Abrimos la deseada casa de Madrid de Las Perelli: sentido y sensibilidadAbrimos la deseada casa de Madrid de Las Perelli: sentido y sensibilidad

Las Perelli Abrimos su deseada casa de Madrid: sentido y sensibilidad

Texto Cris Castany
Fotos Esi Seilern
Formato
Marina G. Ortega | Luis Rodríguez
Producción Flair Studio
Estilismo Marieta Yanguas
Maquillaje y peluquería Piti Pastor para Nars & Ghd
E

l hogar creado por estas interioristas podría definirse solo con un título de la gran obra de Jane Austen. En un día lluvioso y romántico de Madrid como escenario de la mismísima novela, nos han refugiado en este rincón del centro donde hemos vivido por unas horas una Navidad en equilibrio. Más allá de los clásicos y estridentes tonos, ellas demuestran que en blanco, dorado y verde y con poco, muy poco, se puede construir un ambiente único. Ellas saben cómo y hemos querido descubrir de su mano por qué se han convertido en las interioristas de moda.

La entrada está enmarcada por dos copas de piedra antiguas sobre peanas negras
La entrada está enmarcada por dos copas de piedra antiguas sobre peanas negras. Los materiales clásicos de Las Perelli: madera y piedra, dan la bienvenida.

¿Por qué ese título? Muy fácil, las hermanas Perelli (Elena y Bea)son todo sentimiento, pero no con intensidad, sino desde la paz, el orden y el sentido. Es el leitmotiv de sus obras, esas que sus followers como Sofia Vergara o Katie Holmes siguen y que se están materializando en que un director oscarizado de fama internacional les haya encargado un proyecto único. Cuando las conoces comprendes el secreto de su éxito, la empatía con sus clientes. Nos han abierto las puertas de la casa de Bea (45), que comparte con su marido, dos hijas, de trece y once años, y un caniche llamado Bola para conocer mejor este universo que enamora.

Bea y Elena vestidas de Zara y Cos
Bea (a la izda.) y Elena vestidas de Zara y Cos; los pendientes de Bea son de Alhaja y Elena con pendientes de Suma Cruz.

Beatriz estudió derecho antes que arquitectura de interiores, pero tenía muy claro que siempre había sido muy creativa. Pintaba, trabajaba la arcilla y todo desde pequeña: “Hice un pacto con mis padres que terminaba la carrera y estudiaba otra, lo hice en IADE. Allí encontré mi vida, mi sitio y se me dio genial. Me ayudó la edad y cuando terminé me eligieron para ser profesora de análisis de las formas y empecé con pequeños proyectos de interiorismo hasta que a mi marido le surge la oportunidad de trabajar en A Coruña, en Inditex. Era muy interesante para él con la fortuna de que mi hermana Elena vivía allí".

Los lazos biológicos y los del destino os unían...

Elena: Fueron 23 años maravillosos donde empezamos este proyecto, y hace diez, cuando llegó Bea, fue una alegría. Yo tuve que dejar mi trabajo también en Inditex en recursos humanos y estudié una diplomatura de arquitectura que me permitió aprender y empezar en la firma de Joaquín Torres, A-cero. Para después asociarme con mi hermana. Y hace tres yo me vine a Madrid, lo que nos ha ayudado a estar más cerca de los proyectos, y Bea se vino en seguida, después del confinamiento.

Coral de Berenis, champanera antigua, bandeja y copas de champagne de Villa Las Perelli
Coral de Berenis, champanera antigua, bandeja y copas de champagne de Villa Las Perelli.

¿Con Joaquín Torres? No tiene nada que ver con vuestro estilo...

Elena: En ese momento, el estudio de Rafa y Joaquín era una barbaridad, había hasta fotógrafos dentro de la plantilla. Estuve ahí tres años y medio, me especialicé en iluminación, que era lo que más me gustaba, y me apetecía montar mi propio estudio. Primero trabajé como freelance en una firma italiana de iluminación y cuando Bea llegó, ya empezaba a hacer cosas fuera y unimos fuerzas.

Bea junto a uno de los recursos que usan en sus proyectos desde los inicios
Piezas antiguas de plata de Villa Las Perelli

Bea junto a uno de los recursos que usan en sus proyectos desde los inicios: terracota sobre una peana. A la derechaAbajo piezas antiguas de plata de Villa Las Perelli.

La familia que trabaja unida...

Elena: Yo tengo seis años más que Beatriz (51) y hacía un papel un poquillo no de madre, pero sí siempre de hermana mayor. Cuando empezamos a trabajar juntas es verdad que ya tienes marcados unos roles que te facilitan las funciones, y el primer año hasta que te adaptas un poco nos costó habituarnos.

