Es noticia
Menú
Llega 'Stranger Things 4': por qué somos fans de la serie emblema de Netflix
  1. Estilo
  2. Ocio
BRIGADA ANTI-SPOILER

Llega 'Stranger Things 4': por qué somos fans de la serie emblema de Netflix

Once y compañía vuelven con más misterios y, dicen, más oscuridad. ¿Por qué gusta tanto una serie que va dirigida al público juvenil?

Foto: Cartel promocional de 'Stranger Things 4'. (Netflix)
Cartel promocional de 'Stranger Things 4'. (Netflix)

Han pasado seis largos años desde que España se empezó a suscribir a Netflix, desde que la plataforma estrella empezó a formar parte de nuestras vidas. Parte de la culpa la tuvo, sin duda alguna, ‘Stranger Things’. La serie de los hermanos Duffer fue el plato gourmet perfecto para ser degustado por nostálgicos y por el público que no ve absolutamente nada rodado antes de los 80. Una pandilla de niños con sus bicicletas, sus gorras y sus looks ochenteros, una especie de mezcla de los chavales de ‘Verano azul’ y los de ‘Los Goonies’, se ven envueltos en un misterio cuando uno de ellos, Will, desaparece misteriosamente. Una criatura terrorífica y una niña con poderes especiales que se llama Once se suman a la ecuación. El argumento, que podría recordar a libros como los de ‘Los Cinco’ y a otros productos similares, venía servido de manera nueva y nos hizo conocer la existencia de Hawkins, el lugar en el que viven los protagonistas, del Demogorgon (así se llamaba la criatura) y de ese Otro Lado con connotaciones de conspiración de la Guerra Fría. Los fans (que se cuentan por miles) de esta ficción ya no pueden vivir sin ese universo ‘Stranger Things’.

Este viernes, la serie vuelve a la plataforma con un nuevo misterio y una novedad en su difusión: esta vez se emitirá en dos partes. A partir de este 27 de mayo podremos ver una tanda de 7 episodios y, en julio, otra de dos. La razón parece comprensible: el último capítulo tendrá una duración de unas dos horas y, por tanto, hay que darle tregua al espectador y también al feligrés, que estaba deseando volver a la ficción tras tres larguísimos años. El rodaje de esta temporada comenzó en marzo de 2020 y no hace falta recordar que ese mes el mundo entero se paralizó y ni siquiera ‘Stranger Things’ se salvó del confinamiento.

La serie es el sueño dorado de cualquiera que fuese niño en la década de los 80, cuando nuestros padres nos compraban Phoskitos y Bollicaos o nos llevaban a ver ‘¿Quién engañó a Roger Rabbit?'; cuando nos pasábamos las tardes merendando delante de un televisor al que se asomaban desde ‘La aldea del arce’ a ‘Heidi’ o ‘David el Gnomo’. Es el refrito perfecto, el posmodernismo trasladado a los sueños infantiles de una época que aún se siente cercana aunque ya no lo esté tanto. Aunque nunca fuésemos niños norteamericanos, ‘Stranger Things’ da alas a aquellos que crecieron viendo cómo Estados Unidos era el emblema de lo ‘cool’, algo que ya no ocurre puesto que Hollywood depende mucho más del mercado internacional y se ha impuesto una deslocalización de sus ficciones. ‘Stranger Things’ también es, pese a su condición de producto foráneo, una ficción en la que nos podemos reconocer. Los juguetes, gadgets y ropas que lucen los protagonistas recuerdan a las nuestras o a las de nuestros padres. Su fotografía saturada convierte los terrores de las criaturas a las que se enfrenta la pandilla en un festín para los amantes de la ciencia ficción y las aventuras en el viejo y recordado Technicolor.

