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Renilde: el primer restaurante en un depósito de arte que tienes que ver en Róterdam
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Renilde: el primer restaurante en un depósito de arte que tienes que ver en Róterdam

El Depot Boijmans Van Beuningen abre sus puertas como primer almacén visitable de un museo en el mundo. Es lo último que ver en Róterdam junto al restaurante de Jim de Jong en la azotea

Foto: El chef Jim de Jong, frente al Depot. (Cortesía)
El chef Jim de Jong, frente al Depot. (Cortesía)

Si buscas excusa para una escapada de fin de semana y ya conoces Amsterdam, tal vez debas plantearte volver al país para descubrir su sorprendente segunda ciudad. ¿Qué ver en Róterdam? Mucho y muy variado porque tiene mil caras: ciudad portuaria y canalla, ciudad de moda para salir, elegante ciudad comercial y ciudad artística a la última. Es, sobre todo, la ciudad de la arquitectura de Holanda, con la innovación como punto central y una silueta urbana en constante cambio. Podríamos decir que es Amsterdam incrustada en Manhattan, a lo que ayuda también su efervescencia gastronómica y, en general, su diseño contemporáneo perceptible en restaurantes de moda como el asiático y semi clandestino OX, el Dodo, el panorámico Fontein… También en hoteles tan conceptuales como Supernova o el precioso Hotel Ame y, cómo no, en museos y centros culturales como el Het Nieuwe Instituut o el principal museo Boijmans Van Beuningen. Por encima de todo, literalmente, y con unas vistas maravillosas, acaba de abrir sus puertas al público el llamado Depot Boijmans Van Beuningen, un portentoso edificio-espejo de esférica e imposible forma que expone los fondos artísticos de este último museo. Sí, es un depósito que alberga más de cien mil obras de El Bosco, Rembrandt, Van Gogh o Kandinsky, un concepto pionero en el mundo y coronado por el que está llamado a ser el comedor más reseñable de la ciudad. ¿Ya estás reservando billetes?

placeholder Interior del Depot. (Cortesía)
Interior del Depot. (Cortesía)

Jim de Jong, uno de los jóvenes cocineros más reconocidos del país, comanda un restaurante que no es un restaurante al uso en un museo que no es un museo. Renilde, que así se llama, ocupa un cubo acristalado en la azotea, con una imponente terraza. A mediodía, actúa casi como cafetería para los visitantes. En la noche, se despliega su magia, con el Depot a puerta cerrada y una serie de degustaciones de corte más gastronómico en las que De Jong expresa su estilo.

placeholder Sala del restaurante Renilde. (Cortesía)
Sala del restaurante Renilde. (Cortesía)

“Para mí, el Depot posee un encanto verdaderamente cosmopolita. Inmediatamente me enamoré del edificio. En este lugar queremos ser parte de la mezcla de buenos restaurantes que ofrece Róterdam. La idea de cocinar sobre todo esos impresionantes artefactos del museo es emocionante”, cuenta. De hecho, se inspira en muchos de ellos.

El chef, elegido mejor cocinero joven en 2019 por la prestigiosa guía Gault Millau, se hizo famoso por su restaurante homónimo en la misma Róterdam, habiendo trabajado antes en estrellados franceses. Centrado ahora al cien por cien en esta nueva aventura, define su cocina como estacional y local al máximo posible. Confiando totalmente en sus proveedores, son ellos quienes determinan lo que hay cada día, por lo que los menús sufren cambios jornada tras jornada. Ir a cenar a Renilde siempre será una sorpresa con la promesa de tomar lo más fresco y cualitativo del momento. Lo vegetal es la pasión de este profesional y parte central de sus recetas, pero no exclusiva. Carnes y pescados de origen sostenible comparten menú, reinterpretados con un equilibrio entre la pureza y la aventura.

El día y la noche

Para comer, la carta es simple y asequible, uno de los objetivos de Jim: buena repostería, sándwiches típicos, algunas preparaciones de la zona, como las omnipresentes albóndigas ‘bitterballen’… Es una buena forma de almorzar y contemplar el espacio, montado con largas mesas de madera que se comparten, después de visitar el Depot. Es al caer el sol cuando un ascensor conduce únicamente a Renilde, nombrado así en honor de Renilde Hammacher, quien compró importantes obras para el museo. Entonces se sirven hasta tres fórmulas según longitud (desde 3 platos por 42 euros hasta una completa por 130 euros). “Queremos que la gente disfrute y se sorprenda con platos que aquí no se toman habitualmente, por elaboración y por concepto”, nos relata.

placeholder Uno de los platos sorpresa de Jim de Jong. (Cortesía)
Uno de los platos sorpresa de Jim de Jong. (Cortesía)

No usa más de tres o cuatro ingredientes en cada uno, asegura, para que la materia prima no se maquille. “Mi cocina es fresca y sencilla, reconocible aun con la complejidad de la técnica”, continúa, muy a lo nórdico. ¿Algunos ejemplos? Puede ser una ensalada de patata alouette, ahumada con escarola, aceitunas negras y pamplinas y una beurre blanc con jerez; un halibut cocido en leche de pistacho y servido con limón y helado de pistacho o un final dulce que guiña un ojo a Mondrian, un postre de manzana en texturas con la colorida geometría del artista. Seleccionados vinos de Francia, España o Italia, con foco en lo natural, acompañan en el restaurante del momento en una ciudad que, sin duda, vive asimismo su momento.

RENILDE, Depot Boijmans van Beuningen

Museumpark 24, Róterdam. Países Bajos

Precio medio: almuerzos 20 euros. Cenas a partir de 50 euros.

Horario: de martes a domingo de 11 a 18 horas. Cenas de miércoles a sábado hasta las 22 horas.

Si buscas excusa para una escapada de fin de semana y ya conoces Amsterdam, tal vez debas plantearte volver al país para descubrir su sorprendente segunda ciudad. ¿Qué ver en Róterdam? Mucho y muy variado porque tiene mil caras: ciudad portuaria y canalla, ciudad de moda para salir, elegante ciudad comercial y ciudad artística a la última. Es, sobre todo, la ciudad de la arquitectura de Holanda, con la innovación como punto central y una silueta urbana en constante cambio. Podríamos decir que es Amsterdam incrustada en Manhattan, a lo que ayuda también su efervescencia gastronómica y, en general, su diseño contemporáneo perceptible en restaurantes de moda como el asiático y semi clandestino OX, el Dodo, el panorámico Fontein… También en hoteles tan conceptuales como Supernova o el precioso Hotel Ame y, cómo no, en museos y centros culturales como el Het Nieuwe Instituut o el principal museo Boijmans Van Beuningen. Por encima de todo, literalmente, y con unas vistas maravillosas, acaba de abrir sus puertas al público el llamado Depot Boijmans Van Beuningen, un portentoso edificio-espejo de esférica e imposible forma que expone los fondos artísticos de este último museo. Sí, es un depósito que alberga más de cien mil obras de El Bosco, Rembrandt, Van Gogh o Kandinsky, un concepto pionero en el mundo y coronado por el que está llamado a ser el comedor más reseñable de la ciudad. ¿Ya estás reservando billetes?

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