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Tel Aviv deluxe, a través de sus mejores hoteles, restaurantes y planes
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Tel Aviv deluxe, a través de sus mejores hoteles, restaurantes y planes

Es una de las capitales más cool del Mediterráneo y todo un destino de peregrinación hotelera y gastronómica. Recorremos en cinco paradas una ciudad que es pura tendencia

Foto: Vibrante Tel Aviv. (Cortesía)
Vibrante Tel Aviv. (Cortesía)

¿Un fin de semana en Tel Aviv? Sí, claro que sí. Uno y más. La capital de lo cool por excelencia, es vibrante como pocas ciudades del mundo. Fusión del viejo y el nuevo mundo, sorprende su modernidad y aperturismo siendo el crisol cultural y religioso que es y teniendo en cuenta su conflictiva historia. Tal vez por eso, precisamente, Tel Aviv rompe esquemas. Mundialmente conocida por sus playas, marcha nocturna y gente guapa, se ha convertido también en meca culinaria que cuenta con más de cuatro mil restaurantes, que lo mismo ofrecen comida callejera en un mercado que uno de los mejores comedores que hemos reservado en tiempo. Lo mismo ocurre con sus hoteles, mezcla exquisita entre lo tradicional y lo rabiosamente contemporáneo, ejemplos radiantes de lo que la hotelería de lujo debe ofrecer hoy día: una conexión total con el destino más ecléctico del Mediterráneo.

Oasis de lujo y diseño en The Jaffa

The Jaffa, a Luxury Collection Hotel es una de las más emblemáticas propiedades de 5 estrellas de Tel Aviv. Ubicado dentro de un restaurado complejo del siglo XIX que una vez albergó el Hospital Francés, rebosa, además de estilo por los cuatro costados, historias con ecos de las Cruzadas impregnadas en sus murallas, así como una maravillosa capilla. El minimalista diseño de John Pawson y las obras de Damien Hirst, que penden de sus principales estancias, contrastan con la vieja estructura de piedra y los altísimos techos de sus 120 exquisitas habitaciones y suites. Tras un paseo por el centro, por la orilla del mar y el puerto histórico que da nombre al hotel, o tras perderse por el cercano mercado de pulgas Shuk Hapishpeshim, el Museo de Antigüedades o las galerías y boutiques locales próximas, hay que dejarse mimar por las aguas de su piscina o de su L. Raphael Spa. También por las delicias de su restaurante Golda's en románticas cenas o en imperdibles y auténticos desayunos en los que brilla su shakshuka en un patio enclaustrado que es un retiro en sí mismo.

placeholder Un reconfortante baño en The Jaffa, a Luxury Collection Hotel, Tel Aviv. (Cortesía)
Un reconfortante baño en The Jaffa, a Luxury Collection Hotel, Tel Aviv. (Cortesía)

Pronto, uno de los mejores restaurantes del Tel Aviv

En 1988 se abrió la puerta del restaurante Pronto y con ella, también se abrió en Israel la puerta a un mundo desconocido, el de la Italia clásica. Rafi Adar, un joven cineasta, inauguró un negocio que luego sería considerado pionero de las trattorias en Israel. Durante 22 años estuvo ubicado en la esquina de las calles Nachmani y Ahad Ha'am y se convirtió en una institución culinaria y cultural, un hogar para la bohemia de Tel Aviv. Jóvenes artistas y creadores eran camareros y bartenders, artistas consagrados y políticos lo frecuentaban. Pronto era un marco de escapismo único. En 2010 se mudó a su nuevo hogar en una placita al final de Rothschild Boulevard, al lado de Neve Tzedek. Allí conocimos a su actual chef, David Frenkel, quien se ha dedicado a guiar el barco por una ruta personal, nueva y fascinante.

