Estambul, la guía definitiva en clave accesible
La conexión de Asia y Europa es un pozo de sorpresas perfecto para disfrutar de unos días libres
Nos centramos en esta mochila, o sea, 'sirt çantasi'. Les presento a nuestra querida Estambul. Los Sarasola Marrero acabamos de llegar. Mi madre, que ha sucumbido a los romances de las series turcas, porque fueron su evasión del covid, no para de decirme que la lleve. Lo haremos con los nietos, de nuevo.
¿Por qué amasa esta ciudad tanta fascinación? Si nos sacudimos nuestro normalizado tráfico rodado y occidentalizadas costumbres, y te dejas llevar… llegarás a la que ha sido y es una de las capitales del mundo árabe. Tiene un caos que forma parte de su encanto. Es descaradamente rica en estímulos y a mí me emociona estar viendo Asia desde el último trozo de Europa. Yo les decía a nuestros hijos: “Si alcanzas la otra orilla y te pones a caminar sin parar, llegas a China. ¿Puedes creerlo?”. Imagínate esos ojos como platos que no daban crédito a lo que veían, pero es verdad.
El estrecho del Bósforo tiene imán. El mar de Mármara y el Cuerno de Oro no hacen más que alimentar las leyendas, fábulas, historia, sultanatos, rutas de la seda y de las especias con avidez.
Amables, sonrientes y respetuosos. Sentido patrio muy visible. Su horizonte dibujado por la gran cantidad de mezquitas que ofrecen sus rezos a las horas en punto y la cantidad de banderas nacionales que ondean así lo atestiguan.
Para mi hija Aitana, de diez años, uno de los recuerdos imborrables de Estambul es el helado en la avenida Istiklal. Le encantó el espectáculo que organizan para prepararlo, para ella fue increíble. También le fascinaron las joyas que alberga el palacio Topkapi y entre sus recomendaciones no puede faltar la visita a la Cisterna, donde se almacenaba el agua potable.
Por su parte, mi hijo Enrique, de seis años, todavía recuerda el 'taxi disco' (furgoneta taxi con techos que cambian de color y decoración exagerada), jugar al UNO (juego de cartas infantil) con el equipo de nuestro queridísimo Room Mate Emir y disfrutar de su primer hammam -le encantó la experiencia con masaje incluido-.
Kike con un megarresfriado en cama. Subimos a darle mimitos y contarle las experiencias vividas al más puro estilo de las mil y una noches. Desde ese Room Mate en Estambul, una muestra de cómo hemos replicado el ADN de los hoteles a los hostales de nuestra cadena, ¿te suenan? Se llaman Wabi Sabi y no te puedes perder el ambientazo joven en su roof top.
¿Qué hacer en Estambul?
Ir de Kadiköy a Beşi̇ktaş en ferry. Subíos a uno de los ferrys que operan en la línea del Bósforo, que es una de las actividades más bonitas, baratas y divertidas que se pueden hacer en Estambul. Antes de subir al ferry, no olvides comprar un 'simit' (pan) y lanzárselo a las 'marti', o sea, gaviotas.
Si te encuentras en el lado asiático, podrás contemplar la estación de tren de Haydarpaşa, los palacios de Dolmabahçe y Topkapı, la torre de Gálata e importantes palacios en las orillas desde el centro del Bósforo.
Derviches giratorios, donde los seguidores de Mevlana se convierten en un puente entre Dios y los humanos mediante un trance inducido por la oración. Seguimos hacia el palacio de Topkapi, residencia de sultanes por casi medio siglo. Y por supuesto, el Gran Bazar. Con más de 500 años de antigüedad, sigue siendo uno de los mayores bazares cubiertos del mundo. Sus 60 calles contienen nada menos que 5.000 tiendas, 60 restaurantes, 18 fuentes, 12 mezquitas e incluso una escuela. El bazar es muy famoso por sus alfombras, cuero, cerámica, recuerdos y joyas. En el Gran Bazar, no puedes perderte el mítico restaurante Pandeli. Un must. No debes olvidar el bazar egipcio y degustar pescado con pan en Eminonu.
La torre de Gálata. Una de las torres más antiguas del mundo, desde la que se puede observar el Cuerno de Oro y el Bósforo de forma panorámica. Además, no olvides hacerte una foto con un traje de padish en la Cisterna Basílica, una gran cisterna de agua de la época bizantina, y otra sentado en el trono del sultán con ropa otomana.
No podemos olvidarnos de la majestuosa mezquita Santa Sofía, considerada uno de los monumentos más bellos del mundo, y de disfrutar de una de sus costumbres más arraigadas: tomar un hammam o baño turco. Entre los más antiguos están el Ayasofya Hürrem Sultan Hamami, recientemente renovado, en la plaza de Sultanahmed y el Kılıç Ali Paşa, en Tophane-Karaköy.
¿Qué comer?
Aquí van algunas recomendaciones: comer 'kumpir' junto a la mezquita de Ortaköy; yogur en Kanlica -uno de los barrios históricos del lado de Asia en el Bósforo-; gofres en Anadolu Kavagi y albóndigas en Sultanahmet, y si quieres comer las originales, debes hacerlo en el histórico Sultanahmet Köftecisi Selim Usta.
Descubre la avenida Istiklal y come almejas y 'kokorec' en el mercado de pescado. Además, beban 'salep' (la mezcla de leche caliente y canela con una harina aromática que se obtiene de los tubérculos de una orquídea típica de Anatolia) en la colina de Pierre Loti con vistas al Cuerno de Oro.
¿Dónde comer?
Empezaré por las recomendaciones de dónde comería un turco en Estambul, que me fascinan:
Karakoy. Barrio junto al nuevo puerto de Galaport, tiene una vida nocturna fantástica con un ambiente joven de todas las nacionalidades. Deléitate el paladar en la mejor terraza mirando Sultanahmed y Asia en Mukellef Karakoy.
En Beyoglu, el mejor kebab es en Ali Ocakbaşı Gümüşsuyu.
Aheste es considerado el mejor restaurante con menú degustación de Estambul. El escenario son los bajos de un edificio con más de 300 años de historia y que ha sido rehabilitado a la perfección.
Ambientazo, buena vibra y de los sitios más cool de Estambul, BLOK. Sácate la fotaza en los baños y bajo el cartel de 'Namaste Bitches'. Además, es imprescindible pasarse los domingos por el mercado Bomonti.
Y, por último, otras recomendaciones más occidentalizadas, pero igual de espectaculares:
Para almorzar: Cantinery, Mangerie, Lucca, Batard y Zula (posiblemente la mejor hamburguesa de la metrópolis).
Para cenar: Roka Istanbul Galataport, Murver, MSA Restaurant en Museo Sabanci y Bebek Balikcisi (de pescados en el Bósforo).
Para salir y copeo: Lucca, Bebek Hotel, Meg Bebek, Chicki Boom o Klein, por nombrar unos pocos.
Como apunte artístico, las galerías Rampa y Pilevneli y, por supuesto, no te puedes perder la Bienal de Estambul del 14 al 17 de septiembre 2022. Menos leer y ve reservando tu siguiente parada: Estambul.
Nos centramos en esta mochila, o sea, 'sirt çantasi'. Les presento a nuestra querida Estambul. Los Sarasola Marrero acabamos de llegar. Mi madre, que ha sucumbido a los romances de las series turcas, porque fueron su evasión del covid, no para de decirme que la lleve. Lo haremos con los nietos, de nuevo.