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Mallorca en verano y todo el año: tres hoteles en Palma para una escapada urbana a la isla
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Mallorca en verano y todo el año: tres hoteles en Palma para una escapada urbana a la isla

¿Quién dijo que la isla bonita solo se visita en los meses de calor? Palma es una ciudad abierta y que acoge todo el año con patrimonio, ambiente y cosmopolitismo de sobra

Foto: Hotel Can Bordoy y sus vistas. (Cortesía)
Hotel Can Bordoy y sus vistas. (Cortesía)

Nos quedamos con Mallorca. De todas las Baleares es la mayor y, por tanto, la más completa, la más diversa, la más cómoda y la más abierta, los doce meses del año, a la hora de acoger al turista que quiere explorarla más allá de sus maravillosas calas y playas en verano. El interior, con su sierra de Tramontana como estandarte, sus pueblitos y agroturismos encantadores con cocina de escándalo son destinos sobresalientes y demuestran constantemente por qué este paisaje es Patrimonio de la Humanidad. Y sus ciudades… qué decir de sus ciudades. A la magia de Valldemossa que enamoró a Chopin, y que es uno de los puntos más frecuentados, le puede hacer sombra, y mucha, la a veces relegada capital. Está claro que Palma no es solo un lugar de aterrizaje y despegue y que merece ser visitada en cualquier momento, hasta con el frío que en estos días ya casi añoramos.

Los motivos son innumerables, desde restaurantes en la Liga de las estrellas Michelin, tiendas de diseño y artesanía, museos de gran nivel como el de arte contemporáneo Es Baluard o, por supuesto, la monumentalidad de su gótico, de su Catedral, que se puede descubrir con una maravillosa visita paseando sus terrazas y tejados, o la lonja o el palacio de la Almudaina. Sus antiguas callejas, el bohemio barrio de Santa Catalina, sus mercados, sus galerías… Sí, hay que ir a Palma, y hacerlo alojándose en esos preciosos hoteles boutique en edificios recuperados que son un homenaje al pasado teniendo muy en cuenta el lujo presente. Aquí, tres de nuestros favoritos.

El Llorenç Parc de la Mar

Fue el primero del grupo The Mallorca Ç Collection, especializado en gestión y desarrollo de conceptos singulares y que hoy día cuentan con otro, El Vicenç de la Mar, en Cala Molins. A pasos de la catedral se encuentra este concepto urbano solo para adultos que se inspira en la magia de las antiguas calles que lo rodean, palacios y patios en un diseño firmado por el sueco Magnus Ehrland. Su patrón de estrella árabe, en honor a unos antiguos baños descubiertos a su lado, te guiará desde sus restaurantes, empezando por el estrella Michelin DINS de Santi Taura hasta su azotea con vistas, también gestionada por el famoso cocinero y su constante homenaje a lo local. Entre medias, habitaciones que fusionan historia y vanguardia con ventanas y balcones de postal al centro o a la costa, un spa con circuito termal que es una reinvención de los citados baños árabes y un listado de experiencias para sacar todo el jugo a tu estancia. www.elllorenc.com

placeholder Azotea y piscina de El Llorenç Parc de la Mar. (Cortesía)
Azotea y piscina de El Llorenç Parc de la Mar. (Cortesía)

Can Cera

Renovado hace muy poquito, cruzar la puerta de Can Cera es cruzar la de una auténtica casona mallorquina, en el entramado del centro histórico de Palma, y viajar hasta el siglo XVII en un periplo cargado de historia, diseño y privacidad. La colección de muebles de la época y piezas contemporáneas, como las pinturas de artistas locales que penden de sus paredes, aumentan la teatralidad de un lugar en el que sentirse en casa, en la casa que se querría tener. Ya desde la entrada, su lobby, donde además se sitúa un excelente restaurante para desayunos y cenas de nivel, y su patio epatan. Al subir, sus regios salones, coctelería y 14 habitaciones son otras de sus joyas. En estas, la artesanía del mobiliario, los suelos, cerámicas, los tejidos o las vistas desde sus ventanales y galerías a la parte más antigua de la capital se combinan, de igual manera, con guiños de ahora para disfrutar de todas las comodidades modernas sin perder nunca la esencia. Es también solo para adultos y sí, es maravilloso. Sofisticado y 'classy' como pocos y como todos los de IT Mallorca, grupo al que pertenece. www.cancerahotel.com

placeholder Entrada a Can Cera. (Cortesía)
Entrada a Can Cera. (Cortesía)

Can Bordoy Grand House & Garden

Otro hotel y restaurante con alma en torno al mayor jardín privado de Palma. Can Bordoy se emplaza en una gran casa rehabilitada con gusto y detalles contemporáneos, como la tecnología de nivel y mobiliario de diseño que no rompe el encanto de la historia del edificio. Es un concepto boutique de gran lujo con romántico restaurante, Botánic, que subirá al top de tus favoritos y que es, además, el primero 'plant forward' de la capital, con los vegetales acaparando el protagonismo de forma deliciosa sin dejar del todo de lado a la carne y el pescado con fantástico género. Su desayuno "all day" es uno de sus mayores atractivos, también con toques muy saludables. Tomarlo en sus mesitas exteriores junto a una de sus piscinas es un gran plan incluso para los propios locales, que encuentran aquí un oasis en el que recargar baterías por unas horas. ¿Su joya mayor? Su piscina con vistas increíbles. www.canbordoy.com

placeholder Una de las suites de Can Bordoy. (Cortesía)
Una de las suites de Can Bordoy. (Cortesía)

Nos quedamos con Mallorca. De todas las Baleares es la mayor y, por tanto, la más completa, la más diversa, la más cómoda y la más abierta, los doce meses del año, a la hora de acoger al turista que quiere explorarla más allá de sus maravillosas calas y playas en verano. El interior, con su sierra de Tramontana como estandarte, sus pueblitos y agroturismos encantadores con cocina de escándalo son destinos sobresalientes y demuestran constantemente por qué este paisaje es Patrimonio de la Humanidad. Y sus ciudades… qué decir de sus ciudades. A la magia de Valldemossa que enamoró a Chopin, y que es uno de los puntos más frecuentados, le puede hacer sombra, y mucha, la a veces relegada capital. Está claro que Palma no es solo un lugar de aterrizaje y despegue y que merece ser visitada en cualquier momento, hasta con el frío que en estos días ya casi añoramos.

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