Detalle del interior del hotel. (Cortesía)
Detalle del interior del hotel. (Cortesía)

Suites, carruajes y spa

Por eso no es raro que el hotel, de un centenar de habitaciones y 55 suites entre ellas, sea un homenaje a su esposa, una de las más célebres figuras de entonces, quien frecuentaba los bailes en los salones palaciegos de una ciudad a la que protegía y amaba. De hecho, en cada una de las plantas del establecimiento se pueden encontrar reseñas de distintos episodios de su fascinante vida, objeto de numerosas novelas y películas.

placeholder Una de las habitaciones. (Cortesía)
Una de las habitaciones. (Cortesía)

El remozado exterior es de cuento y gran parte de los interiores no se quedan atrás. Los altísimos techos y la majestuosa escalinata, verdadera joya del edificio, acogen y conectan lo clásico y lo moderno. Esa entrada tripartita para carruajes, recuperada gracias a los trabajos de restauración, ese candelabro de la citada escalera, de 1896… Acceder es viajar en el tiempo sin olvidar el presente en un restaurante y bar de tintes cosmopolitas en la planta baja, en salones de trabajo equipados con la última tecnología, en un gimnasio o un spa, guiño a la tradición balnearia centroeuoropea, equipado con varias piscinas y temperaturas, hidromasaje y sauna en los bajos abovedados de la construcción.

placeholder Zona del spa. (Cortesía)
Zona del spa. (Cortesía)

En la primera planta, el salón de baile fue testigo de alguna de las veladas predilectas de Sissi y por eso esta gran sala lleva su nombre. Desayunar o celebrar frente a su gran retrato es evocar los acordes de valses y polkas de antaño que parecen seguir sonando aquí. Su esencia también se encuentra en los amplísimos dormitorios.

Está en las puertas de los armarios con sus imágenes, en los modernos doseles sobre las camas que guiñan de nuevo un ojo al pasado, en los vastos cortinajes y hasta chimeneas en contraposición a los colores neutros, el minimalismo de las líneas rectas y puras y el predominio del blanco que contrasta con los detalles dorados de destellos imperiales, como los grandes espejos de los cuartos de baño.

placeholder Zona del comedor. (Cortesía)
Zona del comedor. (Cortesía)

Desde luego es un hotel único y gusta su sello español tras la marca boutique de Eurostars, Áurea Hotels, firme en su objetivo de ligar al huésped con la riqueza cultural del lugar en hoteles que, en sí mismos, son singulares. Ya cuenta con nueve propiedades emblemáticas, seis de ellas en nuestro país en ubicaciones tan espectaculares como la Alhambra de Granada y esta, en Budapest, no se queda atrás.

Una localización envidiable para descubrir la capital húngara, incluso caminando, desde uno de sus barrios más tranquilos y exclusivos, hacen del Áurea Ana Palace una estancia de oro junto al Danubio. Si Sissi levantara la cabeza, probablemente lo elegiría.

ÁUREA ANA PALACE HOTEL

Akadémia 15-17. Budapest, Hungría

Habitaciones desde 300 euros

Alojarse en un palacio europeo y sentirse parte de la aristocracia siempre es un gancho para el viajero que busca sumergirse en el pasado de una ciudad o de un país como Hungría, escenario principal de tantísimas idas y venidas históricas a lo largo del siglo XX. De sus albores, siendo parte del Imperio austrohúngaro, y de su última, icónica y cinematográfica emperatriz, Isabel de Baviera, bebe el origen y la inspiración del nuevo hotel cinco estrellas que acaba de abrir sus puertas en Budapest.

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