BĪCHI, el gran verano gastro japonés de Formentera

BĪCHI en japonés quiere decir playa. Y para playas paradisíacas, las de Formentera, el auténtico Caribe español. Quizá esa sea la razón por la que los promotores de la idea decidieron presentar su nuevo concepto en la pequeña isla pitiusa. Han establecido dos 'pop ups' dedicados a la alta cocina japonesa dentro de dos restaurantes de la isla: el conocido Ca Na Joana y el nuevo Ínsula Beach.

Al frente de este pionero concepto gastro-japonés está el conocido chef canario David González. Este cocinero, además de tener una larga y exitosa trayectoria profesional, ha pasado por importantes establecimientos de Londres y Suiza, trabajó un tiempo en el Hotel Urban y más de 12 años como jefe de cocina en Kabuki Wellington.

David practica una depuradísima cocina japonesa con delicadas influencias mediterráneas. Una basada en pescados y mariscos excepcionales procedentes de los mejores puertos españoles: atlánticos, cantábricos y mediterráneos. El atún que cocina es de las firmas Balfegó de Tarragona y Fuentes de Cartagena, y la filosofía culinaria básica de González es dejar que el producto exprese su excelencia por sí mismo, sin excesivos aderezos ni salsas. Una explosión marina natural en la boca que sorprende y crea adicción.

Por otro lado, la iniciativa empresarial de esta inédita aventura corre a cargo de Juan Alfaro, reconocida personalidad del mundo de la restauración que, entre otros exitosos proyectos, está detrás de Asiako y Señor ITO.

BĪCHI en Ca Na Joana

Ca Na Joana es uno de los establecimientos más veteranos de la isla. Es un verdadero clásico especializado en pescados y arroces que cuenta con una deliciosa terraza inundada cada noche por el suave sonido de un piano y por el intenso contrapunto cromático de las buganvillas, que pueblan todos sus rincones. Está situado en San Francesc, en una vieja casona balear restaurada por su propietario, George Augsburger, artista y coleccionista suizo.

Durante toda la temporada estival, la carta de Ca Na Joana convivirá con la de BĪCHI, que funciona preparando exquisiteces japonesas con un punto de mayor elaboración y sofisticación que la de su hermano menor, BĪCHI Ínsula Beach. Estos son algunos de los bocados que no querrás perderte: el niguiri de hamachi, la vieira con sobrasada y miel de Formentera, las zamburiñas flambeadas con ras al hanout, el usuzukuri de toro con salmorejo trufado, la selección de tartares (de atún, salmón cremoso, o de toro) y la gran variedad de hosomakis, los uramakis de rúcula y tomate seco, de salmón pepino y aguacate, de atún picante y aguacate…

BĪCHI en Ínsula Beach

Ínsula Beach es un nuevo chiringuito ilustrado que sirve una fresca y apetecible cocina italiana. Localizado en plena playa de Es Arenals, con su espaciosa y sencilla terraza abierta al mar, Ínsula Beach respira un aire de otro tiempo y disfruta de la espléndida vista de las deslumbrantes arenas blancas y de las luminosas aguas turquesas isleñas. Después de darse un buen baño y tomarse una cerveza bien fría o un estimulante y rico aperitivo italiano, lo suyo es coger sitio en la terraza y dejarse llevar por las sugerencias y la maestría culinaria de David.

Al fondo de la agradable terraza del Ínsula Beach -ambientada con música en directo- se sitúa BĪCHI como una barra de madera y cañizo de apariencia tropical en la que David González elabora, a diario, sus creaciones más informales. Entre los platos japoneses-mediterráneos más pedidos en Ínsula Beach se encuentran la ensalada de wakame con verduras en sunomono, la de algas con marisco, el chirashi de arroz, verdura, algas y pescado, las ostras con distintas preparaciones (caviar, sake, lichis, kimchi...), la ensalada de king crab con kimchi, los sashimis de salmón o atún, los niguiris de trufa blanca, la anguila con salsa de tare, el guanciale con caviar, los uramakis y temakis variados. La lista podría abarcar toda la carta.

En Formentera siempre hay cosas que uno no debe perderse -naturaleza, cultura, deportes acuáticos, ocio nocturno, locales de moda- y este año una de esas cosas especiales a experimentar es, sin ninguna duda, la cocina japo-mediterránea de David González en sus dos sedes temporales.