Sofía y Lucía Roca

Sophie and Lucie

Sofía y Lucía Roca

Nos reciben
en un dúplex muy personal convertido en una joya boho

Texto Cris Castany
Foto Esi Seilern
Formato Marina G. Ortega · F. Anido
Producción Flair Studio
Estilismo Marieta Yanguas
Maquillaje Sisley
Peluquería Studio 25
Flores Loreto Aycuens

Han abierto las puertas a Vanitatis del hogar de Lucía, en una zona residencial a las afueras de Madrid, para hablarnos de moda, decoración y de cómo gobiernan esta empresa que las ha lanzado al estrellato empresarial

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ace seis años y medio que sus nombres ya no son suyos, están en boca de todas sus clientas. Sophie and Lucie no son Sofía y Lucía, son las creadoras de una marca que ha roto moldes. Las dos hermanas que, con el know-how de una madre imparable, montaron una marca que quizá es una de las más copiadas del momento.

Las grandes marcas imitan sus diseños y sus telas, y ellas, como David contra Goliat, se aferran a la fuerza de su tamaño, que en su caso nace de la creatividad, y a su forma única de hacer las cosas como garantía de futuro. “Cuando nos empezaron a copiar nos hacía hasta ilusión, ahora que lo empezamos a notar en las ventas y en vez de 100 vendes 50, da mucha rabia. Nuestro tejido estrella es el de jacquard de viscosa, nos costaba un montón traerlo y ahora hasta nuestros proveedores de telas nos dicen que se lo piden directamente”, explican. Ellas los tintan con colores propios para diferenciarse, que son especialmente favorecedores, y ponen unos botones especiales… “Es que los demás ponen blancos”, afirma Lucía indignada como si pervirtieran su obra.

El protagonista de la zona de estar es un sofá en L hecho a medida y enmarcado bajo obras de Paul Antón.

Pasemos de hablar de su éxito a las creadoras de este. Lucía es una chica polifacética, casada, con una hija; es un huracán. La hermana pequeña de las Roca se encarga de la parte de redes sociales, “porque me gusta darles vueltas a las fotos”, y del negocio en sí. Sofía (39), también casada y con tres hijas, es la responsable de la creatividad, pero las dos están involucradas en cada detalle que contempla esta firma que en nada se ha convertido en un fenómeno.

“Nos basamos mucho en nuestro instinto, en los coloridos que nos van ofreciendo, en los viajes. También en lo que te demanda un poco la calle”. Su año clave a nivel empresarial ha sido el 2019, y a raíz del 2020 con la pandemia empezaron a trabajar sus plataformas sociales, lo que les dio un impulso que no esperaban. Empezaron a crear un equipo de calidad, una apuesta fuerte en un momento difícil porque creyeron en el lema del ‘ahora o nunca’. En vez de replegar las velas vieron una ventana de oportunidad y se lanzaron a por la venta online con todas las de la ley: “En nuestros inicios toda o la mayoría de la venta era física, pero desde hace dos años el e-commerce es nuestra mayor plataforma de venta”.

Las hermanas, vestidas de Sophie and Lucie sobre sofá de lino, en la sala de estar del ático. En la estantería, jarrones de Zara Home.

Ahora tienen 85 puntos de venta multimarca y acaban de abrir su tercera tienda en Valencia (las otras dos están en Madrid y Barcelona), y son trece personas en el equipo. Sus proyectos futuros empiezan por Portugal, donde ya están trabajando con influencers como Mafalda Patricio y les está yendo muy bien. “Por la cercanía, ya teníamos una buena conversación, esta ha sido la primera apuesta más allá de nuestras fronteras”, comentan. Luego vendrá Francia, donde ya han empezado a hacer sus pinitos en un marketplace. “Queremos ir poco a poco abriendo mercados, ir consolidando”.

“Nuestra madre era de profesión decoradora, y le encanta, algo que nos ha transmitido. Pero la que sabe de interiorismo es ella”

Su marca encaja en siluetas muy distintas, es para mujeres reales y resulta extremadamente favorecedora. Una de las cosas que más les gusta es que hay amigas muy diferentes que comparten sus prendas, nos dicen divertidas, quitándose la palabra mientras las fotografiamos en un dúplex en un barrio a las afueras de Madrid, Aravaca. Una casa que respira sabor en cada milímetro, y pese a que su dueña no para de justificar un desorden que no hay, vemos que cada pieza está elegida con muchísimo cariño, como sus colecciones.

Izq. El comedor tiene como centro una mesa antigua en la que la madre de Lucía hizo un trampantojo a imitación de mármol y los jarrones son de Gloss & Raffles. Der. Un dormitorio muy minimal y natural con paredes de estuco y toda la ropa de cama de lino.
¿De dónde nació la idea de lanzar la marca?

Sofía: Todo empezó con Cordon, una tienda que fundó nuestra madre y que hemos reinventado, hemos hecho el cambio generacional, aunque el alma mater sigue presente ayudando. Ella es la emprendedora de verdad, nosotras somos trabajadoras de nuestra empresa. Nuestra madre era de profesión decoradora y le encanta, algo que nos ha transmitido. Pero la que sabe de interiorismo es ella.

Nos lo cuenta la hermana menor mientras nos muestra una pared del salón que imita un estuco que ha realizado su madre y que, según nos detalla, la sacaron de una idea de una revista de decoración.

Sofía y Lucía, sentadas en el sofá de obra de la terraza que se tapizó con telas mallorquinas. La terraza del ático de Aravaca tiene mesas de Maisons du Monde y jarrones de cerámica de Zara Home.

