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50 años de 'El Padrino': viaje fotográfico por la Sicilia y el NY que pervirtió Vito Corleone
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Premios Oscar 2022

50 años de 'El Padrino': viaje fotográfico por la Sicilia y el NY que pervirtió Vito Corleone

La película vuelve a los cines medio siglo después de su estreno. Es reconocida por su itinerario, que abarca desde los estudios Paramount de L.A. a la ciudad de los rascacielos y la Italia de la mafia

Foto: Ilustración: Irene de Pablo.
Ilustración: Irene de Pablo.

Hubo un momento en el que ‘El Padrino’ de Coppola no iba a ser ‘El Padrino’ que conocemos hoy, la película que vuelve a las pantallas este mismo viernes. Paramount tenía tan poca fe en la adaptación de la novela de Mario Puzo que pretendía transformar su ambientación de la década de los 40 en la de los 70 (la época de rodaje) y filmarla enteramente en sus estudios situados en Melrose Avenue, Hollywood. Todo eso cambió cuando la novela vendió 12 millones de copias y el productor, Robert Evans, accedió a recurrir, en la medida de lo posible, a localizaciones que no fuesen el clásico decorado de cartón piedra. Así es como todos fuimos testigos del mundo de Vito y Michael Corleone, de los tejemanejes de una familia mafiosa que no dejó indiferentes a los mafiosos reales, que casi se cargan a los protagonistas para salvaguardar sus secretos. Es un hecho que la ‘cosa nostra’ vigiló de cerca el rodaje, no fuera a ser que algunas de las anécdotas sobre sus asuntos con el tráfico de estupefacientes (en su momento, de alcohol), sus líos de poder y su afición a las balas les acabasen salpicando. A cambio de esos vaivenes, el público recibió la que seguramente sea la película más emblemática del Nuevo Hollywood, una cinta imprescindible para entender la evolución del cine moderno que también fue un paso de gigante en la carrera de su director y la que se homenajea en la edición de 2022 de los Premios Oscar.

placeholder Marlon Brando y James Caan, en 'El Padrino'. (CP)
Marlon Brando y James Caan, en 'El Padrino'. (CP)

Aunque Coppola la rodó casi por obligación y se las vio y se las deseó para que Paramount aceptase a un mofletudo Marlon Brando en el papel de Vito Corleone, la cinta se acabó convirtiendo en la gran obra maestra de su filmografía, trufada, en aquellos revueltos 70, de películas tan notables como ‘El Padrino 2’, ‘La conversación’ o ‘Apocalypse Now’. Pero no nos engañemos. Pese a la mitificación (el American Film Institute la eligió la segunda película norteamericana más importante de la historia en su última encuesta), las localizaciones de ‘El Padrino’ no han logrado el fandom de otros lugares señeros de la historia del cine. Nadie hace cola para fotografiarse junto a alguna de las casas que aparecen en el film, como sí ocurre con el mítico inmueble de ‘Solo en casa’, por ejemplo. ¿Los ‘boomers’ son menos aficionados a Instagram o al turismo cinematográfico que los millennials?

Pensando en el medio siglo que cumple la primera de una trilogía impecable, Vanitatis recuerda las localizaciones de cinco secuencias que cimentaron la leyenda. Así que preparen el café o el plato de spaguetti y dispónganse a disfrutar del recuerdo de unos lugares que, a día de hoy, apenas han cambiado. Se trata, sin duda, de una oferta que no podrán rechazar.

La casa de la boda (y de los Corleone)

La casa de Brando y su 'famiglia'. (Google Maps)

Todos recordamos aquel montaje paralelo, aquella boda con la que abría la película; la que presentaba a don Vito y a los personajes de la película entre tarantella y tarantella. Según la trama, la casa en la que vive el personaje de Brando y su ‘famiglia’ está situada en Long Island. La realidad es que, según nos cuenta la web Movie-Locations, es un precioso inmueble que, en realidad, está situado en el 110 de la calle Longfellow Avenue. Y no, no es Long Island, sino Staten Island.

