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Tristán Domecq o el milagro de poseer una mirada educada y kilotones de buen gusto
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ARQUITECTURA E INTERIORISMO

Tristán Domecq o el milagro de poseer una mirada educada y kilotones de buen gusto

Su apellido es el de una importante familia de este país. Sin embargo, todo lo que Tristán Domecq ha construido es fruto del empeño y la pasión con la que se entrega a cada proyecto

Foto: Con 40 años recién cumplidos, Tristán Domecq entra, definitivamente, en su mejor momento. Vendrán más. (Cortesía)
Con 40 años recién cumplidos, Tristán Domecq entra, definitivamente, en su mejor momento. Vendrán más. (Cortesía)

Autodidacta absoluto, Tristán Domecq creció entre obras y reformas, entre muebles de época y diseños rabiosamente contemporáneos. También supo echarle valor a la vida al dejar atrás el paraguas laboral de la todopoderosa Inditex para lanzarse al magnético y proceloso océano del interiorismo y la decoración. No iba solo: de pequeño jugaba a construir casas y muebles con madera y su ADN venía cargado de kilotones de buen gusto.

placeholder Tristán Domecq: mirada educada y buen gusto. (Cortesía)
Tristán Domecq: mirada educada y buen gusto. (Cortesía)

¿Cómo despierta el decorador que había en ti? ¿Apuntabas maneras desde pequeño?

La verdad es que sí. Desde que tengo uso de razón, he vivido rodeado de obras y reformas. Mi bisabuelo era promotor y constructor, y mi abuela era una gran aficionada al interiorismo que se encargaba de decorar todas las casas de la familia. La tradición continuó con mi madre, que era decoradora profesional. Así que, sí, desde pequeño he vivido rodeado de todo este mundo.

¿Jugabas a cambiar los muebles de sitio?

Mi afición de pequeño era más bien la carpintería. En casa había una mesa de carpintero estupenda y yo me apoderé de ella; allí me dedicaba a construir casas y muebles. En navidades siempre pedía lo mismo: nuevas herramientas para completar mi taller. La verdad es que recuerdo toda esa época con mucho cariño. Si te dedicas a esto, es importante saber construir con tus propias manos, entender cómo se crea un mueble.

placeholder Proyecto de Tristán Domecq en el paseo de la Castellana de Madrid. (Cortesía)
Proyecto de Tristán Domecq en el paseo de la Castellana de Madrid. (Cortesía)

¿Dónde te has formado? ¿Apoyaron en casa tu decisión o quizá les hubiese gustado verte en otro ámbito profesional?

Pues nunca me he formado como interiorista. En ese sentido, soy autodidacta total. Yo estudié Administración y Dirección de Empresas. Cuando decidí dedicarme a esto trabajaba en Inditex. Me apunté a un curso de AutoCAD para aprender a hacer planos en el ordenador. En mi primer proyecto como interiorista, yo mismo hice los planos y arrimé el hombro ayudando a los albañiles para así también aprender de ellos. Ahora cuento con un equipo muy bueno y todos nuestros proyectos son superprofesionales. Nuestra ‘línea editorial’ está perfectamente definida.

placeholder Proyecto de Tristán Domecq en la calle Reina de Madrid. (Cortesía)
Proyecto de Tristán Domecq en la calle Reina de Madrid. (Cortesía)

Define tu forma de hacer, por favor.

Siempre digo que lo que hacemos es atemporal y también el resultado de mezclar. Por mezcla entiendo combinar diferentes estilos. Siempre me ha gustado, por ejemplo, meter alguna pieza antigua en una casa contemporánea, o en un piso clásico, introducir objetos modernos. Así consigo movimiento y ritmo que, para mí, son imprescindibles en decoración.

placeholder Proyecto de Tristán Domecq en la calle Reina de Madrid. (Cortesía)
Proyecto de Tristán Domecq en la calle Reina de Madrid. (Cortesía)

¿Qué habrá siempre en un espacio diseñado por Tristán? ¿Y qué nunca habrá?

A veces dependemos de los clientes, pero si nos dejan, siempre habrá una cocina especialmente bonita. Me encantan las cocinas. Y nunca habrá un suelo porcelánico imitando a madera, eso seguro.

¿Cuáles son los materiales con los que más te gusta trabajar?

Me encanta trabajar con madera y piedra. Todos nuestros proyectos llevan, de un modo u otro, ambos materiales. Con los que nunca trabajamos, salvo expreso deseo del cliente, es con los porcelánicos que te acabo de comentar. No les pillo el punto. (Risas).

placeholder Tristán Domecq siente una especial debilidad por las cocinas. (Cortesía)
Tristán Domecq siente una especial debilidad por las cocinas. (Cortesía)

Hablemos de tu firma: Tristán Domecq Casa y Estudio. ¿Lo tenías muy claro desde el principio o hubo un mar de dudas e inseguridades antes de abrir el negocio?

Si, lo tenía claro, pero es inevitable que aparezcan las inseguridades cuando hay que hacer una inversión económica considerable. Siempre me pasaba lo mismo. Lo tenía todo muy claro, me ponía a buscar un local y cuando lo encontraba me entraban el miedo y los siete males. En esta ocasión lo consulté con la almohada y en menos de doce horas decidí lanzarme al océano con todas las consecuencias. Sin duda fue la mejor decisión que tomé en el —de por sí— complicadísimo 2020.

¿Quién es mejor cliente: el que lo tiene todo muy claro o el que no tiene idea de lo que quiere?

Sin duda, el que lo tiene todo claro. Si no le gusta lo que le propones, sabe explicarte los porqués perfectamente, y te dice lo que quiere con seguridad. Con este tipo de clientes siempre es más fácil dar en la diana. En cualquier caso, en todo esto hay un denominador común, y es que el cliente que llama a nuestra puerta lo hace porque le gusta lo que hacemos, y eso facilita muchísimo las cosas. Luego te amoldas a ellos, pero siempre sin traicionar nuestra forma de hacer. Eso nunca.

placeholder Proyecto de Tristán Domecq en el paseo de La Habana de Madrid. (Cortesía)
Proyecto de Tristán Domecq en el paseo de La Habana de Madrid. (Cortesía)

¿Para quién te gustaría trabajar?

Me encantaría reformar la casa de los Reyes. Esa casa tiene mucho potencial y, a día de hoy, no me parece especialmente bonita. Me refiero al Palacio de la Zarzuela y al Pabellón del Príncipe, donde viven Felipe, Letizia y sus hijas. Me encantaría afrontar ambas reformas.

placeholder Tristán Domecq o la plenitud de los 40. Vendrán otras. (Cortesía)
Tristán Domecq o la plenitud de los 40. Vendrán otras. (Cortesía)

¿Qué le pides a este año?

Seguir teniendo el mismo volumen de trabajo que tenemos ahora y que la racha dure. Como reto profesional, a corto plazo, me gustaría que me encargasen un hotel boutique. Lo haríamos de maravilla porque llevo años imaginándolo y me entregaría con toda la pasión del mundo.

Autodidacta absoluto, Tristán Domecq creció entre obras y reformas, entre muebles de época y diseños rabiosamente contemporáneos. También supo echarle valor a la vida al dejar atrás el paraguas laboral de la todopoderosa Inditex para lanzarse al magnético y proceloso océano del interiorismo y la decoración. No iba solo: de pequeño jugaba a construir casas y muebles con madera y su ADN venía cargado de kilotones de buen gusto.

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