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Vanitatis Kids on Board: una ruta en familia muy 'galáctica' del sur al norte de Túnez
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Viajes con niños

Vanitatis Kids on Board: una ruta en familia muy 'galáctica' del sur al norte de Túnez

Túnez es un destino acogedor con una gran variedad de paisajes y costumbres, por lo que es perfecto para irse de vacaciones con los más pequeños. Hay mucho que ver. Empezamos

Túnez es un destino acogedor con una gran variedad de paisajes y costumbres, por lo que es perfecto para pasar unas vacaciones con los más pequeños porque van a conocer una cultura muy diferente a la suya a tan solo una hora y media de sus casas. Los tunecinos son muy respetuosos con los turistas y muy afectuosos con los niños, por lo que este país norteafricano es una opción pluscuamperfecta para pasar unas vacaciones familiares.

placeholder La isla de Djerba es uno de los destinos turísticos más importantes. (Oficina Nacional de Turismo de Túnez)
La isla de Djerba es uno de los destinos turísticos más importantes. (Oficina Nacional de Turismo de Túnez)

Mapeamos la isla de Djerba

La ruta propuesta comienza en la isla de Djerba, en el sur de Túnez, un emplazamiento que aparece en la 'Odisea' de Homero por sus hermosas playas, que son, en definitiva, unos de sus principales atractivos. Pero no solo de su litoral vive Djerba. Esta isla cuenta con una capital muy interesante, Houmt Souk, que destaca por su medina y su zoco (la subasta del pescado es un momento único que nadie se puede perder).

placeholder Subasta de pescado en Houmt Souk. (Juan Coma)
Subasta de pescado en Houmt Souk. (Juan Coma)

Otro de sus lugares imprescindibles es Djerba Explore Park, un lugar básicamente conocido por su granja de cocodrilos donde viven más de 800 grandes reptiles, pero que tiene dentro del parque dos lugares excepcionales en lo que a cultura tunecina se refiere: el museo Lalla Hadria, un espacio espectacular donde se hace un repaso del arte árabe-islámico a lo largo de trece siglos, y Djerba Heritage, donde se muestran cómo eran los menzels, las granjas donde vivían antaño los habitantes de esta isla.

placeholder Djerba Explore Park. (María Jesús Tomé)
Djerba Explore Park. (María Jesús Tomé)

Justo en el centro de Djerba, en el pueblo de Erriadh, se encuentra Djerbahood, un moderno museo al aire libre con 250 pinturas murales. Muy cerca se halla la bella sinagoga de la Ghriba, una de las más antiguas del mundo, un edificio que en la actualidad simboliza la convivencia de judíos, musulmanes y bereberes en esta isla. No hay que irse de Djerba sin visitar el espléndido museo de Guellalla, con más de 4.000 metros cuadrados dedicados a la etnografía y las costumbres tunecinas, ni tampoco sin ver un taller de alfarería tradicional.

placeholder Cerámica de Guellalla. (María Jesús Tomé9
Cerámica de Guellalla. (María Jesús Tomé9

Rumbo a Tataouine

Nuestro siguiente destino de esta ruta es la gobernación —Túnez está dividido en 24 territorios o gobernaciones— de Tataouine para hacer una inmersión en la cultura bereber en los pueblos de Douiret y Chenini. También son muy típicos de esta región los ksar, o antiguos graneros, donde los bereberes guardaban los cereales. Los bereberes también son muy afables y no es de extrañar que las mujeres los reciban con una zagruda o zaghareet, un grito de alegría y de celebración muy popular del mundo árabe.

placeholder Douiret, en Tataouine. (Juan Coma)
Douiret, en Tataouine. (Juan Coma)

Uno de los graneros más conocidos es el Ksar Hadada, donde se rodaron algunas escenas de 'La amenaza fantasma' (1999), el episodio I de la saga Star Wars. En este ksar está la casa del pequeño Anakin Skywalker —futuro Darth Vader— y su madre en el planeta Tatooine. Cabe destacar que el cineasta George Lucas se quedó tan prendado de los paisajes de Tataouine durante el rodaje de 'La guerra de las galaxias' original, la de 1977, que decidió bautizar como Tatooine al planeta con más protagonismo del universo Star Wars.

placeholder Ksar Hadada, uno de los escenarios de Star Wars. (María Jesús Tomé)
Ksar Hadada, uno de los escenarios de Star Wars. (María Jesús Tomé)

A unas dos horas en coche de Ksar Hadada está Matmata, muy conocida por las casas trogloditas bereberes excavadas en la roca. Estas son muy peculiares porque, por un lado, solo se pueden ver desde el aire y, por otra parte, porque se articulan alrededor de un gran patio al que tienen acceso todas las estancias que, como curiosidad, mantienen la misma temperatura durante todo el año.

placeholder Turistas ataviados con ropas bereberes. (Youssef Ayari)
Turistas ataviados con ropas bereberes. (Youssef Ayari)

Algunas de estas casas trogloditas se han reconvertido en hoteles muy especiales (¿a qué niño no le gusta dormir en una cueva?). El más conocido es sin duda el hotel Sidi Idris, otro escenario de la saga Star Wars, ya que es la casa del joven Luke Skywalker, en la que se cría junto a sus tíos, protegido también por la cercana presencia de Obi-Wan Kenobi.