Bea: Pero es que no tiene que ver nada lo que hago yo en el estudio y lo que hace ella. En eso no hay ninguna discusión, se reparte naturalmente.

Elena: Bueno, en el caso de Beatriz, se le da genial dibujar y es la que hace el planteamiento inicial del proyecto; dice que ella empieza y yo hago que se terminen. Inditex me curtió muchísimo con respecto a la exigencia, las cosas tenían que estar sí o sí en las obras. A ella la llaman Bea y a mí de usted. Hasta hace poco las llamadas incómodas las hacía yo, ahora mi hermana ya ha empezado a lanzarse. Lo que sí hacemos es que siempre llevamos una de las dos cada proyecto.

Butacas blancas de Blasco, candelabros antiguos de Berenis, soperas antiguas de El Jueves, decoración de la chimenea de Dandelion y mesa Tulip antigua de Las Perelli
Butacas blancas de Blasco, candelabros antiguos de Berenis, soperas antiguas de El Jueves, decoración de la chimenea de Dandelion y mesa Tulip antigua de Las Perelli.

¿Cuántos sois en el estudio?

Fijos, ahora mismo somos cinco, pero realmente tenemos mucha gente alrededor. Pues depende del proyecto, si necesitamos paisajistas… Pero siempre los mismos freelances. En los últimos años, a raíz de unos proyectos que hicimos para un cliente que eran unos palacios en Asturias, aprendimos mucho de temas de restauración,de mobiliario antiguo, y la verdad es que fue un trabajo precioso, estuvimos cuatro años casi en exclusiva para ellos, fue alucinante. A raíz de eso y todo lo que fue saliendo en Instagram, nos ha ido bien. Nos caracteriza esa mezcla de lo antiguo y lo moderno, que es un poco el sello del estudio, y dicen que nos hemos especializado en casas de campo.

¿Qué número de proyectos lleváis al año?

Bea: No podemos coger más de doce, a veces nos hemos planteado posibilidades de que el estudio creciera. Pero cuando quieres llevar tú el proyecto tan al detalle, ponemos hasta la fregona y compramos la cubertería, o sea, toda la casa, la damos llave en mano. Piensa que nosotras hacemos una entrevista al cliente enorme para saber cómo quiere vivir. Es su carta de los Reyes.

Elena: Me acuerdo que una vez, con una clienta muy curiosa alemana, medimos donde ponía la copa de champán, hacía un montón de fiestas en su casa, siempre la maquillaban con una copa a su lado. Eso se me quedó grabado. Yo digo que hay que preguntarlo todo porque al final...

Según Las Perelli, lo bonito es la confianza que llegas a alcanzar con el cliente. Nos comentan que muchas veces, al mostrar la obra una vez terminada, los clientes lloran de la emoción, porque ven sus sueños hechos realidad. Y no vamos a negar el estrés que supone una de estas reformas, pero luego una mezcla de emociones les invaden al ver su nuevo hogar. Su discreción les impide dar nombres, pero en la actualidad uno de los futuros clientes emocionados es un director de cine oscarizado.

Servilleta blanca de fleco largo de esenciales Villa Las Perelli. Salero, pimetero y copas de su línea Selección
Servilleta blanca de fleco largo de esenciales Villa Las Perelli. Salero, pimetero y copas de su línea Selección.
Decoración en la mesa
Copa de la vajilla
La vajilla blanca forma parte de su gama de Esenciales para la mesa
La vajilla blanca forma parte de su gama de Esenciales para la mesa.
Servilleta blanca de fleco largo de esenciales Villa Las Perelli. Salero, pimetero y copas de su línea Selección

¿Cómo llegáis a tanta gente?

Elena: No te lo vas a creer, pero a nosotras las redes sociales nos han impulsado, especialmente Instagram, nos sigue gente que no imaginarías, hay veces que cojo el móvil y veo a nuestros seguidores y me entra la risa al ver el nivel de celebridad. Desde Lauren Bush a Katie Holmes, y no nos creemos que haya pasado esto desde aquí.

¿Pero quiénes son vuestros clientes?

Elena: Normalmente, es un cliente muchísimo más privado, que no busca la notoriedad, pero sí que busca el estilo. Las Perelli tenemos un estilo muy acogedor, tienen un poder adquisitivo alto y saben lo que buscan. Hacemos mucha segunda vivienda y es curioso porque luego nos dicen: “Oye, quiero que mi primera vivienda sea igual”. El nivel de fidelidad es increíble.