Lucía: La mesa era de casa de mis abuelos y yo la quería actualizar con un tablero de mármol, pero sabía que tendría que esperar, así que mi madre me hizo este invento ‘fake’ con pintura y ahora le he cogido cariño y ya no quiero cambiarlo. También traje de casa de mis padres el loro que ves ahí, y también me apasionan las alfombras, cuantas más mejor. Pero todo ha ido surgiendo, soy de construir con el tiempo. Odio tenerlo todo desde el minuto uno, y me gusta alternar, por ejemplo tengo una vela con la forma de la ‘snitch’ (una pelota) de Harry Potter y la combino con dos velas de Loewe, pero el protagonismo es para la primera. Las moscas de papel maché las compré en un viaje a París, eran para un cuarto de jugar, le había visto la idea a la decoradora Isabel López-Quesada y al final me gustaron más encima de libros. Me gusta mucho la decoración, pero verás que lo tengo todo semidesordenado.

Lo que ella llama caos, nosotras lo apodamos bohemia, pero una bohemia organizada.

“En la terraza, hice un sofá de obra gigante para las siestas y compré dos butacones en el Taller de las Indias. Ese espacio me chifla.”
¿Y en cuánto al arte?

L: Me gustan mucho los cuadros. Estos son de Paul Antón y el otro, de Eduardo Lalanne, lo compré en una subasta que organizó mi prima y me gustó muchísimo la experiencia; dije que nunca más compraría de otra manera. Los demás los ha pintado mi madre, que tiene una artista dentro. Yo quiero poderme comprar un día un Genovés, lo supe desde la primera vez que vi uno. También me gustaría hacerme con un Sorolla, porque a mi madre le apasiona, me la recuerda muchísimo y sería como tener un pedacito de ella siempre.

Sofía Roca, vestida con prendas de la marca Sophie and Lucie.
¿Cuál es tu pieza favorita?

L: Son muchas, pero por ejemplo la lámpara de pie, que es de Años Luz, la encontré mientras buscaba unos apliques, y me enamoré en cuanto la vi, así que le hice un hueco. Eso lo hago mucho, compro y luego les creo su lugar. Los flexos azules los compré cuando no teníamos un euro, y aunque debería cambiarlos me cuesta. La cómoda del salón la compré en el Rastro, cambié el color porque no me gustan los total looks y era del color de la pared, y como quedaba muy engamado, lo cambié. Con su aparición también desplacé el radiador. En la terraza, hice un sofá de obra gigante para las siestas y compré dos butacones en el Taller de las Indias. Ese espacio me chifla.

¿En qué tiendas de decoración os podemos encontrar?

S: En Mestizo, en el Rastro siempre voy a The Secret de Luis Puerta y a Berenice.

Izq. Un detalle del office de la cocina en el que ha jugado con un papel de pared tropical y un suelo de damero en blanco y negro, las frutas y hortalizas son de Dehesa El Milagro. Der. El baño de Lucía, que combina texturas como el cemento pulido y un mueble de madera natural.
¿Un capricho por cumplir?

L: Quiero unas butacas para la terraza de Ferm Living, pero me voy a tener que esperar un poco.

Estrenaron su hogar después del viaje de novios, un caso clásico; su marido es auditor y “muy inteligente, pero no entiende nada del mundo de la moda, le resulta muy ajeno”. Mientras las hermanas siguen hablando, nos llama la atención que pese a que no lo parece se llevan ocho años. “Cuando yo empezaba a tener novio, ella era una enana”, ríe Sofía. Aunque son tres -un chico en medio que se lleva dos años con Sofía-, ellas están unidas como dos grandes amigas que se embarcan en una aventura empresarial. Lo transmiten constantemente incluso mientras subimos a la zona de arriba en la que llegamos a un cuarto de estar con una terraza increíble. De repente nos sentimos como en una casa en Baleares.

Sois las creadoras de Sophie and Lucie, pero ¿qué marcas compráis vosotras?

S: Siempre llevamos nuestra ropa, la verdad, en eso no gastamos un euro. A mí en cuestión de calzado me gustan Marni o Loewe. Lucía se compra joyería y yo se la pido.

L: Quizá compramos algún básico como una camiseta negra de Zara y alguna cosita de Isabel Marant más especial. En lo que nos gastamos dinero es en complementos, que nos gustan mucho. Yo me he comprado el Knot de Bottega Veneta. Me hago con un buen bolso al año, literal, pero bueno. También me he comprado la camisa de Andión, porque me hacía ilusión.

Lucía, vestida de su marca con sandalias de Celine y pulsera de Paola Q, en su rincón de trabajo bajo láminas compradas en Roma.

De un tiempo a esta parte, desde que el nombre de la marca de moda cogió fuerza, en ocasiones se las mete en el saco de las influencers, y ellas, mientras sea por el futuro empresarial, todo. Y es que han creado comunidad, sus fans son muchas, entre ellas algunas instagramers que les son fieles como María Fernández-Rubíes: “Ella nos ha apoyado desde el principio, trabajamos muy bien con las Pombo”, confiesan. “También nos gustan mucho Belén Hostalet y Mónica Anoz”

Tras su éxito han aparecido los mimos, incluso hay marcas que las invitan a eventos, pero ante la tesitura de convertirse ellas mismas en influencers, su compromiso con el proyecto prima, porque sin decirlo resalta la pasión que siguen sintiendo por su trabajo y que las hace estar viviendo (seguro que por mucho tiempo) en la cresta de la ola profesional. Son unas emprendedoras de las que creen que en el ejemplo está la clave del éxito del equipo, y es que tienen unas jefas muy exigentes, Sophie and Lucie.