Seis vinos perfectos para acompañar en otras tantas situaciones navideñas concretas

Son muchas las jornadas que nos quedan por delante para que se produzcan encuentros, reuniones, momentos para celebrar y disfrutar. También con uno mismo en esos ratos de relajo que rescataremos todos, seguro, en estas pocas semanas que quedan para terminar el año. Ganas hay de cualquier modo tras los dos años anteriores condicionados por las restricciones que provocó la pandemia. La vuelta a la normalidad ha traído aparejadas esas ganas de celebración, ahora ya sin limitaciones. Y en muchos de estos momentos seguro que el vino va a hacer acto de presencia. Por eso se nos ha ocurrido plantear algunas situaciones que, de una manera u otra, vamos a vivir en estos días, y para ellas proponemos la compañía de algunas referencias recomendables que, sin duda, cumplirán expectativas.

Nos ponemos a cocinar

Por ejemplo, son multitud las personas que disfrutan cocinando estas semanas para sus seres queridos. En esos momentos que se encuentran entre alimentos, sartenes o pucheros, el vino se revela como un estupendo acompañante. Horas dedicando lo mejor de uno para los demás y un tiempo ideal para ir degustando poco a poco alguna botella. Solos o en compañía, pues la cocina también se comparte, para el momento de cocinado puede ser una buena opción abrir el clarete que elabora Finca Torremilanos, de Bodegas Peñalba López, en el corazón de la Ribera del Duero, Ojo Gallo 2021 (21 €), que como clarete real que es procede de la mezcla de diversas variedades de uvas autóctonas blancas y tintas de viñas viejas, fermentadas parcialmente con las pieles y que permanece diez meses en barricas antes de ser embotellado. Un vino con la fluidez que exige la ocasión, por eso de no despistarnos, y cuyo nombre responde al tipo de color tradicional de este tipo de rosado (clarete fino) que en otros lugares de Europa llaman 'ojo de perdiz'. Cargado de fruta roja madura, aromas de hierbas aromáticas, monte bajo, recuerdos de especias, con untuosidad en el paso de boca y recuerdos frutales.

Ojo al Ojo Gallo

Compras y altos en el camino

Una de las situaciones que se van a repetir de manera reiterada a lo largo de estas semanas son y serán las jornadas de compras. Momentos en los que tiene cabida un alto en el camino para tomar un aperitivo o hacer un pica pica informal. Y un Tío Pepe Fino en Rama 2022 (16,50 €) es una estupenda opción, de las jerezanas Bodegas Tío Pepe. Sale cada primavera y está inspirado en los días en que el fino se tomaba directamente de la bota, por lo que no se clarifica ni filtra; es un fino en estado puro, fruto de la crianza biológica, que procede de la selección de unas cuantas botas de palomino. Con gran riqueza aromática, limpio, elegante, con aromas de frutos secos (almendra), panadería y finas levaduras. Amplio, sabroso, con frescura y al final el característico toque salino de la zona.

De fina estampa y en rama

La copa de Navidad

Llega la copa de Navidad en la empresa o en la oficina donde embutidos y tapeo frío suelen ser los protagonistas en clave gastro. En este caso, puedes sorprender a los reunidos con una referencia tinta que se sale de los recurrentes –aunque siempre esperados– clásicos riojas y riberas. Esa alternativa que seguro les va a conquistar es el berciano Bembibre 2018 (24,90 €) que elabora Dominio de Tares con uvas de mencía de viñas en vaso de más de 80 años, situados por encima de los 700 metros sobre suelos de pizarra en el pueblo que le da nombre al vino. Después de 14 meses en barrica francesa resulta intenso en aromas, elegante, con notas balsámicas, tostadas, de frutas confitadas, especias y fondo mineral. Con volumen en boca, equilibrio, frutal en el paso y con muy buena persistencia.

Vengo de El Bierzo

Llegan los primeros invitados

Situándonos en los momentos de reunión que vamos a tener en casa, mientras vamos recibiendo a nuestros invitados, un vino con burbujas para comenzar la velada es una propuesta perfecta. Elaboración además que, en función de su complejidad, puede acompañar a la perfección los primeros pases del menú que suelen ser un repertorio de entradas variadas. Mirgin Opus 2018 (32 €), de la catalana firma Alta Alella, puede ser un gran acierto; incluso para toda la comida o cena si eres fan de los espumosos y tampoco te apetece mezclar tipos de vino. Este es un cava dentro de la categoría Paraje Calificado, lo que supone un valor añadido por el lugar del que procede (paraje Vallcirera) aparte de asegurar una mínima crianza de 36 meses y el empleo de viñedos de bajos rendimientos, entre otros requisitos. De uvas ecológicas pansa blanca y chardonnay, es un brut nature con complejidad en nariz, donde destacan aromas a fruta blanca madura y notas florales, recuerdos de frutos secos, minerales y fondo salino. Sabroso, fresco, untuoso, equilibrado y con un final marcado por su mineralidad.

Una buena elección

Para tu cita anual con 'Qué bello es vivir'

El godello O Luar do Sil Vides de Córgomo 2020 (39,60 €), de la bodega del mismo nombre –O Luar do Sil– y al amparo de la denominación Valdeorras, sería una copa perfecta para disfrutar de una tarde de peli navideña. Pero también de una lectura, de la preparación de tus regalos más especiales o de una buena conversación de media tarde en buena compañía. Las uvas de godello proceden de pequeñas parcelas a 350 metros sobre el río Sil, plantadas en laderas de pizarras. Crianza de 8 meses con sus lías en acero inoxidable, huevo de hormigón, fudre francés y barricas de acacia de 500 litros, tipos de depósitos en los que previamente ha fermentado. Solo se elaboran 3.030 botellas y es un blanco riquísimo, para disfrutar y saborear con tiempo y calma, como si de un trago largo se tratase. Delicado, expresivo, rico en matices: aromas de orejones, flores, balsámicos, notas minerales y de pastelería. Potente en la boca, con viveza, recuerdos tostados y muy largo en el recorrido.

Riquísimo y punto

Con los amigos de siempre

Y no puede faltar la reunión de Navidad con los amigos de siempre, esas personas con las que nos gusta encontrarnos y celebrar, aunque solo sea una vez al año porque la vida lo complica. En torno a una mesa o en una barra, un acierto seguro puede ser este tinto de la bodega La Rioja Alta, Viña Ardanza reserva 2016 (25 €). Un riojano de perfil moderno compuesto de tempranillo con un 20% de garnacha. Dos variedades que hacen la crianza por separado en barricas americanas (36 meses el tempranillo, 30 meses la garnacha). El resultado, una elaboración expresiva y de gran intensidad aromática. Notas especiadas, de fruta en sazón, aromas balsámicos y finas maderas. Boca sabrosa, con estructura, frescura, recuerdos de fruta carnosa y paso amable. Persistencia con recuerdos de su crianza.

Un vino alto

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