Bea: La confianza que acabas teniendo con ellos es total. Tú ves una persona que ha trabajado con Leonardo DiCaprio o con todos los grandes actores y está hablándote a ti y te está contando su vida, lo que le gusta hacer, cómo se levanta; impresiona ese nivel de intimidad.

Dormitorio de Elena
Dormitorio principal
Dormitorio Manucha

IzquierdaArriba, dormitorio Elena: alfombra kilim de Ziegler, dosel blanco de Smallable y linos de Güell Lamadrid; CentroMedio, dormitorio principal: alfombra kilim de Ziegler, cuadros de retratos antiguos de Las Perelli; DerechaAbajo, dormitorio Manucha: alfombra kilim de Ziegler, tulipanes blancos de Dandelion.

¿Y cómo os ganáis esa confianza?

Elena: Esto es lo que a mí más me divierte cuando llegan con un proyecto y no tenemos firmado el contrato, has tenido varias videoconferencias, pero todavía no has firmado. Te mandan el plano y tú ves que no funciona con lo que te han contado, con cómo vive esta gente, y se lo comentas.

Bea: Aprecian la preocupación por el proyecto, quieren expertos que les den su opinión, estudiamos muchísimo cada idea. Buscamos entender las necesidades, ver lo que funciona a nivel técnico y tocar la sensibilidad de la persona.

Elena: Si te dicen: “Es que yo no duermo con mi marido”, tienes que ser discreto y tienes que hacer un planteamiento de una casa donde ese matrimonio no duerma junto. Y plantear el baño de una forma diferente.

Mesa de mármol de Cae de Cajón, mapas antiguos de Francia y marco con policromía antiguo de Berenis
Elena vestida de Cortana y pendientes de Suma Cruz, con anillo de Gold and Roses

IzquierdaArriba: Mesa de mármol de Cae de Cajón, mapas antiguos de Francia y marco con policromía antiguo de Berenis. Las piezas de plata, de Villa Las Perelli. DerechaAbajo: Elena vestida de Cortana y pendientes de Suma Cruz, con anillo de Gold and Roses.

Y es lo que percibimos mientras paseamos por el hogar de Bea, una casita de tres plantas en un barrio residencial de la capital. Está planteada para su vida, para sus dos niñas, vive de una manera muy femenina, pues su marido solo pasa aquí los fines de semana. “Cuando viene dice que le escondo todo”, y es que sus espacios son lo mínimo, cálidos pero con una premisa que estas hermanas tienen como mantra y que se refleja en una de las frases de Vincent Van Duysen, su referente: “La arquitectura va sobre la eliminación de los excesos”. Esta casa tiene pocos elementos, pero los marcos dorados se suceden, cuadros antiguos comprados en mercadillos, butacas vestidas de lino; todo invita a vivir descalzo aun en invierno.

¿Cuáles diríais que son las claves de vuestro estilo?

Elena: Por ejemplo, le damos muchísima importancia a la luz y decimos que una casa tiene que estar igual de agradable de noche que de día. Esa es la clave de la iluminación. Y luego otra cosa muy importante es que sea de verdad. Por ejemplo, la cocina es grande porque en nuestra casa mi padre era un aficionado gastrónomo. Y nosotras cocinamos las dos, nos encanta. Hoy hemos puesto la mesa como la pondríamos en casa. Nuestra madre falleció y usamos las cosas que nos dejó para el día a día.

Bea: También forma parte de nuestra firma que trabajamos alrededor de un concepto, definimos cada obra con unas palabras y vamos revisando no distanciarnos de ellas. Si hemos dicho confortable, familiar, que se pueda bailar en el salón, lo mantenemos. En definitiva, las cosas que nos parece que el cliente ha dicho que son las más relevantes.

Esta casa respira un ambiente que seduce por la calma y el cuidado por lo esencial

Elena: Por ejemplo, hicimos una reforma en A Coruña, una casa en la que no había que hacer mucha cosa. Estos chicos, por ejemplo, tenían un salón superapetecible y grande, y entonces cuando Beatriz se sienta con ellos le dicen que les encanta cenar viendo la tele. Y Beatriz pregunta: “¿Recibís mucho en casa?”. Se fija en que tenían una mesa para 12 personas y un sofá para tres. Si vives en el sofá, solo con cambiar eso, fíjate qué tontería, y cada vez que ven a Beatriz, le dicen que están felices y piensas: “Bueno, si alguien supiera que lo que hemos hecho ha sido cambiar el sofá por la mesa”.

Bea: Poner un sofá gigante con otro sofá gigante. A veces son sutilezas.

