5 mitos sobre adelgazar caminando: mentiras que te impiden perder peso

La decisión de comenzar a cuidarnos suele venir acompañada de muchas dudas que conviene resolver cuanto antes. La primera de ellas suele estar relacionada con cuál es la mejor forma de empezar y lo cierto es que no hay una norma fija para ello, si queremos llevar una vida más saludable será buena idea revisar nuestros hábitos y cambiar aquellos que sean menos healthy por otros que nos ayuden a cumplir nuestros objetivos.

Por ejemplo, eliminar de nuestra dieta los ultraprocesados, el exceso de alcohol o el tabaco puede ser un buen principio y comenzar a comer más frutas y verduras y reducir el consumo de azúcar será un estupendo paso siguiente. No parece mala idea comenzar a llevar una vida más activa, haciendo un poco de ejercicio de manera habitual y caminar es uno de los más sencillos, pues solo necesitamos ponernos las prendas adecuadas y salir a la calle. Si buscamos perder peso, tendremos que hacerlo de un modo determinado, cumpliendo con unas pautas sencillas.

Mucho se ha escrito sobre esta práctica y lo cierto es que no todo lo que se dice sobre adelgazar caminando es cierto. Existen muchos mitos, leyendas, verdades a medias que pueden llevarnos a cometer pequeños errores que, si bien no pondrán en riesgo nuestra salud -caminar es una actividad estupenda siempre-, pueden llegar a poner en peligro nuestros objetivos, pues pensaremos que estamos haciendo todo lo que está en nuestra mano por alcanzar nuestras metas y no siempre es así.

Hay que andar 10.000 pasos

Esta cifra se ha convertido en una verdad que todos hemos aceptado y esto es así porque no anda muy desencaminada, se trata de una manera de generalizar, pues no hay un número exacto de pasos que nos marque el punto en el que comenzamos a adelgazar. Lo ideal es llevar una vida activa, por lo que la cantidad de pasos necesaria para perder peso puede variar en función de nuestro trabajo y nuestro estilo de vida, también de si hacemos más ejercicio o andar es la única actividad que planeamos hacer.

Si eres una persona sedentaria, tal vez 10.000 pasos te parezcan muchos y, si eres activa, a lo mejor te saben a poco. Por lo tanto, la cantidad de pasos que hay que hacer para perder peso depende de cada persona y podría estar entre los 6.000 y los 12.000 pasos. Para perder peso, es necesario quemar más calorías de las que consumimos, pero también alimentarnos de una forma adecuada, aportando al organismo todos los nutrientes y macronutrientes que necesita.

Si no sudas, no adelgazas

Es muy frecuente pensar que, cuanto más sudamos, más peso estamos perdiendo y, por tanto, estamos adelgazando más. La sudoración se produce cuando nuestra temperatura corporal aumenta, cuando la humedad del sudor se evapora, se lleva consigo parte de esa temperatura, además de ayudarnos a eliminar toxinas y otros productos de desecho. Sudar más no equivale a estar quemando más grasa, porque en realidad lo que estamos perdiendo es líquido.

Las técnicas para perder más peso que pasan por hacer ejercicio en las horas de más calor, poniéndonos más ropa encima o envolviéndonos en plásticos, no solo no son efectivas, sino que pueden llegar a suponer un riesgo para la salud, pues podemos sufrir una deshidratación. Por tanto, si cuando sales a caminar no sudas, no quiere decir que el esfuerzo que estás haciendo no sea efectivo.

Quema grasa de las piernas

Tendemos a pensar que para eliminar grasa de una zona determinada tendremos que hacer ejercicios concretos que afecten a esa zona, sin embargo, no podemos controlar dónde eliminamos la grasa. Al aumentar el ejercicio físico, conseguiremos eliminar grasa corporal, pero de forma general y a nivel global. Es similar a lo que sucede con los abdominales, no por hacer este ejercicio lograremos eliminar la grasa localizada en esa zona, pero podremos tonificar esos músculos y, una vez que los niveles de grasa sean menores, podremos ver los resultados de nuestro esfuerzo.

Caminar en ayunas quema más grasa

Se suele decir que hacer ejercicios de cardio en ayunas te ayuda a quemar más grasa porque los niveles de insulina son menores. A pesar de ello, conviene tener presente que la fuente de energía usada durante el ejercicio tiene poco efecto en la quema total de grasa, es decir, importa poco que esas calorías sean carbohidratos o grasas. Para quemar grasa lo importante, una vez más, es que las calorías quemadas sean más que las consumidas a lo largo del día.

No hace falta cuidar la dieta

Así las cosas, parece evidente que este sea el quinto mito que podemos desterrar para siempre, pues hacer ejercicio no supone una barra libre para poder comer de cualquier forma. Si queremos perder peso y llevar una vida más saludable es necesario prestar atención a todos los factores, incluyendo la alimentación, que tendremos que adaptar en función de nuestros objetivos. Es una buena idea ponernos en manos de profesionales a la hora de dar este paso, para encontrar la manera de llevar una alimentación más equilibrada asegurándonos de no poner nuestra salud en riesgo.

Caminar es una estupenda forma de hacer ejercicio y para que resulte efectiva a la hora de perder peso, la clave es dedicarle el tiempo suficiente y también hacerlo a la velocidad adecuada, intentando aumentarla con el tiempo.