La mansión de la cabeza de caballo

La mansión de William Randolph Hearst que también sirvió para 'El guardaespaldas'. (Getty)

Si hay una casa famosa en la película es aquella en la que un afamado productor se encuentra con una cabeza de caballo bien cortadita en su cama. Sangre, gritos y un montaje escalonado. La secuencia, contaban, está basada en una anécdota real, pero los protagonistas serían Frank Sinatra y el productor de ‘De aquí a la eternidad’. Y no parece que hubiese ningún caballo muerto... La casa en la que se rodó, que también es la de Whitney Houston en ‘El guardaespaldas’, es parte de la famosa Mansión Hearst, situada en el 1011 del North Beverly High de Beverly Hills, en Los Ángeles.

El funeral de don Vito

El cementerio es uno de los más populares de Nueva York. (Google Maps)

Nuevo flashback: aunque los disparos (y esas naranjas rodando por el suelo) no acabaron con la vida de Don Vito, que sobrevivía de milagro a un tiroteo de sus enemigos, sí lo hizo un repentino ataque al corazón mientras jugaba con su nieto en un huerto. Sin duda, una de las muertes más poéticas que se hayan visto jamás en la historia del cine. Poco después, un cementerio a la altura del clasicismo de la película se convertía en el destino final del capo. Estaba (y sigue estando a día de hoy) situado en el barrio de Queens, en el First Calvary Cemetery, Greenpoint Avenue.

El bar siciliano donde Michael pide la mano de Apollonia

El bar conserva la silla original de Al Pacino. (Google Maps)

Si quiere poner el trasero en la misma silla donde lo puso Al Pacino en una de las secuencias sicilianas de ‘El Padrino’, el bar Vitelli es su lugar. Allí es donde Michael pide la mano de Apollonia, una pobre muchacha italiana que tendrá los días contados y acabará muriendo en un coche bomba por irse a enamorar de un mafioso. Lo divertido del asunto es que los sicilianos pasaron de ofenderse por el retrato que hacían de su isla a organizar tours en autobuses que salen desde Taormina o Messina. Unas vacaciones perfectas para cinéfilos y amantes de la Italia más pintoresca.

La iglesia del bautizo final y el asesinato

placeholder La iglesia recibe miles de visitas desde que apareció en la película. (Google Maps)
La iglesia recibe miles de visitas desde que apareció en la película. (Google Maps)

Y, para terminar, volvemos a Nueva York para recordar otro momento mítico. Solo en ‘El Padrino’ podíamos ser testigos de un montaje paralelo en el que la ternura de un bautizo se relaciona con la crueldad de varios asesinatos. En su nueva posición tras la muerte de su padre, Michael no dejará vivo ni a uno solo de los jefes de las cinco familias que, Barzini a la cabeza, amenazan con acabar con él. Se trata de la culminación, de la secuencia previa al clímax de una película en la que acabamos viendo a Michael Corleone, un soberbio Al Pacino, tomar el lugar que le corresponde como capo de la mafia ante la atónita mirada de su novia, interpretada por Diane Keaton. Esta situada en la vieja catedral de San Patrick, en el 264 de Mulberry Street.

Hubo un momento en el que ‘El Padrino’ de Coppola no iba a ser ‘El Padrino’ que conocemos hoy, la película que vuelve a las pantallas este mismo viernes. Paramount tenía tan poca fe en la adaptación de la novela de Mario Puzo que pretendía transformar su ambientación de la década de los 40 en la de los 70 (la época de rodaje) y filmarla enteramente en sus estudios situados en Melrose Avenue, Hollywood. Todo eso cambió cuando la novela vendió 12 millones de copias y el productor, Robert Evans, accedió a recurrir, en la medida de lo posible, a localizaciones que no fuesen el clásico decorado de cartón piedra. Así es como todos fuimos testigos del mundo de Vito y Michael Corleone, de los tejemanejes de una familia mafiosa que no dejó indiferentes a los mafiosos reales, que casi se cargan a los protagonistas para salvaguardar sus secretos. Es un hecho que la ‘cosa nostra’ vigiló de cerca el rodaje, no fuera a ser que algunas de las anécdotas sobre sus asuntos con el tráfico de estupefacientes (en su momento, de alcohol), sus líos de poder y su afición a las balas les acabasen salpicando. A cambio de esos vaivenes, el público recibió la que seguramente sea la película más emblemática del Nuevo Hollywood, una cinta imprescindible para entender la evolución del cine moderno que también fue un paso de gigante en la carrera de su director y la que se homenajea en la edición de 2022 de los Premios Oscar.

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