Comarca de la sidra: direcciones y un renovado hotel para explorarla

“Donde Asturias huele a manzana”. Así es cómo se define esta comarca en el corazón y oriente de Asturias que preside el pueblo pesquero de Lastres, considerado uno de los más bonitos de España, con su callejas y casas colgadas frente al mar. Colunga, concejo en el que se encuentra este, Bimenes, Cabranes, Nava, Sariegu y Villaviciosa componen este espacio natural con un denominador común, además de la costa: la producción sidrera. Naturaleza, gastronomía, cultura, arte y ocio son protagonistas de una interminable lista de atractivos turísticos que lo convierten cada año en sabroso destino gourmet.

Es buen exponente de todo ello una de las conserveras más destacadas de España, la de las maravillosas anchoas Hazas, que puede visitarse para conocer al detalle su proceso de elaboración, catarlas y, por supuesto, llevarse unas merecidas latas. También la granja de producción ecológica Los Caserinos, con sus productos lácteos entre los que reina su espectacular queso azul. Y el llagar El Castañón, una moderna instalación que resume la trayectoria de tres generaciones al mando de una de las más reconocidas sidras naturales. O, por supuesto, alguna de las guisanderas tradicionales como El Llar de Viri, casa de comidas en la que disfrutar de una fabada asturiana de aúpa en una atmósfera de hogar de siempre.

La agenda da para una escapada de fin de semana largo a pesar de los pocos kilómetros que ocupa, un fin de semana teñido de los colores del paisaje, en todos los sentidos, y que tiene que pasar sí o sí por el mejor hotel que se encuentra en la zona, CoolRooms Palacio de Luces, único Relais & Châteaux del Principado, que acaba de renovarse para lucir aún más como merecía.

En el marco de un palacete señorial del siglo XVI, a caballo entre el Cantábrico, los Picos de Europa y la sierra del Sueve, es fantástico para desconectar entre bosques de hayedos, tejos, cerezos, pinos y acebos reconectando a la vez con la tierra y el entorno. La reforma, llevada a cabo por Proyecto Singular junto al equipo interno de la marca boutique de lujo CoolRooms, ha potenciado el relato de la evolución histórica en las distintas partes del establecimiento. El palacio en sí se basa en la figura del hidalgo que levantó esta casa solariega más de 500 años atrás tras hacer las Américas. La piedra de entonces, visible sobre todo en el dintel de la chimenea del salón principal, proveniente del antiguo llagar, y el mobiliario reutilizado imperan alrededor de elementos que narran su devenir, escudo de armas y árbol genealógico entre ellos. La sobriedad del proyecto de iluminación de María Covarrubias ayuda también a ese empaque aristocrático en las estancias comunes y en las 4 suites de estilo indiano que aquí se sitúan.

Un moderno corredor conecta con la ampliación del hotel y las otras 40 habitaciones, panorámicas en su mayoría, que cabalgan entre el pasado y el presente con un estilo clásico, refinado, sencillo y con mucho de la naturaleza circundante en diversos guiños decorativos que extienden esa paz del paisaje al interior.

Su oferta culinaria, cómo no, se aferra asimismo a este alrededor con platos de raíces que van "desde la legumbre al pescado, del marisco a la caza y del embutido al corral”, en palabras de su chef, Ignacio García Canellada. Su restaurante Tella y su menú gastronómico son una delicia, además, porque sus vistas son impagables y se trasladan al plato con el kilómetro cero y lo sostenible por bandera tanto en la degustación como en la carta. Los pescados de la bahía de Lastres y las carnes de la cercana sierra son insuperables también en el gastrobar La Palmera.

Hay que despertarse a desayunar. Sus mermeladas, mantequillas, mieles y huevos ecológicos conforman una serie de alternativas irresistibles en uno de los mejores desayunos de hotel de España, garantizado. Y hay que pasar por su área ‘wellness’, con salas de tratamientos y piscina climatizada frente a ventanales de postal para que la inmersión, nunca mejor dicho, en esta comarca sea total. A escasos 10 minutos de las playas de La Isla, del propio Lastres y La Griega, con suerte y sol es la perfecta escapada para rematar el verano.