Douz, la puerta del desierto

A 60 minutos en coche de Matmata se llega a Douz, conocida como la puerta del desierto. Aquí se realizan algunas actividades en el Sáhara, como paseos en dromedario y excursiones en motoquad, equipados, eso sí, con el típico turbante para protegerse del sol y de la fina arena que se cuela por todos los rincones e impensables recovecos de la ropa y del cuerpo.

placeholder En Douz se realizan excursiones en dromedario por el desierto. (Youssef Ayari)
En Douz se realizan excursiones en dromedario por el desierto. (Youssef Ayari)

También merece la pena acercarse a su medina y ver cómo se elabora el zapato típico del desierto, sin duda el calzado más cómodo para caminar por el Sáhara. De camino a Tozeur hay que hacer sí o sí una parada en Chott el Djerid, un gran lado salado endorreico (completamente seco en verano y con un hilo de agua en invierno) en el que, si os fijáis, vais a ver el espejismo llamado Fata Morgana. Causado por el contraste de temperaturas, hace que el horizonte se funda con las nubes, pareciendo que hay falsas montañas, personas o concentraciones de agua.

placeholder La inmensidad de Chott el Djerid es espectacular. (Juan Coma)
La inmensidad de Chott el Djerid es espectacular. (Juan Coma)

Tozeur es una ciudad curiosa cuya medina destaca por las construcciones hechas a base de ladrillos pequeños que crean patrones geométricos que proyectan sombras que cambian según la posición del sol. Esta localidad está enclavada en un oasis que tiene más de 200.000 árboles y más de 300.000 palmeras (las palmeras no son árboles, son hierbas).

placeholder Medina de Tozeur. (Juan Coma)
Medina de Tozeur. (Juan Coma)

No es de extrañar que Tozeur acoja Eden Palm, un museo al aire libre dedicado a la palmera datilera, la Phoenix, donde además se pueden probar algunos productos gastronómicos hechos a base de dátiles como confituras, cremas o chocolate. Otro lugar de recomendada visita para las familias es Sahara Lounge, un parque de cuerdas que tiene como particularidad que las tirolinas están sujetas a las palmeras. Por último, en Tozeur —y en todo Túnez en general— se pueden conocer auténticos hamanes (masculinos o femeninos) donde, además de exfoliar la piel y recibir un masaje, se disfruta del encuentro entre personas y del arte de socializar.

placeholder En el Sahara Lounge de Tozeur, los niños se tiran por tirolinas entre palmeras. (María Jesús Tomé)
En el Sahara Lounge de Tozeur, los niños se tiran por tirolinas entre palmeras. (María Jesús Tomé)

A una hora de Tozeur y dejando a un lado el palmeral de Nefta, conocido como La Cesta, se llega al emplazamiento llamado Ong Djemal, que significa 'el cuello del camello' por la forma que tienen sus rocas más emblemáticas. Muy cerca está Mos Espa, otro escenario de Star Wars que representa precisamente el puerto espacial donde vivía Anakin Skywalker de pequeño.

placeholder Ong Djemal, el cuello del camello. (María Jesús Tomé)
Ong Djemal, el cuello del camello. (María Jesús Tomé)

Túnez, Cartago y Sidi Bou Said

Desde Tozeur, la mejor manera de trasladarse a Túnez capital es en avión, ya que en poco más de una hora se llega a la ciudad más importante del país. Aquí es imprescindible hacer un recorrido guiado por su medina, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979, para descubrir sus palacetes y sus preciosas casas burguesas.

placeholder Medina de Túnez. (Kamel Sahly)
Medina de Túnez. (Kamel Sahly)

También es recomendable dar una vuelta por su zoco y ver, por ejemplo, cómo elaboran la chechiya, el gorro tradicional tunecino que, como dato curioso, fue una aportación de los moriscos que fueron expulsados de España a principios del siglo XVII. Por último, las dos visitas que se pueden hacer desde Túnez capital es, por un lado, las ruinas de Cartago (cabe recordar que el centro neurálgico del gran imperio cartaginés ocupó el norte de Túnez) y, por otra parte, Sidi Bou Said, un icónico pueblo mediterráneo de casas encaladas y puertas de color azul.

placeholder Sidi Bou Said es uno de los pueblos más icónicos. (Oficina Nacional de Turismo de Túnez)
Sidi Bou Said es uno de los pueblos más icónicos. (Oficina Nacional de Turismo de Túnez)

En el vídeo que encabeza este reportaje vais a ver qué recorrido tan magnífico hago con mi hijo por Túnez, un país genial para ir con la familia y muy económico para el público español.

Túnez es un destino acogedor con una gran variedad de paisajes y costumbres, por lo que es perfecto para pasar unas vacaciones con los más pequeños porque van a conocer una cultura muy diferente a la suya a tan solo una hora y media de sus casas. Los tunecinos son muy respetuosos con los turistas y muy afectuosos con los niños, por lo que este país norteafricano es una opción pluscuamperfecta para pasar unas vacaciones familiares.

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