En la escalera decoración de Dandelion sobre la balaustrada de madera
En la escalera decoración de Dandelion sobre la balaustrada de madera.

¿Y de qué partís?

Bea: Empezamos cada proyecto de cero, nunca ponemos referencias de nuestros proyectos a un cliente porque es una idea nueva. Entonces, al final, el proyecto acaba siendo muy nuestro. Piensa que tenemos proyectos en Madrid, Extremadura, Asturias, y cada uno es un mundo.

Elena: En Extremadura ahora estamos haciendo una casa palacio, empezó siendo de una manera y la clienta tuvo una desgracia, y ha cambiado durante el proyecto radicalmente el uso que ella le quería dar. Es muy monacal, pero muy moderna, muy antigua, un lío pero muy chula. Pero la hemos tenido que idear de nuevo. Nos inspira mucho la antigüedad en cuanto a la historia, siempre nos metemos mucho a estudiar el edificio. Te metes a ver cómo vivía la gente, qué pasaba en esa época, y entonces la historia al final te cuenta información, cosas que han desaparecido de manera absurda, que eran muy útiles. Por ejemplo, en el tema de la mesa, una cuchara que era para comer la macedonia de frutas, pero para que no te bebieras el líquido tenía un agujerito. O el plato de la ensalada que se ponía antes, qué bien pensado estaba. Eso nos ha inspirado un proyecto nuevo, que si todo va bien lanzaremos en febrero, de cosas para la casa.

Bea: Se llama Villa Las Perelli Art of the Table. Vasos, vajillas, hay una parte antigua y otra moderna de marcas que nos gustan y parte diseñada. Es una mezcla de cosas modernas y antiguas; o sea, enseñar a la gente que los pajaritos que tienen de su suegra o de su madre pueden hacer una mesa bonita sin necesidad de volverse locos. Buscamos darles una segunda vida a objetos que ya existían.

Elena: En Instagram nos escribían preguntando de dónde eran las cosas que publicábamos. Y no nos parecía ético dar la información, cobrarle a un cliente un proyecto donde le estás poniendo unas cosas y regalar eso a otra persona, nos parecía un poco contradictorio. Y dijimos: “Pues vamos a empezar a vender las cosas, el tema de la mesa que nos gusta tanto”.

Dos piezas de terracota protagonizan la división entre la zona del comedor y la de estar
En el salón dos piezas de terracota protagonizan la división entre la zona del comedor y la de estar. Sobre la mesa vajilla y cristalería, servilletas blancas de flecos largos, mantel blanco acabado en puntilla hecho a mano en Italia, faisanes. Todo de Villa Las Perelli. Cuadro de Jordi Alcaraz y espejo de Berenis.

¿Qué marcas os gustan?

Nos gustan cosas diseñadas por Bandai.

¿Con qué básicos trabajáis?

Elena: Siempre con el blanco y sus múltiples versiones. De hecho, ahora, por ejemplo, unas tapicerías que hemos hecho un poquito menos blancas le quitan luz a la casa. Metemos la madera y todas las ramas, sobre todo el roble. Lo usamos mucho. También hemos vuelto a la cal, estudiando el pasado hemos recuperado este material que es tan sostenible.

Bea: Además con la luz funciona genial, porque como es irregular y la luz rebota, pues hace unos efectos acogedores, es un material que transpira, no tiene pigmentos sintéticos. También siempre elegimos piezas de hierro. Y en tejidos, el lino, el algodón y la lana.

Los retratos los compran Las Perelli en anticuarios y mercadillos
Un mueble de madera comprado en Francia de Las Perelli

Los retratos los compran Las Perelli en anticuarios y mercadillos, dan solidez a sus sosegados espacios. A la derechaAbajo en la entrada un mueble de madera comprado en Francia de Las Perelli.

¿Y si hablamos de arte?

Elena: Nos encanta Rothko y a mí me gusta muchísimo Giacometti con esas figuras tan equilibradas y con tanta fuerza a la vez.

Bea: Compramos en anticuarios, escultura antigua, hasta donde nos deje el cliente. Usamos también mucha fotografía.

¿En qué anticuarios os encontramos?

Berenis, que además son amorosos y les adoramos. También con Carina Casanova y con Elena Egea, con Pepa de El Jueves, con Slow, luego unas chicas que están en A Coruña, que se llaman Cae de Cajón.

Y vemos que vuestro planteamiento de la Navidad es muy diferente.

La Navidad solo necesita luces, velas y el color blanco, alguna rama de verde. En Navidad también menos es más.