Su deseo de innovar, por un lado, y el respeto por preservar la tradición por otro, lo llevaron a caminar por una delgada línea entre los dos mundos mientras creaba un nuevo lenguaje personal que ahora sorprende. La cocina italiana se ha convertido en el escenario dentro del cual David ha ideado un estilo propio en base al entorno y la temporada, con las materias primas estacionales por bandera. ¿Hits en sus menús? El tartar de ternera, bulgur y pimentón, los espárragos de cercanía con miso de lentejas y rábano o sus pastas, como los spaghetone con ragú de ternera, alcachofa de Jerusalén y chili. El ambientazo sigue asegurado.

placeholder Barra y ambiente en Pronto. (Cortesía)
Barra y ambiente en Pronto. (Cortesía)

Port Said: merece la espera

Tel Aviv es una ciudad que se camina con gusto. Hacerlo por el citado Neve Tzedek, el barrio repleto de encantadoras callecitas llenas de flores, cafés de gusto exquisito y tiendecitas de artesanía local, desde cerámicas a perfumes, es un estupendo plan vespertino que puede concluir, a la vuelta, en el famoso bulevar Rothschild, cerca de la Gran Sinagoga, en Port Said. Se identifica perfectamente por las largas filas en su puerta y es que es una de las direcciones de moda en la ciudad, a cargo de uno de sus cocineros más reputados. Eyal Shani, que ya tiene presencia incluso en España en uno de los hoteles más lujosos de Ibiza, se rodea aquí de ambiente hipster a rabiar, vinilos y DJ. Sus usuales sabores mediterráneos, especiados, con abundante uso de ingredientes locales, parecen sencillos y lo son, pero despiertan los cinco sentidos en boca, como solo cabría esperar de un gran chef como él. No reservan, pero ten paciencia. Sus higaditos de pollo y su steak al minuto valen la pena. Si no consigues mesa, la calle Nahalat Binyamin, a un paso, está repleta de superrecomendables direcciones para cenar y copear, siempre hasta la bandera.

placeholder Colas en la puerta de Port Said. (Cortesía)
Colas en la puerta de Port Said. (Cortesía)

La noche no ha hecho más que empezar en Speakeasy

Es el rooftop del momento, con una preciosa y animada panorámica del área de Rothschild. De entrada semiclandestina y un personal de bienvenida tirando a desagradable, todo sea dicho, Speakeasy es uno de esos lugares para ver y ser visto. La coctelería es excelente, fresca e imaginativa, y sus platillos muy para compartir entre amigos en sus bancadas. Todo cubre bastante bien el expediente. Tartares, carpaccios, ensaladas y opciones para comer con las manos, como hamburguesas y tacos, empapan los excesos para un inicio de noche seguramente memorable en clubes cercanos como el oscuro, electrónico y muy canalla Breakfast Club.

placeholder Azotea de moda con vistas. (Cortesía)
Azotea de moda con vistas. (Cortesía)

Arte y mercados para foodies

Un viaje a Tel Aviv quedaría incompleto sin visitar mercados como el de Carmel, de camino al Museo de Arte de la ciudad, con la colección contemporánea más importante del país. Aquí es donde podrás disfrutar de delicias locales, especias exóticas, un zumo de la fruta más fresca o hacer algunas compras. Al estilo bazar, hay que saber perderse y rebuscar para encontrar verdaderas joyitas como el bar M25, reconocido por sus platos de carne, como el shawarma o el kebab.

placeholder El típico mercado de Carmel. (Wikipedia)
El típico mercado de Carmel. (Wikipedia)

Si se es más de comodidades a lo moderno, iremos a Sarona, que más que a un zoco se parece al Chelsea Market de Nueva York. Un espacio culinario cubierto con más de 50 tiendas y restaurantes diferentes, algunos negocios firmados por chefs de renombre, con el que culminar con éxito esta sabrosa inmersión en la capital israelí.

¿Un fin de semana en Tel Aviv? Sí, claro que sí. Uno y más. La capital de lo cool por excelencia, es vibrante como pocas ciudades del mundo. Fusión del viejo y el nuevo mundo, sorprende su modernidad y aperturismo siendo el crisol cultural y religioso que es y teniendo en cuenta su conflictiva historia. Tal vez por eso, precisamente, Tel Aviv rompe esquemas. Mundialmente conocida por sus playas, marcha nocturna y gente guapa, se ha convertido también en meca culinaria que cuenta con más de cuatro mil restaurantes, que lo mismo ofrecen comida callejera en un mercado que uno de los mejores comedores que hemos reservado en tiempo. Lo mismo ocurre con sus hoteles, mezcla exquisita entre lo tradicional y lo rabiosamente contemporáneo, ejemplos radiantes de lo que la hotelería de lujo debe ofrecer hoy día: una conexión total con el destino más ecléctico del Mediterráneo.

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