En ‘Stranger Things’ se condensan ‘Regreso al futuro’, ‘Los cazafantasmas’ (hay un capítulo ambientado en Halloween que la homenajea de manera directa), los ‘Gremlins’ y todas aquellas películas que, sobrevaloradas o no, convirtieron a los 80 en la gran década del entretenimiento infantil y juvenil. Por estar, en la serie está hasta una de las grandes musas de la generación X, una Winona Ryder a la que muchos acusaron (sobre todo en la primera temporada, cuando su personaje está de los nervios tras la desaparición de su hijo) de sobreactuada. En aquella década de ‘Movidas’ y ‘chicas de oro’, Wino se hizo famosa a raíz de ‘Heathers’ y, sobre todo, cuando fue la perfecta encarnación de lo emo en ‘Beetlejuice’, la película que la unió a otro raro por excelencia, Tim Burton.

Los que eran niños o jóvenes entonces, a finales de los 80, hoy son padres que ven ‘Stranger Things’ junto a sus hijos, lo cual ha hecho que la serie de Netflix sea intergeneracional, el producto perfecto para que lo vean jóvenes y no tan jóvenes. Un target muy amplio que también influye en que haya sido todo un éxito.

placeholder Millie Bobby Brown encabeza el reparto de 'Stranger Things'. (Netflix)
Millie Bobby Brown encabeza el reparto de 'Stranger Things'. (Netflix)

Otra de las razones de su popularidad es el carisma de sus protagonistas, entre los que siempre destaca (por su papel en las alfombras rojas y su repercusión fuera de la serie) Millie Bobby Brown, esa joven que sangra por la nariz y que hizo que muchas chicas de su edad quisieran raparse la cabeza como ella. El carisma forma una pareja perfecta con la química cuando depende de más de una persona. Que le pregunten, por ejemplo, al desaparecido Antonio Mercero y a su ‘Verano azul’ qué habría sido de su serie si los chicos no hubiesen tenido la sinergia que tuvieron; si ‘el Tito’ y ‘el Piraña’ no hubiesen hecho tan buenas migas para idear travesuras y soltarse pullas. Lo mismo ocurre con ‘Stranger Things’, que ha hecho que su pandilla y aquellos que se han ido sumando a la originaria (Robin Buckley, encarnada por Maya Hawke era un gran añadido en la tercera temporada) formen un tándem perfecto.

Con la promesa de más oscuridad y con muchos de los valores que hicieron que nos enamorásemos de ella, ‘Stranger Things’ regresa por todo lo alto este fin de semana. Y lo hace como lo que siempre fue: un juguete que nos recuerda tiempos que si bien no fueron mejores (todo tiempo pasado no fue siempre mejor), al menos lo parecían.

En calidad de afiliado, Vanitatis obtiene ingresos por las compras adscritas que cumplen los requisitos aplicables. La inclusión de enlaces no influye en la independencia editorial de este medio: los redactores seleccionan y analizan los productos libremente, según su criterio y conocimiento especializado.

Han pasado seis largos años desde que España se empezó a suscribir a Netflix, desde que la plataforma estrella empezó a formar parte de nuestras vidas. Parte de la culpa la tuvo, sin duda alguna, ‘Stranger Things’. La serie de los hermanos Duffer fue el plato gourmet perfecto para ser degustado por nostálgicos y por el público que no ve absolutamente nada rodado antes de los 80. Una pandilla de niños con sus bicicletas, sus gorras y sus looks ochenteros, una especie de mezcla de los chavales de ‘Verano azul’ y los de ‘Los Goonies’, se ven envueltos en un misterio cuando uno de ellos, Will, desaparece misteriosamente. Una criatura terrorífica y una niña con poderes especiales que se llama Once se suman a la ecuación. El argumento, que podría recordar a libros como los de ‘Los Cinco’ y a otros productos similares, venía servido de manera nueva y nos hizo conocer la existencia de Hawkins, el lugar en el que viven los protagonistas, del Demogorgon (así se llamaba la criatura) y de ese Otro Lado con connotaciones de conspiración de la Guerra Fría. Los fans (que se cuentan por miles) de esta ficción ya no pueden vivir sin ese universo ‘Stranger Things’.

Series de Netflix
El redactor recomienda