80 años de ‘Bambi’, la película de Disney que traumatizó a Spielberg e hizo llorar a Bardem

Si el titular de este artículo no es un buen reclamo para ver (o revisionar) ‘Bambi’, ¿qué lo es? Además de traumatizar al director de ‘La lista de Schindler’ o hacer llorar a Javier Bardem, la película de Walt Disney, de cuyo estreno se cumplen 80 años este mismo sábado, ha metaforizado los miedos y ansiedades de los niños de varias generaciones. Fue un 13 de agosto cuando en el Carthay Circle de Nueva York, el público vio por primera vez las peripecias sobre un cervatillo escritas por Felix Salten; una de las producciones más ambiciosas del creador de Mickey Mouse.

En 2012, una conocida revista norteamericana publicó una encuesta sobre las películas que más hacen moquear a las estrellas de Hollywood. Para Bardem era ‘Bambi’. Otros, como George Clooney, se decantaron por ‘¡Qué bello es vivir!’, clásico navideño del que también podríamos hablar largo y tendido en este blog.

‘Bambi’ forma parte de un brillante quinteto conformado por ‘Blancanieves’, ‘Pinocho’, ‘Fantasía’ y ‘Dumbo’; de la llamada Edad de Oro de los estudios Disney. Además de su buena reputación crítica, sigue ocupando un lugar único como cinta emblemática para varias generaciones de niños. No solo para Spielberg, sino también para personajes como Paul McCartney, que confesó aprender a respetar la naturaleza gracias al film cuando no era más que un niño. Sin embargo, la generación más marcada (y traumatizada, no lo olvidemos) por la cinta fue la de los ‘baby boomers’ (los nacidos en Estados Unidos alrededor de los años 50). La escena de la muerte de la madre del cervatillo supuso uno de los pasos más dolorosos de la vida de muchos cinéfilos. Y eso que ni siquiera se ve en pantalla: el sonido de un solo disparo fuera de campo y los posteriores sollozos del ciervo, mientras cae la nieve, eran las únicas indicaciones de la muerte del personaje. La muerte en off no ha impedido que esta sea una de las secuencias más rememoradas de la historia del cine.

En España tuvimos que esperar hasta septiembre de 1950 para poder ver la quinta película de Disney. Pero ‘Bambi’ se había estrenado en Estados Unidos en plena Segunda Guerra Mundial. Basada en la mencionada novela de Félix Salten publicada en los años 20, la película se planeó a principios de los 30. Fue en esos años cuando el director y productor Sidney Franklin quiso llevarla a cabo como una cinta con actores de carne y hueso.

Pocos años después fue Walt Disney el que heredó el proyecto. El concepto cambió por completo: ahora sería una película de animación. ‘Bambi’ estaba destinada a ser la segunda película del estudio, inmediatamente después de ‘Blancanieves y los siete enanitos’ (1937). Sin embargo, la dificultad para reflejar los movimientos de los animales con total fidelidad la acabó retrasando cinco años. Cada mañana, los animadores veían como el estudio se llenaba de ciervos. Ataviados de lápiz y papel, ellos tenían que captar su forma de moverse. Calcaban, por ejemplo, la forma en la que mueven las orejas hacia atrás cada vez que agachan la cabeza. Eso hizo que Bambi y sus amigos, el conejo Tambor o la mofeta Flor, se paseen por el bosque dotados de un realismo enormemente avanzado para la época.

El encanto de los fondos, de marcado carácter impresionista, se lo debemos a Tyrus Wong, un artista chino que, gracias a su talento, fue capaz de crear estampas que parecen salidas de un museo. La historia de Wong es la de muchos animadores de Disney, ya que su trabajo, quizá el fundamental de la película, pasó injustamente desapercibido con respecto al de sus compañeros. Fallecido en 2016, poco antes de morir participó en documentales y especiales que hicieron justicia a su participación en la cinta.

Pese al enorme presupuesto y el esfuerzo del equipo creativo, ‘Bambi’ no fue un éxito inmediato. De hecho, fue mal en taquilla en una época en la que los ingresos internacionales eran fundamentales y había un bloqueo del cine de Hollywood a causa de la guerra en Europa. Los críticos señalaron, justamente, el carácter áspero y duro de su narración, diametralmente opuesto al de los cuentos de hadas de otras películas de Disney. Era la cinta más adulta del estudio hasta entonces; una película que hablaba de la vida, la muerte y la naturaleza en peligro, unos elementos dramáticos que prácticamente calcó ‘El rey león’ en la década de los 90.

Pero el tiempo, el juez más sabio, la fue colocando en su lugar. Pasados los años, la película fue recuperando el dinero que no había hecho durante su primer estreno. Los reestrenos y las ventas en VHS a partir de 1994 la hicieron rentable. En España, por ejemplo, jamás se vio en una cadena de televisión española hasta que Telecinco la emitió en junio de 2011. El fracaso de audiencia parecía cantado: el público que cada tarde se merendaba ‘Sálvame’ no esperaba encontrarse, durante una tarde de sábado, con una sinfonía animada de ritmo pausado; con una fábula contemplativa, quizá poco apta para los niños del siglo XXI, acostumbrados a los estímulos y al impacto inmediato narraciones audiovisuales mucho más espídicas.

Disponible en Disney Plus, ‘Bambi’ sigue siendo una de las joyas de la corona de Disney, una obra maestra que eleva la animación a la categoría de arte y que, además, ha cumplido ocho décadas de vida manteniéndose en el podio de las grandes películas. Quizá ya no provoque lágrimas, pero con casi un siglo de vida sigue siendo un referente imposible de obviar.