Adelgazar caminando es posible y sencillo: trucos para conseguirlo
No lo dudes, este truco puede ser la clave para mantenerte en forma tan solo caminando y sin un equipo más allá de tus propios pies
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F92d%2F048%2Fd20%2F92d048d207a5cf2b1109bb776cabb5ee.jpg)
Una de las formas más sencillas y habituales de mantenernos activos es caminando. Un ejercicio físico que nos resulta muy fácil efectuar porque, al fin y a cabo, aprendemos a andar cuando somos muy pequeños y (con algo de suerte) continuamos haciéndolo casi el resto de nuestra vida. Solo tenemos que ponernos unas zapatillas adecuadas y salir a la calle. No es necesario tener un equipamiento concreto para poder practicarlo, ni tampoco dependemos de horarios.
En definitiva, es una actividad para la que no hay excusa, ya que puede formar parte de nuestro día a día por frenético que sea. Está demostrado que gran parte de la sociedad avanza hacia estilos de vida sedentarios y conviene tratar de evitarlos porque pueden derivar en problemas de salud graves: enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad... Para ello, caminar es una excelente opción; pero es que, además, tiene otros beneficios como el hecho en sí mismo de adelgazar. Algo que se puede conseguir siguiendo ciertas pautas de manera sencilla.
Caminar para adelgazar
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fac6%2F0f7%2F0ba%2Fac60f70ba4b3efeac9077388ab32792a.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fac6%2F0f7%2F0ba%2Fac60f70ba4b3efeac9077388ab32792a.jpg)
Cuando buscamos la mejor forma de comenzar a ponernos en forma, caminar es una de las primeras cosas que nos vienen a la mente. No requiere mucho esfuerzo y es una manera divertida de descubrir nuestro entorno. Eso sí, para mantener un estilo de vida activo y comenzar a notar los beneficios de hacer un poco de ejercicio físico, la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda caminar diariamente unos 10.000 pasos, que equivaldrían a unos 7 kilómetros.
Si lo que queremos, además, es adelgazar, deberíamos aumentar el número de pasos hasta los 15.000, que serían unos 11 kilómetros diarios. Lo ideal es empezar caminando una distancia acorde a nuestra condición física e ir ampliándola con el paso del tiempo. Normalmente, quienes intentan cumplir con los 15.000 pasos el primer día acaban teniendo una mala experiencia y abandonando la rutina. Y es que, para que sean efectivos, es necesario realizarlos a buen ritmo, caminando con energía.
Pasear después de comer
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F947%2Fbff%2F123%2F947bff1236f1a6ac6697b004a54fe855.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F947%2Fbff%2F123%2F947bff1236f1a6ac6697b004a54fe855.jpg)
Sin embargo, hay una forma más sencilla, o por lo menos más rápida, de conseguir que nuestros paseos se reflejen en nuestra figura. Aunque practicar deporte y mantenernos activos, es beneficioso, independientemente de la hora que sea, varios estudios confirman que es primordial escoger el momento adecuado para caminar.
Puede que en alguna ocasión hayas escuchado esta recomendación y te hayas preguntado si resulta efectiva. Lo cierto es que un paseo de media hora después de comer puede aportarte muchos beneficios, para tu cuerpo y para tu figura. Después de comer, gran parte de la circulación sanguínea se concentra en el aparato digestivo, para procesar los alimentos que hemos consumido, por eso no es nada aconsejable hacer ejercicios de alta intensidad, que podrían dificultar la digestión.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F36e%2F949%2F3de%2F36e9493de738e8eaae559ba7b8229621.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F36e%2F949%2F3de%2F36e9493de738e8eaae559ba7b8229621.jpg)
En este caso, estamos hablando de un ejercicio moderado, por lo que esto no sería un problema. De hecho, sucedería todo lo contrario porque además de ayudarnos a relajarnos, con este paseo de treinta minutos estaríamos mejorando la digestión. Al realizar una actividad moderada estaremos activando el metabolismo, por lo que conseguiremos una digestión más rápida y eficaz. Además, esta actividad nos hará quemar unas calorías extra.
También resulta muy útil para mantener a raya los niveles de glucosa en sangre, que suelen ascender durante la digestión. Este aumento puede hacernos subir de peso, por lo que mantenerlo controlado puede evitarlo. Así, si adoptamos esta sana costumbre de pasear durante 30 minutos después de las comidas, lo hacemos de forma constante y siempre antes de que pase una hora desde que terminamos de comer, podemos ayudar a nuestro cuerpo a mantenerse en forma e incluso adelgazar.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F852%2F731%2Fa94%2F852731a94a33bedcf478452effad00a8.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F852%2F731%2Fa94%2F852731a94a33bedcf478452effad00a8.jpg)
No obstante, no hay que olvidar la importancia de mantener una dieta equilibrada y saludable y, a ser posible, avalada por un profesional, que nos acompañe en nuestro proceso de pérdida de peso. De la misma manera, es importante combinar ejercicios de cardio, como caminar, con otros de alta intensidad como la fuerza, para que los resultados sean todavía más visibles.
En definitiva, caminar es una excelente manera de iniciarte en la actividad física -más ahora que se acerca el buen tiempo- y seguro que pronto notarás cómo tu cuerpo te agradece mantenerte más activo y en forma.
Una de las formas más sencillas y habituales de mantenernos activos es caminando. Un ejercicio físico que nos resulta muy fácil efectuar porque, al fin y a cabo, aprendemos a andar cuando somos muy pequeños y (con algo de suerte) continuamos haciéndolo casi el resto de nuestra vida. Solo tenemos que ponernos unas zapatillas adecuadas y salir a la calle. No es necesario tener un equipamiento concreto para poder practicarlo, ni tampoco dependemos de horarios.