U
na complicidad nacida de algo común, y no estamos hablando de que Rafa le presentara al que es hoy su marido, no, aunque así fuera una mañana de verano en la Costa Brava. Tampoco hablamos de interminables noches por las calles de Madrid, como compartieron cuando el catalán acababa de aterrizar en la capital. Hablo de cuando dos personas se redescubren en la madurez, que es lo que les ha sucedido a ellos dos.
Pero vayamos uno a uno. Anita Suárez de Lezo se formó como diseñadora y durante muchos años trabajó en el mundo de la moda, incluso en revistas en Nueva York y Madrid. Más tarde apostó por llevar la comunicación y relaciones públicas del negocio de su familia, una empresa de fincas de bodas y eventos: La Quinta de Jarama y La Quinta de Illescas. Sin embargo, hace unos años, todo eso cambió. Después de hacer un máster en diseño gráfico, un día empezó a dibujar con su ordenador y en nada estaba haciendo unos collages geométricos que serían el inicio de una carrera artística que hoy la lleva a recorrer Europa de feria en feria cosechando grandes éxitos.